La Semana Santa en realidad comienza la próxima semana, sin embargo, el Hércules, ha adelantado en siete días esas fechas, tras el partido disputado en la isla de Ibiza. Todo está acabado, todo está visto para sentencia.
Peña Deportiva de Santa Eulalia 1 – Hércules 0
Por paradójico que parezca, la derrota tiene mucho de positivo. A partir de ahora ya nadie se llevará a engaño, ya nadie engañará a nadie, ya nadie intentará convencer a nadie de algo que no puede ser, que sencillamente es imposible. Dicen que no hay mal que por bien no venga. En efecto, lo veníamos diciendo y presagiando en las últimas semanas. Todo ello pese a la aparición de tanto falso profeta, vestido de jugador, entrenador o directivo, que se empeñaba en recordarnos que era posible, que todavía había resquicios, que había a dónde agarrarse. Si alguna posibilidad remota de jugar a promoción de ascenso quedaba, el conjunto alicantino la dilapidó el domingo pasado en tierras baleares, frente a un equipo humilde, de los más modestos, frente al que perdió de forma justa e inapelable. Pese a un penalti, en contra, que llegaba casi al final, cuando más duele.
Un candidato al ascenso en este tipo de campos debe mandar, templar y finalmente ganar. Paradójico resulta que las dos primeras temporadas en segunda B, alcanzamos la promoción, y no subimos por verdadera injusticia en la primera ocasión y por verdadera mala fortuna en la segunda. Por el contrario, en la tercera oportunidad y en esta cuarta, hemos ido para atrás, y finalmente hemos cosechado lo que nos merecemos. Aunque injusto sea también decir que la sufrida afición merezca algo así. ¡Qué decepción, qué chasco!
Esto acabará con la jornada treinta y ocho, el trece de mayo, y da la impresión, que el mes y medio que queda por delante se va a hacer muy largo. Sin nada que hacer, sin nada que decir, sin nada a que agarrarse. Es más, habrá que apretar los dientes para sacar adelante, entre seis y nueve puntos, tampoco es un desierto, lo que nos separa de los puestos de abajo.
Quizás no sea ya el momento de hacer valoraciones y balances, pero al margen del presupuesto destinado al confeccionar la plantilla, bueno sería pensar, y meditar, que el equipo tenía mucho más dinero que la mayoría de equipos del mismo grupo. Jóvenes inexpertos, veteranos ilustres que deberían estar ya retirados en su casa, otros sin personalidad alguna que no deberían militar poco más que en Tercera División, jugadores cedidos de equipos filiales que no convencen ni en sus propios conjuntos y llegan aquí a modo de experimento, y delanteros desconocidos sin carácter ni personalidad que no meten goles.
Lo que pasa, como venimos diciendo hace semanas, desde esta misma sección, es que algunos se engañaban a sí mismos y lo que es peor nos querían engañar, pero al menos eso se ha terminado. Difícil le va a resultar al secretario técnico Javier Portillo, aguantar el tipo de aquí a fin de temporada, después de tres entrenadores, él es quien debería enfilar ahora la puerta de salida, pese a ser el yerno de quien es.
Por si faltaba algo, este domingo nos visita el líder, el Real Mallorca. No faltaría más que incluso nos diera un nuevo repaso. De aquí a mitad de mayo, todo lo que nos espera será, entre Semana Santa y Hogueras, una verdadera PASIÓN Y MUERTE.
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