Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Caminando con la historia

Cervantes en Lepanto, “el príncipe de los ingenios”

Supuesto retrato del insigne escritor español Miguel de Cervantes Saavedra , atribuido a Juan de Jáuregui. Aunque Cervantes escribió, en el prólogo a las "Novelas ejemplares", que Juan de Jáuregui le había retratado, no hay ninguna documentación que asegure que éste sea de Jáuregui, y menos que represente a Cervantes. No existe ningún retrato auténtico de Cervantes (Fuente: Wikimedia).

¿Qué decir del escritor español más universal de todos los tiempos? Participó en la legendaria batalla de Lepanto donde resultó herido y perdió la movilidad de la mano izquierda. Don Miguel de Cervantes Saavedra, aunque llamado el “manco de Lepanto” (a pesar de que su mano nunca fue amputada), a mí me gusta más llamarle “el príncipe de los ingenios” porque describe mucho mejor su genialidad. Su historia de vida asombraría al mismísimo Hollywood, pero claro, era español.

Su Quijote ha sido traducido a casi todos los idiomas, siendo, por qué no decirlo, un novelista inmortal.  Su fecha de fallecimiento no coincide con la de Shakespeare, como muchos creen, ya que fue un día anterior, y no existe ningún registro de la verdadera imagen del fabuloso novelista, a pesar de la popularizada con el supuesto retrato atribuido a Juan de Jáuregui.

Tuvo problemas con la Santísima Iglesia y fue excomulgado en tres ocasiones, por problemas de impuestos, ya que Cervantes, cuando trabajó en la Administración, quería cobrar por su trabajo y la Iglesia le “extorsionó” excomulgándole.

No puedo dejar de decir en estas breves líneas (y mira que me fastidia) cómo los productores españoles siempre tienen que hacer de menos lo nuestro, ya que en la serie de RTVE titulada El Ministerio del Tiempo, ponen en uno de los episodios a Cervantes como seguidor, o más bien admirador, de William Shakespeare y la verdad es que era todo lo contrario: el literato inglés fue un ferviente admirador de la obra de nuestro novelista y, como ejemplo, en 1613  escribió la obra de teatro Historia de Cardenio basándose en el personaje con el mismo nombre de El Quijote.

Podemos añadir también que fue tartamudo, «será forzoso valerme por mi pico que, aunque tartamudo, no lo seré para decir verdades». También podemos nombrar a Alonso Fernández de Avellaneda, seudónimo del autor del Segundo tomo del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (¿podría ser Lope de Vega?), al que, con un pie de imprenta falso que lo ubica en Tarragona (habiéndose impreso en Barcelona) hoy se conoce como El Quijote de Avellaneda. Posiblemente nunca lo sabremos.

Escultura de Miguel de Cervantes de Antonio Solá en la Plaza de las Cortes de Madrid. Fotografía de Luis García (Fuente: Wikimedia).

Lepanto fue una famosa batalla ocurrida el 7 de octubre de 1571 y su nombre viene porque tuvo lugar cerca de la ciudad griega de Náfpaktos que, traducido al italiano, quiere decir Lepanto, lo que sería actualmente el Golfo de Corinto. A día de hoy está considerada la mayor batalla naval de la edad moderna, con más de 400 galeras y cerca de 200.000 hombres, donde se enfrentaron las dos mejores armadas del momento y donde la artillería europea consiguió superar a las fuerzas otomanas.

En una época donde la cristiandad se veía amenazada por el poderoso imperio turco otomano, bien entrado en el siglo XVI, los osmanlíes realizaban constantes incursiones en zonas cristianas del mediterráneo, casi hasta llegar a la mismísima Viena, por lo que se formó una gran coalición que se llamó la “Liga Santa”, donde España encabezaba la lucha  junto a los  Estados Pontificios, las repúblicas de Génova – Venecia,  la Orden de Malta y el Ducado de Saboya, con la única misión de destruir la poderosa flota turca que acaudillaba Alí Bajá y que, tras la derrota, se llegó a apresar 167 naves enemigas, liberando a más de 13.000 remeros cristianos condenados a galeras.

Lepanto y la victoria de la armada ofreció a España una consolidación de su hegemonía, además del freno en la expansión otomana hacia Europa, y fue donde nuestro soldado don Miguel siempre estuvo orgulloso de haber luchado diciendo: “la más memorable y alta ocasión que vieron los siglos, ni esperan ver los venideros” (Novelas Ejemplares, prólogo). Posteriormente en el siglo XIX, Cervantes fue nombrado coronel honorario del Cuerpo de Inválidos de la Patria.

Soldado y literato, finalizo este artículo con la curiosidad de la errata en  su epitafio donde, a mediados de 2015, encontraron la tumba de Miguel de Cervantes inaugurando un  monumento funerario en Madrid y que el epitafio decía:

 «El tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir», frase de la obra de Los trabajos de Persiles y Segismunda que incluye la  errata, ya que el nombre es Sigismunda.

Jorge Monreal

Natural de Madrid y dianense de adopción, estudié Educación Física (INEF) y toda mi vida ha estado vinculada a la nutrición y alimentación para el alto rendimiento deportivo, aunque mi vocación siempre fue el periodismo, así que con la ayuda de la Universidad de Barcelona logré tener el grado de comunicación además de otros estudios paralelos como Máster de Comunicación Empresarial y Corporativa en la Universidad Isabel I, un posgrado en Publicidad y Relaciones Públicas y un MBA en una escuela de negocios en Florida.

Lo importante es que soy una esponja para el periodismo y su historia, presente y posibles escenarios de futuro. Formar parte de la familia periodística y más concretamente de la APPA ha sido un verdadero honor al que espero poder contribuir engrandeciendo la Asociación y buscando un futuro próspero como profesionales y comunicadores, aunque tenemos que reconocer que en España nos queda un gran trabajo.

1 Comment

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  • Muy interesante tu artículo, Jorge y muy acertado con lo de Sigismunda. Creo, sin embargo, que el elogio a Lepanto lo hace , en el prólogo, no de las novelas ejemplares, sino de la segunda parte del Quijote. Un abrazo.