Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Haciendo amigos

Abismo negro

Zapensky y Trump en su horrible encuentro de la semana pasada (Fuente: Rapid Response).

En la línea de los tiempos presentes hemos visto esta semana una escena verdaderamente extraordinaria y violenta. Lo de Trump con Zelenski es mucho más grave que una disputa de gallos, es un incidente detonante de Dios sabe qué.
Mira que entiendo o, mejor dicho, quiero entender la practicidad de la política y estoy tan harto como cualquiera con cierta edad de las consecuencias del mundo woke y sus estupideces. Creo que debe haber un equilibrio entre el respeto a todo y la dictadura ideológica, pero esto es ser de centro radical y eso, ya sabemos, es batalla perdida. Además, cuando todo se convierte en ideológico y maquiavélico se pierde el razonamiento y por tanto el poder construir juntos algo mejor. Somos así. Qué pena.Pero esta nueva realidad mundial de dejarnos de tonterías y sacar verdades a la palestra no puede hacerse a costa de inocentes.

El primer muerto que supuso la invasión rusa en Ucrania ya fue un caso de crimen contra la Humanidad. El pueblo ucraniano no es mejor ni peor que el ruso, pero ha defendido y defiende a su país con su sangre, algo que no sé si otros países europeos están dispuestos a asumir. Es sangre, son muertos jóvenes. Las guerras suelen ser así, lo he dicho varias veces pero no me importa repetirlo, es donde mueren jóvenes que no se conocen porque sus ancianos dirigentes, que sí se conocen, se odian y no se mueren. Es duro y, lo más grave, es injusto.

Si algo ha demostrado la historia es que lo injusto no se cura solo y se termina pagando muy caro. Y en el despacho oval de la Casa Blanca esta semana hemos visto en directo una gran injusticia. El representante legítimo de un país ha sido insultado, acosado y ninguneado. Nos han dicho a todos, A TODOS, que nuestros pequeños países que no se sabe (en USA) ni dónde están (la madre Rusia sí lo sabe) son insignificantes y no tienen más que asentir ante toda condición o acuerdo que los más fuertes propongan. Somos todos un peón en un tablero con solo dos reyes y un chino fabricando las piezas.

A Europa, curiosamente, la ha pillado con el pie cambiado, sin líderes (salvo el adalid de la libertad y de la transparencia español) y a mitad de normativas, burocracia y fiestas (a esto habría que ponerle ya el cascabel al gato, lo de Bruselas es un escándalo). Cumplir la promesa de la OTAN a Gorbachov de no expandirse hacia el este no se ha cumplido, es cierto, pero invadir sin motivo ninguno la soberanía de un país es injusto y además ya pasó. Polonia, Hitler, 1 de septiembre de 1939. Tuvo consecuencias, ¿verdad?.

En América pensaron que estaba lejos, no sabían dónde siquiera. Al final miles de jóvenes tuvieron que morir y solo indignamente pudieron acabar con la guerra del Pacífico masacrando indiscriminadamente a la población civil. Nos mostraron el abismo negro que todos tenemos en nuestra mente: nuestra capacidad de autodestrucción.
Esta semana hemos dado pasos firmes para volver al acantilado. Machacar al inferior, humillar al menos poderoso, agasajar por temor al invasor, insultar su vestimenta de guerra (¡vaya soplagaitas el vicepresidente!). Este es el camino del abismo negro. Haciendo amigos.

Pedro Picatoste

Empresario e historiador.

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