Insisto en lo que escribí en una ocasión: los izquierdistas radicales (entre ellos los comunistas de Podemos) y los independentistas quieren cargarse el Poder Judicial, uno de los tres pilares de la democracia. Ahora atacan al Tribunal Supremo por la discutible y discutida sentencia sobre quién debe pagar los intereses hipotecarios, si la Banca o los españoles de a pie. De los 28 magistrados, 15 votaron a favor de los bancos y 13 en contra. Al final, el Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido que “nunca más sean los ciudadanos los que paguen este impuesto sino que sean los bancos”. Sánchez no descansa en busca de los votos perdidos y no convocará elecciones hasta que ‘su’ encuestador oficial le asegure una victoria en las urnas tras dos derrotas humillantes antes de su pírrica victoria en la moción de censura más cutre que vieron los siglos.
El que diga que Pedro Sánchez no tiene principios, se equivoca. Le sobran principios para dar y tomar. Cuando no le gustan unos se saca de la chistera otros y otros más sin que se le muevan los músculos de su impenetrable rostro de robot monclovita. Sus ministros y ministras lo arropan con pasión sin más medida que la inacabable saca sin fondo de quienes saben de qué dependen sus cargos. Si hay que pactar con Podemos y los independentistas, se pacta y santas pascuas, Si hay que prometer amnistía a los golpistas catalanes, se les promete a la vez que se les trata con guante de seda, seda de sedición y no de rebelión, faltaría más.
Y si hay que atacar a un pilar de la democracia, como la Justicia, se le ataca, que si París bien valía una misa para ser rey, la Moncloa bien vale un sacrilegio intelectual para seguir siendo presidente, pues más vale Moncloa sin honra que PSOE con honra. Sánchez ataca al Supremo y lo hace brindando al populacho de los votos miserables. Porque no piensa en los españoles en general, aunque presuma de ello, ya que su medida no servirá para nada porque seguirá machacando con más impuestos a esos españolitos incautos, algunos de los cuales le votarán.
Lo peor de este Gobierno es que es rehén de comunistas de Podemos y de independentistas de Cataluña, que hasta se manifiestan para atacar a las altas instancias de la Justicia Con ellos trata de congraciarse Sánchez incluso atacando al Supremo cuando éste le pide que mejore una ley hipotecaria de Zapatero no suficientemente clara y que ha dado lugar a la división entre los magistrados del alto tribunal.
Pedir cordura al Sánchez más zapateril es como pedir peras al olmo. No ha aprendido nada de la historia del país y por eso se suma a los que azuzan el odio. Prefieren un futuro de confrontación al de la concordia. Prefieren ser bolivarianos a europeístas. Con su pan se lo coman y ojalá nos lo dejen comer tres veces al día como los venezolanos, como dice Errejón que lo hacen. Estamos arreglados con este Sánchez y sus compañeros de viejas y fracasadas aventuras.
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