En algún que otro concurso de los que nos ofrecen las distintas televisiones, con alguna frecuencia, los que aspiran a llevarse los premios que se ofrecen han de indicar una letra bien para elegir la repuesta correcta (entre “a”, “b” o “c”, en El cazador de La 1) o para “comprar” una vocal (en La ruleta de la suerte de Antena 3). Y suele suceder que para evitar que haya confusión, a menudo se aclara que al elegir la “a” se apellida como “… de Alicante”.
Probablemente esta afinidad tiene sus orígenes cuando las matrículas de los vehículos, allá por el siglo pasado, comenzaban con la primera letra de la capital de la provincia. Supongo que por razones de tamaño se adjudicó la “A” a la nuestra frente a Albacete (que le hubiera precedido en una ordenación puramente alfabética) y a la de Álava (porque allí se le adjudico VI, por la capitalidad de Vitoria).
El caso es que nuestros coches, camiones, autobuses, motocicletas y demás pasearon esa “A” por todos los rincones de España creando esa simbiosis que como un cordón umbilical une la primera letra del alfabeto —¡la primera, nada menos! — con nuestra ciudad y, por extensión, a nuestra provincia.
Debió ser en los años 80 cuando la agencia de publicidad Gente ideó el grafismo de la “A de Alicante” para alguna acción de comunicación de nuestro Ayuntamiento. Debió estar unos veinte años vigente y parece que sería la alcaldesa Castedo quien la enterrara, dando paso a otros iconos menos certeros. Tanto lo fue que recibió varios premios de diseño. En mi modesta opinión, aprovechó de forma sutil y sencilla aquella referencia de las matrículas, reforzándola de tal suerte que sigue en la memoria de esas gentes que concursan.
Tal fuerza tiene ese mini-concepto que no puedo sino abogar por su rescate, añadiendo incluso otras cualidades a las demás letras de Alicante, de las que nuestra ciudad —insisto, extensible a la provincia— puede presumir. Veamos:
- A de Alicante
- L de luz, de luminosidad, de libertad…
- I de ideas, de imaginación, de intensidad, de interés…
- C de castillo, de colores, de comercios, de cruceros…
- A de alojamientos, de amaneceres, de arroces, de azules…
- N de natación, de navegación, de noches cálidas…
- T de teatro, de toros, de trato amable…
- E de esencias, de expectativas…
Añadan tantos adjetivos o conceptos como quieran, excepto en la primera “A”, que debe ser no sólo mayúscula, sino también individual, única, tal y como hemos de considerarnos. ¡De Alicante!
Toni, no puedo estar más de acuerdo con el fondo y la forma. La A de Alicante fue 19 años marca de la ciudad turística, comenzó en 1993 y cosechó con aquel spot de playa premios en Cannes, New York y san Sebastián, hito que no ha sido igualado por ninguna agencia publicitaria en toda la Comunitat Valenciana. Y aquí seguimos en GENTE trabajando día a día en este mundo de la comunicación que tan bien conoces y algo añoras, un abrazo