Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Reportajes

Borneo durante el Imperio español

Confines del mundo. Mapa de Theatrum orbis terrarum, de Abraham Ortelius. Amberes, 1570.

“El Galeón de Manila trazó la ruta desde Nueva España a Filipinas durante dos siglos y medio, impulsando el comercio de mercaderías y potenciando los intercambios culturales. Su presencia en ese escenario fue lo suficientemente importante como para que ‘el lago español’ se convirtiese en el término con el que se conoció al océano Pacífico durante siglos”.

Oskar Hermann Khristian Spate, The Spanish Lake, 1979.

Acuerdo AKUS

En otros reportajes anteriores he comentado que quien domina el Pacífico domina el mundo. Si antiguamente fue el Imperio español quien lo dominó, actualmente son China, Japón, Australia y Estados Unidos quienes lo dominan, por ello han realizado el acuerdo o pacto estratégico bautizado como AKUS (del acrónimo en inglés de Australia, Reino Unido y Estados Unidos países de habla anglosajona–) y tiene en mira «defender los intereses compartidos en el Indopacífico» como un intento de contrarrestarlos avances de Pekín en la zona geoestratégica del Pacífico.

El Imperio español en Asia-Pacífico

La Corona española en el periodo hispano portugués de los siglos XVI y XVII también tuvo derechos de asentamientos en territorios del Imperio portugués en Asia bajo la Casa de Austria. Asimismo, tienen sello español los primeros avistamientos europeos de Nueva Guinea, Hawái y Australia, sin embargo, el Imperio español en Asia y Oceanía abarcaba las islas Filipinas, las islas Palaos, las islas Marianas (incluyendo Guam), el norte de Formosa (hoy Taiwán), las islas Carolinas (que incluían las islas Marshall y las islas Gilbert, consideradas parte de las islas Carolinas Orientales) como parte integrante del Virreinato de Nueva España (México). Su capital era Manila, en las Filipinas.

Durante diversos momentos de su historia, el territorio español también abarcó las islas de Ternate y Tidore (Molucas septentrionales), norte de Borneo, la provincia de Papúa Occidental (Nueva Guinea), un protectorado sobre Camboya, varios atolones e islas de la Melanesia (Santa Cruz, Salomón, Almirantazgo y Nuevas Hébridas) y la Polinesia (Tuamotou, Line, Cook, Marquesas y Ellice).

Para conocer la historia de los españoles durante las colonizaciones y la introducción del comercio, la lengua y la religión, aunque cada una de estas colonizaciones de para varios libros, sirva la breve recopilación que sigue para traer a estos gigantes de nuevo a nuestra memoria. Entre algunos libros, cito: El Imperio Español en Oceanía, de David Manzano, en la editorial Almuzara; y El mar español (España en el Pacífico) de Borja Cardelús, entre otros libros sobre el tema.

Españoles de la isla de Borneo

Los navegantes Francisco de Magallanes y Juan Sebastián Elcano arribaron en las costas de la isla de Borneo en el año 1521, en el viaje de circunvalación de la Tierra y llegada a Filipinas (Ver mi reportaje sobre el Niño de Cebú). Cuando el archipiélago filipino fue sometido por el navegante español Miguel López de Legazpi, una flotilla del sultán de Borneo auxilió a los príncipes de Manila, ya que uno de aquellos príncipes era oriundo de Borneo. Y en 1577, cuando un pretendiente al trono de Borneo llamado Sirela solicitó el apoyo de España, el gobernador español de Filipinas Sande, zarpó de Manila con una escuadra de 30 bajeles y 2.200 hombres. Proclamado Sirela rey, el nuevo monarca prestó homenaje a España. Pero entonces el soberano destronado buscó refugio en las islas Molucas, solicitando el auxilio de los portugueses, quienes aspirando también a la posesión de Borneo, organizaron una flota que, bajo las órdenes de Héctor Brita, venció a Sirela, quien huyó a Manila y solicitó nuevamente el apoyo de España. Estos enviaron al capitán Gabriel de River con un pequeño ejército que derrotó a los ocupantes y restableció a Sirela en el gobierno.

Isla de Borneo.

En 1646, una serie de combates navales conocidos como las batallas de Manila se libraron entre las fuerzas de España y las holandesas, en el marco de la guerra de los Ochenta Años. Los escuadrones holandeses fueron derrotados severamente en todos los frentes por las fuerzas españolas, lo que obligó a los holandeses a abandonar sus planes para una invasión de las Filipinas.

