Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Opinión

Arqueología municipal en la «Terreta»

(TG).

No, no me refiero a la noble actividad que desarrollan aquellos que buscan fortalecer el conocimiento de nuestros ancestros buscando bajo nuestra actual horizontalidad terrestre. Utilizo “arqueología” como sinónimo de lo presuntamente abandonado a su suerte, lo olvidado, lo que permanece inalterable después de tiempo, y en los casos que presentaré a continuación, afeando nuestra ciudad, habiendo dejado de ser útiles o precisando de alguna acción por parte municipal que muestre su eficiencia, la que ha de presidir el trabajo de los técnicos funcionarios (no olvidemos su etimología) y de los concejales afectados.

Hay proyectos inmobiliarios que comienzan, y por razones ignotas se paralizan durante meses, y hoy muestran sus esqueletos de hormigón sin que conozcamos la explicación pertinente. He aquí tres ejemplos de obras presuntamente paralizadas, quizás por cuestiones administrativas, quizás por problemas financieros, quizás porque los promotores no han conseguido ”vender en plano” viviendas y locales, quizás porque iniciada la obra han pensado en reconducirla a alojamientos turísticos, quizás…

En la avenida Jaime I, mirando al Benacantil, dos edificios que ahora parecen ser destinados a los sintecho (en cursiva porque parece que aún no la registra la RAE) (TG).

Junto a la plaza de Toros, en la avenida de Jijona, otro edificio “dormido”.

Más interesante es, sin embargo, este otro edificio situado en la plaza del General Mancha, en los accesos al barrio sanblasino. Derribado en su interior, con algún proyecto que quizás exige preservar su fachada, ni sé los meses que me lo tropiezo sin ver actividad alguna.

Y otro ejemplo de olvido. En la plaza de San Antonio hará un año o quizás más que cerrara una pequeña gasolinera. Pues el soporte luminoso y el quiosquito del surtidor allí están, indemnes y sin prestar servicio.

(TG).

Pero el que más me duele, por el tiempo transcurrido, es el de un solar inútil en la plaza de la Misericordia. Allí estuvo un edificio destinado al Movimiento, después sería un Juzgado, y desde hace un sinfín de años un solar, patrimonio público que podría ser destinado a viviendas sociales.

No descarto, claro, que si algún día la iniciativa pública acomete algún proyecto que mejore su actual situación improductiva se encuentren, a la hora de acometer los cimientos, restos falangistas. Entonces se justificaría lo de utilizar arqueología en el titular.

Toni Gil

Periodista.

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