Bernardo Ruiz llegó al ciclismo ‘sin darse cuenta’ gracias a la bicicleta con la que realizaba estraperlo

En el azar o por “(…) razones que la razón jamás entenderá» (Aristóteles, filósofo en la Antigua Grecia), la vida te ofrece la ocasión de actuar, oportunidad, sin darte cuenta al principio, sendas de futuro en la esperanza. La Guerra Civil en España (1936-1939) llegó por sorpresa a la vida del niño de 11 años Bernardo Ruiz Navarrete, en su Orihuela natal, geográficamente ubicada en el lado republicano por la división bélica creada con el alzamiento nacional de julio de 1936.

Luego, sin que el adolescente llegara a ser consciente, como jugando, por inesperadas circunstancias sociales, su bicicleta y las necesidades económicas de su familia, en una situación económica repentina, pedalada a pedalada, cuesta a cuesta en la carretera desde Orihuela ciudad por Torremendo hasta Cartagena (cientos, miles de viajes, itinerario de ida y vuelta el mismo día varias veces por semana, durante años) ayudaron a su musculatura y su cuerpo, convirtiéndole en lo que consiguió ser: ciclista de élite mundial. Tour, Giro, Vuelta a España…

El niño Bernardo Ruiz y su bicicleta

Bernardo Ruiz Navarrete (Orihuela, 8 de enero de 1925; 98 años), en una entrevista en Radio Orihuela SER allá por los años noventa, regalo que sentí y agradecí como periodista novato, hace más de tres décadas, compartió a través del micrófono uno de sus secretos personales: “Gracias a mi bicicleta y los viajes desde la infancia por el estraperlo, varias veces a la semana por las cuestas de la carretera hacia la pedanía de Torremendo y por el puerto de Rebate, desde Orihuela hasta Cartagena y luego, de inmediato, el regreso de Cartagena a Orihuela, me convertí en ciclista, sin darme cuenta”.

En la acción del estraperlo (durante la Guerra Civil y la posguerra de los años cuarenta y cincuenta, 1940-1959, en España), quienes ejercían esa arriesgada actividad comercial, en el supuesto que nos ocupa aquí, en Orihuela y partidas rurales, con valentía y astucia traían de otros lugares, con destino a la venta clandestina, pequeñas cantidades de alimentos (patatas, huevos, cereales, pan…), entre otros objetos de primera necesidad que escaseaban. Y a diario, sin otro modo más seguro de abastecimiento a la población, los estraperlistas sufrían las requisas de las patrullas de la Guardia Civil, que apostadas en carreteras locales, comarcales y en caminos, daban el alto a los sospechosos e imponían multas… En alguna ocasión, el estraperlista y sus cómplices hasta llegaban a sufrir detenciones durante noches; noches en los calabozos locales y comarcales de la Benemérita y hasta penas de prisión menor…

En toda vida, incluida la tuya y la mía, si regateas dudas y excusas (yo dejé hace años de mirar hacia otro lado ante una oportunidad en la esperanza), yo sé con certeza plena, por experiencia propia, que la necesidad te adiestra en la resolución (proceso para descubrir la solución), resolución en tu vida tanto o más crucial que el instinto de subsistencia. Y así, de inmediato, a la vez, salvo que las circunstancias o el miedo te impidan actuar, la necesidad y tus acciones para enfrentarlas te avivan el fuego interno del talento unido al sacrificio, energías necesarias y puerta hacia la felicidad.

Así, sin darte cuenta, tus acciones te nutren y potencian y las afianzas hacia una rutina, hábito fértil: tu afán de superación. Y casi a ciegas, en el gozo del juego, sin esfuerzo aparente, desarrollas capacidades ocultas en tu cerebro (lo adiestras) y potencias, según el caso, tu condición física (la fortaleces) con tu atrevimiento sumado a tu voluntad en el disfrute de cuanto haces cada día.

“Yo soy yo y mis circunstancias”

El filósofo y ensayista español Ortega y Gasset (1883-1955) escribió: “Yo soy yo y mis circunstancias”. Y nos legó, más crucial si cabe, una reflexión que te empuja, sin excusa, hacia la acción (todo pensamiento que se te torna en más real, y se te encarna en palpable, gracias a tu acción): “Si nos preguntamos en qué consiste ese estado ideal de espíritu denominado felicidad, hallamos fácilmente una primera respuesta: la felicidad consiste en encontrar algo que nos satisfaga completamente”.

