El Hércules suma treinta puntos redondos después de la victoria de ayer domingo frente al filial del Girona de Primera División, el Peralada, el último de la clasificación. Nada grande en ataque, nada excelso en defensa, pero quizá inexplicable que sea el peor clasificado de la tabla, a lo mejor, o a lo peor, todos los rivales sacan lo mejor de sí mismos cuando juegan contra el Hércules, se crecen, y terminan siendo mejores de lo que en realidad son. Con más pena que gloria, lo mejor el resultado y tres puntos más.
Hércules 1 – Peralada 0
Cuando estudiabamos la Enseñanza General Básica, aquellos que tuvimos la suerte de cursarla, siempre había algún compañero de curso que destacaba sobre el resto del grupo, que lo sabía todo o casi todo. El primero en responder al profesor cualquier pregunta, el primero en entregar cualquier ejercicio, el primero en terminar cualquier examen y además con éxito. Entonces se deslizaba la cantinela aquella de que habría que pasarle dos cursos de golpe. De tercero a quinto, o de sexto a octavo, directamente. Era el más listo de la clase. Sin lugar a dudas en el Hércules, y hablando ya del «universo fútbol» el más listo de la clase se llama Carlos Martínez.
Tiene un nombre bastante común, bastante ordinario, nada de apellidos raros, ni de apodos chocantes o mediáticos, con ese nombre podría ser empleado de banca, o de cualquier agencia de seguros, pero es futbolista y como el alumno que podría pasar de tercero a quinto, sin cursar cuarto, éste podría jugar en Segunda A, o quizá incluso en Primera División, no lo hace supongo qué porque no quiere. Igual piensa que es mejor ser, cabeza de ratón que cola de león, y también imagino que pide, exige y negocia mejor sus emolumentos en esta categoría.
Ahora se entiende el empeño de Planaguma y del propio Portillo de hacerse con sus servicios para esta campaña.
Ya en el minuto veintisiete de la primera mitad, pudo sacar matrícula de honor, pero se recreó en exceso, se durmió en sus propios laureles y con el portero batido un defensa le sacó su disparo, desde la misma línea, pero no importó porque en el sesenta y ocho del segundo acto, dribló hasta a tres rivales, o se los quitó de encima o se deshizo de ellos, para agarrar un disparo seco y lograr el tanto que a la postre sería el del triunfo herculano, que encamara al Hércules, en este caso a la segunda posición de la tabla.
Fue un partido espeso, con una primera parte para olvidar, solamente cabe apuntar esa malograda jugada del propio Martínez. Y como ya apuntamos siendo el Peralada bisoñó en ataque y defensa, sí era descarado, si quería copar campo y llegar arriba y durante muchos minutos fue dominador, aunque sin efectividad. De la segunda parte nos quedamos con el gol, y con mucho aburrimiento durante muchas fases, y también deberíamos quedarnos con otra cosa, sobre todo los directos destinatarios. Por primera vez, claramente y de forma rotunda, el respetable silbó, pitó al equipo, y mostró su disgusto y malestar con el juego y la falta de profundidad. Pitos para el técnico Lluis Planagumá por no ser del todo decidido y rápido a la hora de efectuar cambios, o estar a ello. Y pitos para Emaná cuando fue sustituido.
Parece que el delantero de color del Hércules no ha caído con buen pie entre la afición. Entre unas y otras, las cosas no terminan de salirle, y como viene con vitola de lider y figura, la afición ese tipo de cosas lo hace pagar. Ya se sabe aquello de, vale más caer en gracia que ser gracioso. Finalmente, el Hércules venció pero no acabó como un grande; predominó el aburrimiento, la falta de profundidad, el juego espeso en la conexión de los media punta con los delanteros, y terminamos pidiendo la hora, perdiendo tiempo hasta en los córner a favor. Cualquier cosa menos crear peligro.
A tenor de los resultados de ayer, queda patente que el Lleida va en serio, le metió tres al Conquense y lidera la clasificación. Lo mejor, la victoria herculana fuera como fuera y el empate entre Valencia Mestalla y Atco. Baleares, que otorga un punto a los de las islas, así como la derrota del Villarreal B, en el siempre difícil campo del Cornellà.
Lleida 33 puntos. Hércules 30. Villarreal 29 y Atco. Baleares 28. Los cuatro primeros en un pañuelo.
El próximo fin de semana, desplazamiento a tierras manchegas, por el enfrentamiento ante el Conquense. Si el equipo no juega bien, si el colectivo no carbura, si el grupo se hace un lío, siempre cabe la posibilidad de que salga él y lo arregle, mientras uno estudie y sepa mucho, el resto se puede dedicar a copiar. Lo malo será el día en que no aparezca, EL MÁS LISTO DE LA CLASE.
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