Sin lugar a duda lo vivido ayer tarde y noche en el antiguo Campo del Alicante, pedanía de Villafranqueza, se puede calificar de atípico. No solamente en la forma, también quizá en el fondo. En un partido tosco y poco fino, donde primó la tensión, el Hércules venció por un gol de diferencia a un Intercity al que probablemente le pudo mucho la presión, y aquello de la primera vez.
Basta con decir, que poco a poco, el equipo visitante, ayer el Hércules, se fue desgranando hasta quedarse al final con ocho futbolistas, al sufrir tres expulsiones. El Intercity, ayer local, acabó con diez.
Empate al descanso, gol del Hércules en el primer tercio de la segunda parte para llegar casi al final, pero echarlo casi todo por la borda por una salida en falso del meta Adri, y cuando se agarraban al empate como mal menor y apretaba por la victoria el conjunto rival, con nueve, en el tiempo de descuento contra pronóstico y alterando el guion, nuevo tanto que le dio finalmente la victoria y le supuso un nuevo expulsado en la celebración del gol.
Intercity 1 – Hércules 2
Lo vivido ayer tarde en el Campo de Villafranqueza fue atípico en todos los sentidos, empezando porque era un derbi que se disputaba por primera vez en la historia, aunque la historia de unos sean cuatro o cinco años y la de los otros cien. Atípico porque el Hércules era el visitante, pero jugaba como en casa, la afición, el ánimo y el aliento desde la grada eran herculanos. La presencia de seguidores del Intercity se puede relacionar con familiares, chavales de la cantera, padres de chavales y demás familia. Este curioso club ha llegado muy pronto muy arriba, pero carece de seguidores o masa social, otra cosa será si algún día supera al Hércules en cuanto a militar en superior categoría, y atípico porque el club que dice ser de San Juan, o que allí jugará pronto en sus instalaciones, tiene su sede social registrada en Alicante capital.
Tarde soleada y calurosa, como todo el verano y según la normativa, un cupo de afición en la grada, que quizá se vio superado pese a la norma. Digamos más de mil quinientas personas.
Una primera parte tensa, embarullada, con mucha presión y nervios, donde quizá el Hércules supo estar con más oficio; le pesó mucho el encuentro a los de negro de principio a fin. En el planteamiento inicial sorprendió Sergio Mora poniendo a Solbes de lateral y adelantando a Raúl Ruiz por la derecha para aprovechar sus centros. No sorprendió tanto con la inclusión de Bikoro en el once inicial, de lo mejor ayer, seguro será uno de los titulares si no está con su selección.
En el minuto treinta de la primera mitad, primer sobresalto de los muchos que vendrían. Pedro Sánchez, que ya había visto una amarilla por protestar, vio la segunda por presunto manotazo a Álvaro Pérez. El aspense debe controlar su ímpetu y su locuacidad. Con el cero a cero a la caseta y poco más que reseñar.
En el sesenta se igualaron las fuerzas al echar el árbitro también del terreno de juego a Víctor Rofino. Roja por entrada sobre Nico. Y cambió la suerte, se bota un córner y Alex pone la bola en la cabeza de Bikoro. Era el cero a uno, con el que se pudo llegar al final y ganar, pero pasaron más cosas y se ganó de otra forma. En el ochenta y dos expulsado Raúl, por fingir un penalti; era la segunda. El Hércules se queda con nueve. Se trataba de aguantar estoicamente diez o doce minutos a la heroica. Pero hete aquí que llegó la “cantada” o la “cagada”. Una mala salida de Adri López supone el empate a uno por mediación del exherculano Benja; el balón queda en el área y lo empuja. Era el ochenta y ocho. Del mal el menos, como mínimo amarrar un punto como sea. Pero entonces llegó el fútbol del revés, cuando más empujaba el Intercity, cuando más fe tenían, cuando creían poder conseguirlo, ataque a la contra con los locales volcados y gol de Chuli, el penúltimo en llegar a las filas herculanas esta temporada. Era el uno a dos, y por si faltaba algo en la celebración, estúpidamente, Tano, lo celebra con la afición agarrándose y abrazándose y es expulsado. El Hércules se quedaba con ocho. Hasta el final minutos de angustia.
Así es el fútbol, de la decepción a la euforia se puede pasar en minutos y a veces en segundos. ¡Qué locura! La próxima semana Sergio Mora, tendrá que echar mano de su fondo de armario. Ni Tano, ni Pedro, ni Raúl Ruiz. Por cierto, para pena, la del portero del Hércules, al final el chaval lloraba, se terminó ganando, pero él sabía que su error podía haber costado dos puntos.
Golpe de mano, golpe de efecto, de un Hércules que sin pasarse fue más efectivo, más resolutivo y quizá más equipo o con más empaque. Mucho se ha hablado a lo largo de la semana del dinero y presupuesto que unos y otros han puesto sobre la mesa, desde Hércules e Intecity, hasta La Nucia y el Eldense. La liga es larga y con presupuestos semejantes y parejos, en estos cuatro conjuntos veremos al final que pasa.
El tercer envite de la temporada será este próximo sábado, ocho de la tarde, Rico Pérez, y con la visita del Mar Menor F. C.
Vaya paradoja, con todo lo que se está hablando del Mar Menor y sus problemas de supervivencia para las especies marinas que allí habitan. Ojalá sepa pescar el Hércules en esas aguas revueltas y se queden en casa otros tres nuevos puntos.
Ya saben aquello de A RÍO REVUELTO GANANCIA DE PESCADORES; en este caso, igual da río que mar.
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