En esta Hoja del Lunes de la APPA (Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante), por el aniversario del nacimiento humano (30/octubre/1910) del poeta Miguel Hernández, (el literario y universal en la conciencia humano el 28 de marzo de 1942, ya moribundo en la enfermería de la prisión en Alicante), te recuerdo que el pasado lunes 30 de octubre, en esta sección Pisando Área, te reflexionaba sobre, así lo creo:

“(…) el privilegio de nacer más de una vez: bien por la bondad de Dios (quien nos creó; Dios en mayúsculas por mi respeto sincero y la humildad debida de simio vanidoso…), bien por un regalo caprichoso del destino (¿Qué es? ¿Crees en el destino?) o por circunstancias (inescrutables) tras nuestro nacimiento del vientre materno, o tal vez nacemos más de una vez en los retos preñados por tus acciones y por cinco aliados invisibles (seres inspiradores o dioses mágicos en la mitología de la Grecia Antigua): oportunidad, voluntad, atrevimiento, resolución y acción.”

Te recalco, aquí, que “por una de las anteriores sendas (Dios, destino, las circunstancias o en tus acciones) en nuestra vida de laberintos y de encrucijadas, desconocidas cuando naces primero del vientre materno, luego se te presenta la oportunidad de nacer dos o más veces en la misma vida… Yo lo sé por mis experiencias vividas… pero las compartiré contigo otro día”.

Mi afirmación de saber una cosa por experiencia propia, por lo demás, y sin más dilación, me obliga a compartir contigo aquí (por si a alguien sirve en su vida) que Pedro Jesús Bernabéu Mora, estudiante opositor en 1987 por vocación pedagógica para ser profesor de Geografía e Historia, con destino al aula de un instituto de Secundaria, recibió la visita, inesperada y oportuna, de un desconocido Pedro Pagán (coordinador de la programación deportiva de Radio Orihuela), quien viajó hasta Granja de Rocamora una tarde de agosto de 1987 cuando me abordó, sin avisar, en la puerta del domicilio familiar: “¿Eres Pedro J. Bernabéu, colaborador de RNE en Elche, el del programa deportivo de los miércoles por la noche, con Valentín Medina?”.

“¡Por supuesto!” (oportunidad)

Recuerdo, como si fuese este mismo instante contigo, que sin dudarlo ni pensarlo, lancé una respuesta al visitante inesperado, seguramente, pensamiento irreflexivo por mi actitud innata, rutina hacia la aventura del saber y aprender, compañera amiga que me socorre y alegra, desde mi infancia: “¡Sí! ¡Colaboro una vez a la semana con mis comentarios y crónicas sobre fútbol regional en RNE en Elche; quince minutos, todos los miércoles por la noche! ¿Qué deseas?”.

Me miró el desconocido a los ojos, sentí su silencio y un diagnóstico invisible, el suyo, unos dos segundos, y me espetó: “¿Quieres hacer una prueba para ser el redactor y dirigir y ser además el locutor de nuestro programa de deportes en Radio Orihuela, edición de media hora diaria de lunes a viernes, de nueve a nueve y media de la noche?”. Y ahí, una vez más, mi cerebro y mis labios se desbocaron: “¡Por supuesto!” (oportunidad).

En un abrir y cerrar de ojos, en septiembre, comencé a acudir a los entrenamientos y a los partidos oficiales del Orihuela CF, entonces en Tercera División con el presidente Pedro Albarracín y el entrenador José Antonio Rodríguez Girona ‘Machuca’; aprendí de las jugadoras del Club Baloncesto Orihuela y de la inteligencia del técnico Miguel Ángel Robles…: disfruté de la amistad con los rivales en el ‘tercer tiempo’ en rugby, tras finalizar el partido de competición, hermandad deportiva que descubrí y gocé gracias a los bravos jugadores del Orihuela Club de Rugby con los hermanos Balaguer a la cabeza en Segunda División.

