Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Opinión

Del Pinet al Mollet

El Pinet (Fotografía: Toni Gil).

Esta semana he tenido mi cita anual con la playa de El Pinet —¡todo sea por la costilla!— esa zona costera a la que se accede desde la partida ilicitana de La Marina, pero que está realmente partida en dos: desde el restaurante Galicia hacia el sur, que corresponde al municipio de Elche; y por el contrario la parte norte, que es competencia de Santa Pola. En ambos casos es un conjunto sólo interrumpido por una pequeña cala en la que hay un puesto de socorrismo (supongo que “elchero”), en el que en primera línea unas decenas de casitas y otro hostal restaurante —el Maruja— tienen fecha de caducidad que parece perpetuarse —afortunadamente para sus propietarios— sin límites.

Las viviendas, con sus porches, se defienden de la marea merced a algunas rocas que están allí ni se sabe desde cuándo. En la parte sur, mirando hacia Guardamar, hubo siempre un espacio al que acudían a bañarse y solearse nudistas, especialmente extranjeros. Nunca llegué hasta allí porque el paseo es relativamente largo y uno tiende a respetar a cada hijo de vecino en sus costumbres.

Pero este año, en la parte norte —la santapolera— andando hacia El Mollet me he tropezado con varios septuagenarios —acaso también alguno con un decenio más— con trazas de ser advenedizos (quiero decir allegados desde otros países) en pelota picada, como vulgarmente suele decirse. La zona no está señalizada para tal uso nudista y no me parecería mal que así fuera, de forma que los asiduos y los visitantes esporádicos —mi caso— no se sorprendan cuando un sujeto de flácidas carnes se desnude ante mi paso.

El Mollet es un antiguo y pequeño muelle casi derruido desde el que se cargaban barcazas de sal marina llevándola hacia buques más grandes que, por su calado, no podían acercarse a la salina que allí aún funciona. Es costumbre de los naturales de la zona y de los que la visitamos recorrer la orilla en paralelo al parque natural desde el epicentro de El Pinet hasta ese espigón donde alguien ha colocado este año un azulejo que hace referencia a esos paseos.

Fotografía: Toni Gil.

Así que ahora se convive con los practicantes del nudismo, aunque a algunos vecinos que en verano reciben a familiares con niños les molesta esta “actividad”. Y parece que se han elevado quejas a la Policía municipal —a la de Santa Pola, que es el Ayuntamiento a quien afecta esa parte de la playa— sin resultado aparente alguno. Lejos de prohibir, yo me apunto a dejar a los bañistas desvestidos parte de la zona, quizás colocando una señal a partir de la cual uno ya sabe a qué atenerse.

Pero parece que las “autoridades” miran hacia otro lado para no complicarse, lo mismo que yo hacía cuando me cruzaba con alguna de las parejas, evitando miradas que probablemente a ellos no incomoden, pero que a mí algo me turban.

Toni Gil

Periodista.

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  • Elchero: Forma despectiva con la que los alicantinos se refieren en la actualidad a los ilicitanos. Si no lo fuera, sobraba el entrecomillado. Bravo al autor y a la APPA. Tendiendo puentes . Saludos desde Elche.