Conviviendo con el silencio

Caro Ignoto (Querido Desconocido):

Sábete que:

“El silencio más profundo / Es retórica excelente, / Para con Dios, elocuente, / Y en ocasiones, / Oportuno para el mundo.”

Autor medieval desconocido

Ante el ruido con que rueda la ruda tempestad de la moderna actualidad informativa de los momentos actuales, dados a conocer por todos los medios informativos escritos, orales, televisivos, radiofónicos y por todos aquellos otros medios habidos y por haber, expuestos por plumíferos y plumíferas, la mayoría de las veces, por no decir todas, sucedidos sociopolíticamente hablando, vale la pena, en estas ocasiones, callarse y escuchar cada cual, en su propio silencio, la conciencia de sus íntimos pensamientos elucubrativos de lo que se oye, se ha oído, o se ha comentado en esas mesas “gallineriles”, la mayoría de las veces tendenciosos y faltos de los más elementales criterios de verdades éticas exentas y alejadas de problemas gástrico- viscerales.

Me creo que el nombrar aquí la palabra ética o bioética es nombrar “la bicha” en el corral de conciencia moral que se circunscribe en toda la mass-media sociedad cultural o semicultural de medios de comunicación, actualmente vigentes y tremendamente controlados desde los poderes del Gobierno. Esta sociedad periodística se expresa mejor “machística” o “feminísticamente” hablando y escribiendo, que expresándose en conciencia, ya que y por decir, “populísticamente” hablando, “esta era verde y se la comió una vaca”.

Es, por todo este embrollo y ruido de discursos insidiosos, maledicentes de bulos y más bulos, de mentiras a medias, o de mentiras “a enteras”, que se desdicen a correo seguido, que, aquellas otras conciencias, que también las hay, esconderán en lo más íntimo de sus almas, con sus silencios más propios, el desánimo de un sinvivir acorde con el de una sociedad en paz y convivencia que actualmente, y por más que se cacaree, no existe. Decir lo contrario no es más que esconder la mentira de una realidad que a todas luces, se diga lo que se diga, se está escondiendo, razonable o irrazonablemente, como metodología para mantener un poder sin la aquiescencia de las gentes dominadas y, claro está, sociológica y políticamente bien dirigidas y democráticamente hablando, en la actualidad.

Sigamos pues con el silencio que apaga sentimientos y mueve a meditaciones más profundas. Recojámonos en nuestras intimidades y dejemos para otros el deber de tratar de mejorar las situaciones vivenciales que nos aquejan. Que se pare esta noria de insidias y maledicencias, que yo quiero bajarme y continuar con mis meditaciones sobre algo más supremo, sin decir nada a nadie de lo que fue, de lo que era o haya sido. Pero no por ello dejaré de considerar la felonía de nuestros dirigentes gubernamentales, que no les ha importado traicionar los más elementales principios de promesas o juramentos que en su día hicieron en defensa o para defender la Constitución, la unidad de España y la salvaguarda de sus instituciones y el bienestar de sus ciudadanos.

Que no les quepa la menor duda, que allá en lo más recóndito de mi silencio y en meditación constante conmigo mismo, seguiré recordando igualmente a todos aquellos que tutelan, aportan y defienden con sus apoyos incondicionales a los felones, traidores, mentirosos, embaucadores, indignos de un pueblo con tan grande historia y merecedor de otros dirigentes más honrados.

…Y para concluir esta pequeña reflexión a vuela pluma, de un semidespertar en mi ensimismamiento libertario, por decir de alguna manera ante todas las barreras y paretones sociales y no sociales que se nos están imponiendo, que coartan nuestra verdadera libertad, quiero seguir con mi silencio, por aquello de que debo aprender con mi sordomudez que oiré mejor los sonidos interiores de mi alma, a saber callarme en las discusiones, sean de la índole que sean, y así, incluso, y de esta forma y manera, evitaré de posibles malos entendidos que se dirán, dijiste, tergiversando lo que hubieras dicho, de mil y una manera, previniendo, en ocasiones, hasta evidentes tragedias. Igualmente, no olvides que “en boca cerrada, no entran moscas…”

«Así pues, seguiré soñando y esperando tiempos más propicios para despertar».

Senelogscriptos A23M12L2023