Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Haciendo amigos

Amigo del año

Fotografía de Standret (Fuente: Freepik).

Como dice Serrat, «De vez en cuando la vida nos besa en la boca y a colores se despliega como un atlas…». Es cierto que lo cotidiano suele ser monótono y casi todo son problemas y malos rollos pero, de vez en cuando, surge una luz de optimismo y de sosiego, a veces son frutos del esfuerzo y del trabajo, a veces son casualidad y, en ocasiones, son personas que encontramos en la vida que nos traen cosas positivas y con las que tenemos, mágicamente, una conexión especial. Yo les llamo los amig@s del año. Incluso hice un listado de los amigos del año de los que me acordaba y la verdad es que conservo su amistad y buen recuerdo en el 90 % de las ocasiones.

La amistad verdadera es un don tan necesario y escaso que hay que cuidar y dedicarse a él con actitud y dándole tiempo. Crees que tienes amigos pero hace tiempo que no les ves, que no les llamas, que no sabes de ellos ni que les has dicho que si te necesitan estás ahí. Estas cosas te llevan a que un día te los encuentras y ya no les reconoces, ni ellos a ti. Cosas que pasan. Además, creemos que siempre somos los mismos, iguales, y no, y la verdad es que mutamos continuamente. Las cosas y las experiencias te amoldan a la forma que te sea más fácil para sobrevivir y hacer lo que se espera de ti y seguir el camino.

Lo cierto es que con la amistad, la pareja y el dinero o te dedicas a ello o se te escapa entre los dedos muchas veces sin que te enteres. Pero ese «año», ese tiempo en el que tuviste la alegría de encontrar a alguien nuevo o ya conocido, que te entiende, que colabora de corazón, que se alegra de verte y de hacer contigo cosas nuevas y siempre por los dos, sin ambages, ni tapujos, con calma, con la confianza que te da confiar, saber que no te fallan, que puedes poner la mano en el fuego… esas cosas no tienen precio.

Tengo amigos del año que son de todos los años, a esos que les pides un favor, otro y otro y siempre están ahí, no sabes bien por qué si lo piensas, pero estás esperando que te pidan algo para compensar y nunca piden. En estos casos hay que anticiparse y, al menos, darles una alegría inesperada, hay que pensar en ellos.

Además, esto de la amistad tiene otra clave importante: es de las pocas cosas que elegimos, la familia te viene dada, la pareja  normalmente te elige a ti, la amistad la eliges tú. Se reactiva tras años de ausencia, tras un encuentro casual o se descubre en personas cercanas que nunca lo habrías sospechado, por pensamientos, acciones o aficiones comunes, por buenos recuerdos o coincidencias casuales. Eso puede ser con todo tipo de personas independientemente del sexo, raza o condición. Yo, como tengo lo del amigo del año metido en el cerebelo, enseguida los pongo en orden y en tiempos y he tenido muchos hombres, algunas mujeres y otros que ni siquiera conozco personalmente porque viven en China o en Italia y no nos hemos visto en persona, pero fueron amigos del año. A otros llevaba años sin verlos y se reactivaron tras volver a encontrarnos, etc. La casuística es variada y sorprendente.

Solo recomiendo que se acuerden de sus amigos hoy y les llamen a ver cómo están. Son, o fueron, o pueden ser, sus amigos del año.

Pedro Picatoste

Empresario e historiador.

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