La colonia española se asentó en la región norte de la isla de Borneo fue levantado por Rafael Omen de Acevedo en el año 1648, al vencer a los nativos camucones. Pero en la última mitad del siglo XVII España tuvo que concentrar sus fuerzas en Luzón por falta de efectivos, ofreciendo a los piratas de la región libertad para que actuaran. A principios del siglo XVIII los tirones, que dependían del sultanado de Joló (isla situada entre Filipinas y Borneo) se hicieron independientes.

El soberano javanés Bantam cedió a los neerlandeses en 1778 unos territorios de la costa oriental de Borneo cuyo dominio poseía por derecho de herencia. Esta cesión tuvo gran importancia en el futuro, ya que fue considerada como fundamento jurídico de la soberanía que ejerció Holanda en gran parte de la isla.

Archipiélago de Joló

El Archipiélago de Joló son unas islas en el suroeste de Filipinas entre Mindanao y Borneo, y tiene una población de aproximadamente 300.000 personas. Joló también es el nombre de una localidad en la isla, que es a su vez la capital de la provincia de Joló. Aproximadamente, un tercio de la población vive en el municipio de Joló.

A fines del siglo XVIII y principios del XIX los piratas joloanos dominaron la zona. Con el objetivo de reducir a los corsarios, partió de Manila una escuadra española que en 1851 bombardeó y tomó la capital de Joló. A través de la firma de un tratado, este territorio y todas sus dependencias pasaron a formar parte de los dominios de España en el archipiélago de Joló; y para desvanecer toda duda con respecto a Borneo, el sultán Mahamad-Diamarol Alam declaró en 1862 que el grupo de las islas de Joló y Tawi-Tawi pertenecían a los españoles por derechos de conquista y anexión. El Tratado de Licup, firmado el 22 de julio de 1878, también reconocía el dominio eminente de España sobre el archipiélago y sus dependencias. Pero las negociaciones diplomáticas entabladas ese mismo año a causa del establecimiento de la British North Borneo Company en el norte de la isla, tuvieron como resultado el protocolo del 7 de mayo de 1885 que, suscrito por los representantes de España, Inglaterra y Alemania, declaraba que a cambio del reconocimiento de la soberanía española en Joló, el gobierno de este país debía renunciar a favor de Inglaterra, a cualquier pretensión de soberanía sobre los territorios del continente de Borneo y de las islas vecinas de Balambamgan, Banguey y Manali, así como a todos los territorios comprendidos en una zona de tres leguas marítimas a lo largo de la costa, que formaron parte de los territorios administrativos de la British Company hasta 1905.

Economía colonial

Durante la segunda mitad del siglo XVII la débil situación de la economía de la región y la falta de monedas en circulación hizo que se permitiera la utilización de monedas extranjeras como el real de a 8 español de plata. Para garantizar la circulación y su valor, dichas piezas fueron marcadas con un pequeño dibujo que representaba la Dhamacakra (rosa de la ley). Este curioso dibujo se estampó sobre todo tipo de monedas españolas, táleros de María Teresa I de Austria, una moneda de plata, que se ha utilizado en el comercio mundial continuamente desde que se acuñó por primera vez en 1741. Como 5 francos franceses y 960 reis brasileños.

Real de a 8 español de Carlos III.
Ejemplar de la moneda.

Conclusiones

Desde antiguo se sabía que quien domina el Pacífico dominaba el mundo. Por ello, tanto los portugueses como los españoles, neerlandeses y británicos lo dominaron por la importancia de las riquezas de los países ribereños. Actualmente los dominan China, India, Australia y Estados Unidos.

 

Ramón Palmeral

Soy escritor con más de 40 libros publicados sobre temas diversos. Socio de Honor de Espejo de Alicante, socio del Ateneo Blasco Ibáñez de Valencia, colaborador de la Fundación Cultural Miguel Hernández de Orihuela. Publico crónicas culturales y políticas con un sentido satírico desde hace más de veinte años, puesto que considero que la labor del ciudadano y de la prensa es la de fiscalizar al poder. Dirijo el portal Nuevo Impulso.net de arte, cultura y opinión. Mi correo: ramon.palmeral@gmail.com

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