Cuán largo me lo fiais

Caro ignoto (Querido  desconocido):

Querido maestro, he querido comenzar esta nueva misiva con el epígrafe anterior porque se acopla verbal y literalmente a los pormenores que te cuento. Ya sé que tú te hubieras expresado de otras maneras, posiblemente más concienzudas y filosóficamente más directas, pero te confieso que ya han pasado muchos siglos de aquellos tiempos que tu viviste y aquestos otros, actuales, más menos, similia similibus a los que viviste tú y que, por desgracia, cambiando épocas, avances técnicos e historia, seguimos siendo homo sapiens, con todas vuestras cualidades y asimismo, con todos vuestros defectos, como lo fuisteis vosotros, nosotros seguimos siendo igual.

Este epígrafe inicial con el que hemos comenzado es de otro célebre español como tú, llamado don Miguel de Cervantes Saavedra, que escribió su obra principal titulada El ingenioso hidalgo don Quijote La Mancha. Para nosotros, modernos, intemporales, respecto a vosotros, lejanos en el tiempo de aquellas épocas que vivisteis y de todos los buenos escritos que nos dejasteis, os seguimos y respetamos, porque lo que vosotros dejasteis dicho en escritos de todo tipo, la mayoría de las veces, son sentencias que encierran en sí “verdades como puños”. Y esta es una de ellas. Y, para esta ocasión, aunque sea una expresión algo arcaica y tópico literario, significamos que las promesas, sueños o proyectos a largo plazo suelen olvidarse con facilidad y desvanecerse con los vaivenes del destino. La expresión aparece en El Quijote, en El burlador de Sevilla y otras obras de autores del siglo de oro: «CUÁN LARGO ME LO FIAIS, AMIGO SANCHO”.

¿Y a qué viene ahora todo este preámbulo?, me vuelves a preguntar, querido maestro. Y yo te vuelvo a recordar que, allá por los meses de marzo-abril del año en curso, recibimos la primera edición del librito que mandamos imprimir, Iatrogenia y filibusterimo sanitario, cuyos dos primeros números fueron mandados al Sr. presidente del COMA (Colegio Oficial de Médicos de Alicante) y a la Comisión deontológica de ese mismo colegio con el fin de que, al tratar en el librito un tema tan, posiblemente, controvertido, de la Medicina y la Sanidad en ESPAÑA, tuvieran conocimiento de ello por mi librito. Como no recibiera contestación alguna por parte de las personas a las que les había remitido los libritos para su consideración, deduje que sería momento para su presentación a todo el público en general y en especial a todo el personal médico-sanitario, a los que específicamente va dirigido.

Como siempre he hecho con los anteriores libros publicados, los he dado a conocer en nuestro Colegio de Médicos en los días y horas que se me habrían asignado que, por supuesto, fueron en las fechas inmediatas a la primera salida de su edición. Pues bien, con este mismo librito, solicité fecha y hora para su presentación y muy amablemente se me contestó, por el correspondiente compañero encargado de tales protocolos y por correo electrónico, que la fecha de presentación que se me había asignado sería para el 9 de enero del año 2025 a las 6 horas de la tarde…

En esos momentos y leyendo ese mismo correo soslayé una evidente sonrisa, igualmente recordé la sentencia que venimos hablando y que se dice en El Tenorio, de José Zorrila, «Para cuán lejos me lo fiais, don Juan…” y continué sonriéndome. Pensé en esos momentos que ello debería tener alguna explicación, pero recordando momentáneamente mis escritos, mis ideas, mis comentarios al respecto y más menos mis propuestas en las conclusiones finiquitadas, todo ello, quizá, no sería o no estaría muy de acuerdo con el statu quo médico-sanitario con el cual nos estamos desenvolviendo actualmente.

Si a ello añadimos el comentario ético-deontológico respecto a estos escritos de una persona de alta cualificación y muy allegada al establishment universitario colegial, de carácter “adulatorio-negativista” por no seguir ideas, ni estructuras literarias al uso político actual; todo lo que viniera de nuevos presupuestos y comentarios al respecto de la situación sanitaria que se realiza actualmente con la presentación del librito, sería contraproducente para toda la clase médica, así pues, daría como previsible el “alargamiento” de su presentación con el fin de que se fuera olvidando que el tal librito ya estaba en la editorial y a la venta.

Otra cosa, y cambiando criterios y opiniones, ad limina, ha sido su presentación-prologal, realizada por un gran periodista, escritor, filósofo y gran comentarista, ético, como es y ha sido, el Sr. don RAMÓN GÓMEZ CARRIÓN —ya jubilado— que, sin ser médico ni sanitario, para mí, como gran profesional y escritor que es, en el prólogo que realiza se ajusta a todo lo que se diga o se ha dicho a tenor de lo que en el librito se ha transcrito, porque él se centra, específicamente ética y moralmente de lo que en él se ha querido dar a conocer dentro de las verdades científico-médicas que manejamos todos los sanitarios.

Desde estas líneas, quiero darle mis más expresivas gracias por ese prólogo tan filosófico y ético en un tema tan controvertido médico-sanitario. Sigo pensando que con lo que a través de la historia reciente se ha dicho sobre la Iatrogenia y el filibusterismo sanitario, que de ella sociopolíticamente se ha podido desarrollar la verdad, y tras la revisión de múltiples escritos seguros, está o pueda estar en el posible dicho del estagirita Aristóteles cuando en su Ética a Nicómaco (su hijo), le dice, aquello de que in medio virtus, seguro que en los medios, siempre está la virtud.

Con lo cual termino diciendo que la presentación del controvertido librito ya para aquellas fechas del 9 de ENERO de 2025 se nos olvidó lo que queríamos decir o podríamos haber dicho. — HE DICHO.

(SENELOGSCRIPTOS-A15M8L2024).