Hércules 1 – Español B – 0
El encargado de la megafonía del Estadio Rico Pérez ha ideado esta temporada una iniciativa tendente a arengar no solamente a los jugadores locales, sino también a la afición. Tampoco es nada sofisticado, se trata simplemente de repetir un par de veces, antes del inicio del partido y en el descanso, una frase a modo de apoyo, aliento u objetivo a lograr.
La frase de este encuentro frente al Español B, no la anoté de forma literal, pero venía a decir algo así, como: «Cuanto más cuesta una cosa, o más difícil es, mejor después se saborea el logro o lo conseguido» Algo así.
Desde luego se puede decir que el muchacho del altavoz estuvo inspirado. Puede decir que lo bordó. Pocos triunfos resultan tan agónicos, tan trabajados, luchados y disputados. No solamente por haber ganado por la mínima, sino por muchas cosas más, como ese final épico, bajo la lluvia que a todos sorprendió, durante los últimos cinco minutos del descuento.
Quizá y mucho más por el clima de euforia con que comenzaba el partido, algunos debieron pensar que iba a ser muy fácil, máxime cuando a los tres minutos de juego, ese jugador sobresaliente que tiene el Hércules llamado Carlos Martínez, ya firmó el gol de un cabezazo espléndido, culminando una obra de arte, entre Chechu, Nani y él mismo. Quizá hasta la propia plantilla españolista llegara a pensarlo; » – La qué nos va a caer encima, y no de agua». Y tampoco hubieran ido muy descabellados, si durante la primera parte nuestro equipo aprovecha un par de ocasiones y materializa, sobre todo las dos que tuvo Chechu Flores, bien como siempre, pero le faltó la firma del gol. El cabezazo del minuto cuarenta y cinco, culminando jugada magistral, hubiese sido antológico. Y hasta aquí, la primera parte.
La segunda tuvo un corte y confección totalmente diferente. El Hércules, parece que cómodo sin el balón, se lo entrego al Español, o bien éste se lo arrebató, y el guión se escribió de forma diferente. Por hacer una lectura positiva, nos podríamos quedar con el mérito que tiene en el fútbol saber defender un resultado, o no tener la posesión pero sin embargo salir ganando, o no tener la posesión pero meter miedo al contraataque. Lo cierto y fijo es que el Hércules supo defender y defenderse, y aunque lo más justo hubiese sido un empate, finalmente terminamos ganando, y firmando un pleno de tres jugados tres ganados. Un primer dato a reseñar, en tres partidos el Hércules solamente ha encajado dos goles y uno de ellos de penalti, el porcentaje es excelente. Y otro dato, buena parte de mérito de la victoria de ayer, la tiene el portero gaditano, Falcón. En la segunda parte firmó paradas de mucha clase, pero especialmente la del minuto ochenta, esas voleas a media altura que cuando salen de la bota del futbolista ya están bendecidas y van exactamente a la escuadra, para convertirse en golazos, pero entonces volando hasta ese ángulo apareció Falcón. Parando, despejando, con adorno incluido y sobre todo evitando lo que ya parecía inevitable, y hubo alguna más. Si la pasada temporada se le achacó alguna que otra pifia u error, en este comienzo de campaña se está enmendando.
Pese a la renta corta, pese al sufrimiento, frente a los ¡ay! y los ¡uy!, la victoria de este ocho de septiembre, tercera jornada de liga, tiene mucho mérito, en ocasiones tan difícil como atacar es saber defender. Y la verdadera dimensión de estos tres puntos, nos la darán algunos equipos que veremos desfilar este año por el Rico Pérez, considerablemente inferiores al Español, y que nos confirmaran que los «Pericos» son un gran conjunto con gente joven y de futuro.
Mientras tanto y aunque sea con incertidumbre. SUMA Y SIGUE CON SUFRIMIENTO.
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