Cazando mamuts

Vive la différence! Que dicen los franceses cuando hablan de igualdad, aunque no se si lo dirán todavía, no creo. No hay “collons”.

Preguntar la edad a una mujer siempre fue una indiscreción, ahora decir “qué guapa te veo” es un insulto, dejar pasar delante, de viejunos machistas y contar algún chiste rozando el género, desafortunado y antediluviano.

Lo ponen difícil, hay algunas artimañas dialécticas que pueden servir, aunque lo normal es que si eres “baby boomer” quedes fatal.

Todo ello supone sumo cuidado de usar lenguaje sexista, inapropiado o incorrecto con los tiempos que corren. Hay un famoso programa tentador en el que se permite insultar a los hombres con todo tipo de epítetos malsonantes o tacos y a ellos solo se les permite llorar (curiosamente ellas y ellos hacen exactamente lo mismo, básicamente poner cuernos).

Pero a pesar de esta tontuna contemporánea y que deriva en injusticias que pagaremos como sociedad, lo cierto es que creo que, si hay algo sorprendente en este planeta, es la mujer.

He tenido la suerte de conocer, vivir y trabajar con personas muy variadas y singulares, pero si pienso en ello son ellas las que más me han influido y fascinado.

Su inteligencia, su complicación, su orden, su estética, su sabiduría, su valor, su forma de afrontar la vida, su entrega, su ambición, sus contradicciones, su clarividencia y si me permiten, su forma de mover el cuello, esa manera de estirarse las mangas largas, su capacidad de seducción y su forma de amar.

Creo que los hombres somos más simples, eso nos hace parecer más prácticos y a veces inteligentes, nos atrevemos tal vez más, cazamos mamuts, pero no somos nadie ante ellas, somos de ellas.

Históricamente la mujer siempre fue una marginada ante la ley. Los hombres siempre temen aquello que les impone. Ahora, las leyes de igualdad han creado que la balanza se venza hacia el otro lado, triste e igual de injusto. Esa marginación legal a la mujer no era correspondida con un dominio real. De hecho, no hay ninguna cultura donde ellas no fueran pieza fundamental como no puede ser de otra manera, y mandar ha mandado en todas las culturas, en todas las civilizaciones, muchas veces en colectivos y siempre en los hogares y células familiares, en lo realmente importante.

Esta semana fue el día de la mujer y vimos las distintas formas de celebrarlo que se han dado, el panorama al menos es variopinto y difuso creo.

Me quedo con el homenaje a las enfermeras y personal femenino de los hospitales, esta semana he estado con ellas cuidando a la mujer a la que debo estar aquí: mi madre.

Gracias a todas. Feliz día.