Me fui adiestrando crónica tras crónica en el balonmano con los semiprofesionales del Club Balonmano Torrevieja y del Club Voleibol Almoradí (entre ellos Venancio Costa, años después capitán de la Selección Española en las Olimpiadas de Barcelona 92…), aprendí de su entrenador, José Antonio Navarro ‘Fari’… y de tantos y tantas protagonistas del deporte en Orihuela y la Vega Baja…

Sin esperar en un principio, pero con ahínco y entusiasmo por aprender, desde Radio Orihuela (1987-1997), por numerosos y diversos deportes, polideportivo providencial, en mi aprendizaje, gracias a las crónicas y aspectos periodísticos que asimilaba noticia a noticia, crónica a crónica, entrevista a entrevista y día por día, fueron los protagonistas del deporte quienes me catapultaron hacia nuevos retos: las páginas del diario La Verdad (1987-2007), primero en la sección de Deportes y luego pude dar el salto, con seguridad y entusiasmo, al resto de las secciones del periódico, todas ellas con interesantes y enriquecedores vocabularios específicos: social, política, sucesos…

De la Olivetti al micrófono y el Macintosh

Por mis acciones y las circunstancias, los retos que son oportunidades, me pude colegiar en marzo de 1988 en la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), y también en la Asociación Española de la Prensa Deportiva (AEPD), con el objetivo de afianzar mi vocación como profesional.

En el entusiasmo por mejorar, aprendí de dos investigadores del lenguaje que considero imprescindibles: ‘El estilo del periodista’ de Alex Grijelmo, más en el compendio de saber ‘El dardo en la palabra’, entre risas, miradas irónicas y metáforas ocurrentes, con el sin par Fernando Lázaro Carreter. Mis dos maestros en la corrección del error y el desarrollo periodístico durante mis veinte años de disfrute en la trinchera diaria, buscando y presentando noticias en Orihuela y en la Vega Baja alicantina. Y observando a diario cómo presentaban noticias los compañeros y compañeras profesionales (Ramón Gómez Carrión, Mariano Caballero, Juan Antonio Calvo, Antonio Cutillas, Juan José Sánchez, Ginés Conesa, Teresa Cobo, Julián Íñigo, Pedro López,…).

Con seguridad, por afán de formación y siempre en el atrevimiento, que te recomiendo siempre, desde la máquina de escribir (Olivetti) y el sobre (con los textos y las fotos del inolvidable Tony Sevilla) que enviábamos, a diario en el autobús, hasta la delegación del periódico en Alicante, salté al primer ordenador. Y luego pude dominar el Macintosh más sofisticado, maquetando las noticias, dándoles forma con mis propias manos, gracias al adiestramiento del mago Paco Pagán (instructor de nuevas tecnologías en la sede central del diario La Verdad en Murcia) por sus visitas a nuestra delegación en Orihuela. Aventura apasionante y gozo agradecido el mío durante veinte años como profesional del Periodismo…

De ese modo, cuando decidí que había llegado el tiempo de pasar página solicitando una excedencia en el diario La Verdad, la resolución adiestrada desde mi infancia me ayudo a caminar hacia el camino de felicidad que recorro hoy…

“Libertad, poder hacer lo que sabes que debes hacer”

Hoy, en mi libertad (“Libertad es poder hacer lo que sabes que debes hacer”, en la Grecia Clásica), permíteme la licencia, el atrevimiento de insistir aquí, con ánimo resuelto, en reivindicar lo inevitable, frente a la insaciable hambruna egoísta y demente de los independentistas ególatras y analfabetos (no confundas a aquellos con catalanes y vascos nacionalistas sensatos y equilibrados), reiterando (por considerar crucial para el bienestar y la convivencia) parte de mi Pisando Área del 16 de octubre, a continuación, a saber:

“¡A votar!” “¡Quiero votar!” Esa solución la pensé hace semanas. Pero entonces carecía de un candidato digno y apropiado que enfrente con resolución el reto actual en España. Porque los problemas que enfrentará, de índole social y económica, de actitud ética generalizada en el egoísmo, son gravísimas carencias hace años, cada día más agravadas por una clase política en la ineptitud de la ceguera de intereses personales y espurios. Y hasta me atreví a proponer elecciones, e insisto en su necesidad hoy más que ayer, en mis comentarios a las aportaciones de don Ramón Gómez Carrión y de Pepe López, aquí en Hoja del Lunes de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante (APPA).

