Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

Ana Obregón, Munilla, Feijóo y otros mil (I)

Fotografía: Anna Hecker (Fuente: Unsplash).
Todos podemos opinar sobre todo, pero no todas las opiniones tienen el mismo valor, sobre todo en asuntos importantes como la maternidad subrogada, la adopción o el aborto.

Hombres y mujeres, los seres humanos, somos lo más fabuloso de la creación, pero capaces de convertirnos en lo más despreciable. Capaces de lo mejor y de lo peor. De dar la vida por el prójimo y de despellejar a la prójima en cuanto su comportamiento se sale de unos cauces poco transitados y que conducen a mil puntos de vista discutibles. No hay más que asomarse a las redes sociales para comprobar hasta qué punto amamos a los demás y hasta dónde llega la vileza de muchos especialmente los que se ocultan en el anonimato.

Alguien importante, como la ministra de ‘Defensa’ (que para eso está, podríamos decir con cierto humor), Robles, ‘ha defendido’ el derecho de Ana Obregón a que se la mire con piedad, con afecto, con compasión, que son virtudes que la buena gente debe proporcionar a quien perdió a su único hijo y así ayudarla a sobrellevar el luto y el duelo que todo ser humano sufre en una situación tan grave. La ministra de Sanidad, Llop, se puso legalista en un principio y se tornó ‘humana’ a renglón seguido, cosa que no hacen (porque no saben o no quieren), las ministras podemitas. Siempre con su estilo falsamente feminista, dicen que es un caso más en que se abusa de la mujer que se presta a gestar un óvulo fecundado que no es suyo, lo que la convierte en ‘vientre de alquiler’.

Feijóo, el líder del PP, llama a los partidos políticos a confrontar ideas en el Parlamento y legislar sobre la maternidad subrogada y los vientres de alquiler, apuntando hacia la legalización de la gestación en vientres ajenos siempre que no se comercie con ello. En estos momentos, en España, la gestación subrogada es ilegal. El Gobierno socialista no está por la legalización y el Gobierno podemita (hay, efectivamente, dos Gobiernos o tres tras la candidatura a presidenta de la ‘vice’ Yolanda Díaz) está completamente en contra, coincidiendo, extrañamente, con la postura de la Iglesia Católica y no sólo del obispo de la diócesis Orihuela-Alicante, monseñor Munilla.

Munilla recuerda al PP que ya votó en contra de los vientres de alquiler en 2017 ante la propuesta parlamentaria de Ciudadanos para legalizarlos en determinadas circunstancias. Ha habido un pronunciamiento oficial de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, a través de su secretario general, monseñor García Magán: Las mujeres no son incubadoras. Ser madre no es, en sentido estricto, un derecho, pese a entender el dolor de muchas mujeres que no pueden serlo”. Y critica al PP de Feijóo para terminar diciendo que la niña de Obregón y todos los nacidos ‘subrogadamente’ “tienen derecho a ser bautizados”.

La doctrina del Parlamento Europeo fue contraria a la gestación subrogada en una resolución de 2014: “Condena la práctica de gestación por sustitución, que es contraria a la dignidad humana de la mujer, ya que su cuerpo y sus funciones reproductivas se utilizan como una materia prima, lo que implica la explotación del cuerpo con fines financieros o de otro tipo, en particular en el caso de las mujeres vulnerables en los países en desarrollo”.

En Estados Unidos es legal la gestación subrogada. La niña de Ana Obregón tendrá nacionalidad estadounidense y española tras los trámites legales oportunos. Parece ser que documentalmente figurará Ana como madre, aunque realmente, a la vez, sea también abuela. Es sabido por todos que el óvulo implantado en la madre subrogada de Nueva York estaba fecundado con esperma congelado del hijo de la Obregón antes de morir hace dos años y pico. Eso hubiera sido ilegal en España, porque nuestra legislación sólo permite la fecundación ‘post mortem’ hasta doce meses después del óbito.

Son muchos los ángulos que quedan por analizar y problemas que discutir en torno a la gestación subrogada y las particularidades del caso Obregón. También hay que analizar las declaraciones de la ‘madre y abuela’ incluyendo las ramificaciones psicológicas y psiquiátricas que rodean este caso y otros que tienen que ver con la adopción e incluso con el aborto y la eutanasia. Todos podemos opinar sobre todas las cosas, pero no todas las opiniones tienen el mismo valor especialmente en asuntos importantes como la maternidad subrogada, la adopción o el aborto. Ah, y la muerte, el duelo y el luto.

No olvidemos que, en este caso, muerte, dolor y vida van de la mano junto a banalidades como el equivocado protagonismo de la estrella con la exclusiva a una revista del corazón. Este exhibicionismo se vuelve contra Ana Obregón, a la que le han llovido palos a diestra y siniestra, en ocasiones con excesiva dureza. Hay más tela que cortar sobre lo que Ana ha hecho y dicho. Y acerca de esas otras cuestiones que hemos apuntado. Yo estoy contra la gestación subrogada y lo tendré que razonar. Hasta pronto.



Nota: La segunda parte de este artículo está en este enlace: Ana Obregón, Carmen Lomana, Sandra Golpe y mil más (y II)



Ramón Gómez Carrión

Periodista.

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