Del seudofeminismo al seudoprogresismo y viceversa

Yo he sido defensor de la igualdad de derechos y obligaciones entre hombres y mujeres desde mi más tierna infancia en mi pueblo de Cuenca, de nombre Ledaña, partido judicial de Motilla del Palancar. Luego me hice alicantino de adopción y ahí sigo (y a mucha honra) defendiendo y practicando el matriarcado que dominaba en mi casa y en todas las que conocí más profundamente por razones de parentesco y pensando que en las demás ocurriría lo mismo, en ocasiones equivocadamente. En casi todas las casas de mi pueblo mandaban las madres y en la mía y las de mis amigos de toda la vida, también.

Quiero (me gusta) pensar que en los tiempos ya lejanos de la familia tradicional predominaba el matriarcado, salvo deshonrosas excepciones. Creo que el machismo es la consumación de un crimen social: la descomposición de la familia tradicional. Se ha casi adueñado de la sociedad el relativismo de la ideología de género que se manifiesta principalmente en la confrontación buscada y promovida desde unas posiciones de izquierdas incansables en su acoso a la convivencia fecunda y enriquecedora de hombres y mujeres.

La lucha por la igualdad de derechos y obligaciones entre mujeres y hombres ha sido y tiene que seguir siendo una tarea permanente. El feminismo verdadero y el progreso auténtico es tarea inaplazable mientras no se consiga plenamente. Avanzar en conquistas igualitarias nada tiene que ver con un seudofeminismo desmadrado y degradante de la figura de la mujer. Nada que ver, tampoco, con el desenfreno de ciertas líderes políticas podemitas y comunistas lanzadas a una guerra contra los hombres como si todos ellos fueran depredadores sexuales además de explotadores laborales de las mujeres.

No me gustan los caminos por donde transita nuestra actual democracia, con antidemócratas y anti España en el Gobierno de la nación. Me parece antinatural que Pedro I el Guapo se alíe con los enemigos del Estado, entre ellos los filoterroristas de Bildu, herederos de los etarras que asesinaron a cerca de mil españoles de bien (bastantes niños y mujeres), entre ellos diez destacados miembros del PSOE de Sánchez. Si eso no es traición que venga Felipe González y lo vea.

Hemos pasado del zapaterismo feminista al sanchismo marxista catalanista tras el insípido rajoyismo dontancredista. No hay moral; no hay principios. Se hacen leyes absurdas, no sólo antihumanistas sino antihumanas. A los padres ya no hay que llamarlos padres sino ‘personas especiales’; y a las madres hay que denominarlas ‘entes gestantes’. Como dice el intuitivo articulista Luis Ventoso, “la reiterada intención de redefinir los términos es siempre la antesala de modificar las realidades para, mediante un borrado paulatino de la identidad, conformar un patrón nuevo adaptado a un canon ideológico inevitablemente castrante para todos a excepción del selecto gallinero que hace negocio con él”.

“El ataque a las familias, de las que se ha intentado regular hasta 37 modalidades para denigrar la principal, la transformación de las familias numerosas en sociedades anónimas “con necesidades especiales de crianza”; la usurpación del papel de los padres en la educación de sus hijos perpetrada por la LOMCE; la aprobación legal ‘sexo sentido’ como tercera vía endiosada frente a la irrebatible biología o la estomagante redefinición de la gramática para acoplarla a un corsé inclusivo, tan estúpido como poco inocente, son, entre otras tantas, otras pruebas irrebatibles de ese proceso de imposición de un universo nuevo ajeno al más elemental sentido común, a la llamada de la naturaleza, a la costumbre y a la espontánea elección personal que ya era tolerante con las demás sin  necesidad de regulaciones majaderas”.

Posdata

Ley protectora de los ‘heteros’.

La situación de los heterosexuales, subespecie humanoide a la que pertenezco (iba a decir que me honraba en pertenecer a ella, pero tampoco es cosa de pasarse) es muy delicada. Yo los veo (nos veo) en vía de extinción a medio plazo por lo que voy a iniciar una recogida de firmas promoviendo una ley protectora de los ‘heteros’. No pretendamos que nos discriminen positivamente. Nada de pedir peras al olmo. Debemos conformarnos con que nos reconozcan unos derechos similares a los consagrados en la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, intentando que no nos apliquen las normas sobre los perros peligrosos ni nos vayan a esterilizar como a los gatos. Debemos ir preparando manifestaciones legales (si las hubiere) y ésta podría ser la pancarta que abriría la marcha hacia el Ministerio de Igualdad: “Heterosexuales unidos jamás serán vencidos”.

Adenda

Tamames, Sánchez y Yolanda. El exmarxista Ramón Tamames dejó desnudos a Pedro Sánchez y a Yolanda Díaz, que acudieron al Parlamento vestidos de azul novio él y de ‘blanca y radiante va la novia’ ella. Tamames los dejó en pelota vida intelectualmente hablando. Cuanto más parlaban, más nítida mostraban su desnudez mental. Ya no son jovencitos, pero mantienen todos los vicios de sus antepasados socialistas y comunistas de 1936. No han evolucionado y hasta han regresado en lugar de progresar como Tamames. ¿Habrán tomado nota los españolitos para no retroceder a las dos Españas que añoran estos dos tortolitos que se dan el pico para fastidiar a Pablo y a Irene?