Tibieza y silencio que acredita las mentiras

¿O sólo votamos cuando interesa a los políticos de turno? Mercadeo político pestilente, egocéntrico y vanidoso, soberbio y deleznable, camuflado todo por máscaras de falsedades e intereses espurios, entre otras, son las descalificaciones que más se oyen hacia la clase política, casi casta desacreditada. Reproches que escuchamos en todas partes y a todas horas, y en todas las tertulias, menos en los medios de comunicación sin ética, teledirigidos por los gobiernos, seudoperiodistas infames para nuestro oficio por su imperdonable subjetividad falsaria y sectaria… Socialistas cobardes, periodistas infames y ciudadanos cómplices que por tibieza o silencio acreditan las mentiras reiteradas…

Quienes más saben desde el periodismo y han vivido en la política española asuntos ligados a intereses privados camuflados en la disciplina de voto, huérfana de ética por asegurarse la nómina, de estómagos agradecidos (metáfora crítica de José María García, periodista deportivo), me aseguran que el descrédito infame se ha generalizado en el Congreso de los Diputados y el Senado de España. Gallinero político de egoísmos y vanidad, en numerosas ocasiones cacareo rayano el alfabetismo verbal, histórico y cultural de la clase política, latente analfabetismo vanidoso desde hace tiempo, incubado en los laboratorios de Cataluña y del País Vasco, y contagiado en todas partes…

Deleznable clase política actual, salvo contadas excepciones de nombres y apellidos elogiables… ¡Haz tu lista! Hazla en silencio por evitar envidia y traición de quien impone, sin ética, la disciplina de voto. Pero que por un descuido o valiente abstención tal vez reivindique, al fin, la honradez política en minoría y trance de desaparición.

Por combatir la amnesia generalizada, debido también a lo efímero de la palabra (hablada y escrita), os recuerdo de la vigente Constitución Española de 1978:

“Artículo 92. 1. Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los españoles.

Artículo 1. 2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

Artículo 2. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.”

¡A votar! ¡Qué yo quiero votar! ¡Y mi vecina María, también! ¡Y Pepe, el carnicero de la esquina! ¿Te atreves Pedro? ¿Otro reto electoral?

A esperar, condenados estamos, sin remedio. Pero que sea un tiempo en tu libertad y mi libertad, sin hipotecas ideológicas ni hipocresía sectaria, ni aborregadas ni serviles en la irracionalidad… Siempre, compañera, compañero que compartes este instante, te deseo que camines viviendo tu alma libre, en la espera, desterrado todo vasallaje… en libertad. “Libertad es poder hacer lo que sabes que debes hacer”, en la Grecia Clásica

Porque el tiempo es juez inapelable. La Justicia, jueces y magistradas libres guiados por el imperio de la ley en nuestra Constitución Española, fiscales y juristas, catedráticos y catedráticas, abogados, procuradores…, notarios por unanimidad en España, empresarios libres… en vuestra unidad formáis la fuerza invencible, energía imposible de ser doblegada por las imposiciones cobardes nacidas de la debilidad y la sumisión…

Hasta en el PSOE actual, libres y sin servilismo como el expresidente Felipe González, el exvicepresidente Alfonso Guerra, exministros del PSOE como Corcuera… etcétera, etcétera, (serán más; sólo es cuestión de tiempo), en su autocrítica constructiva rechazan la proclama guerracivilista (pretenden dividir a españolas frente a españoles para manipularnos)y los pactos dañinos con el independentismo demente, firmados por el PSOE podemizado (radicalizado) por su actual secretario general, Pedro Sánchez (alentado por borreguismos ineptos que le aplaude), en servidumbre irracional con los independentistas soberbios de hambruna insaciable y legalmente enloquecida…

Frente a lo efímero, suene aquí un aldabonazo final (vigente Constitución Española de 1978), a saber: “Artículo 92. 1. Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los españoles.”

 “¡A votar!” “¡Quiero votar!” ¡A esperar toca! Vale (cervantino).