El nadador alicantino Jorge Crivillés cruzará en julio el estrecho entre Irlanda y Escocia para completar los Siete Océanos, la prueba más prestigiosa en aguas abiertas que aún no ha logrado ningún español . El nuevo reto de Crivillés tendrá como fin apoyar a los pacientes oncológicos de GEPAC (Grupo Español de Paciente con Cáncer), y el experto nadador considera esta prueba como «la más peligrosa de las que he llevado a cabo hasta la fecha».
Jorge Crivillés llevará a cabo su misión sin neopreno ni accesorios como aletas o palas con dos fines: dar visibilidad y apoyo a los pacientes oncológicos de GEPAC (Grupo Español de Paciente con Cáncer), y completar una nueva etapa en su camino a obtener el título internacional de los Siete Océanos que aún no ha conseguido ningún nadador español. Desde que este sociólogo experto en márketing comenzara a nadar por prescripción médica en 2009, ha conseguido diferentes pruebas a nado en aguas abiertas en como el Canal de Santa Catalina en California, el Canal de Tsugaru en Japón, el Canal de La Mancha en Inglaterra y el Canal de Molokai en Hawai.
Su próximo desafío lo llevará a las frías aguas del mar del Norte, reto que realizará entre el 3 y el 10 de julio, cuando las condiciones meteorológicas resulten más favorables. Su objetivo será recorrer una distancia de 35,4 kilómetros, trayectoria durante la cual deberá afrontar diversos contratiempos, como la compañía de medusas de la especie melena de león, que lo puede poner en serias dificultades, o el frío, su principal enemigo al tener que soportar durante al menos doce horas temperaturas de entre 10 y 14 grados.
Para el nadador, las aguas frías “convierten la prueba en la más peligrosa de las que me he enfrentado, ya que nunca he soportado bajas temperaturas durante tanto tiempo. Creo que será el reto en el que peor lo pase”. Con la finalidad de aclimatarse, el deportista ha entrenado durante meses a las órdenes de José Luis Larrosa en mar abierto y en las costas de Asturias y Vigo. El 27 de junio partirá con destino a Irlanda con el objetivo de entrenar el máximo tiempo posible en aguas frías. La salida se realizará casi con toda seguridad de madrugada, mientras que para soportar la travesía se organizarán paradas de avituallamiento cada media hora. “No hay que llegar a tener sensación de hambre, para que el depósito de glucógeno no esté muy bajo, ya que es una situación que luego cuesta remontar”, apuntó el nadador.
La prueba es la cuarta que patrocina la Fundación ASISA, y como señala su delegada en Alicante Paula Giménez «la figura de Jorge Crivillés encarna los valores que defiende la Fundación Asisa, como el compromiso, la constancia y la solidaridad». Por su parte, la concejala de Deportes del Ayuntamiento de Alicante, Marisa Gayo, puso en valor “el carácter solidario de un reto que sitúa al alicantino Jorge Crivillés en durísimas pruebas de nivel internacional y que no solo será un paso más hacia la conquista de los Siete Océanos, sino que destaca la fuerza de aquellos que luchan contra el cáncer”, al tiempo que felicitó a las organizaciones implicadas.
Tras completar esta prueba, a Crivillés únicamente le faltará cubrir las travesías del Estrecho de Cook (Nueva Zelanda) y del Estrecho de Gibraltar.
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