Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

Navidad, natividad y reproducción asistida

Concejales del PP y Vox del Ayuntamiento de Alicante en la inauguración el mes de pasado de la Oficina de Maternidad (Ayuntamiento de Alicante).

El obispo, monseñor Munilla, vuelve a ser atacado por la izquierda por defender la vida frente a la muerte.

No acabo de entender la llamada cultura de la muerte tan impuesta por los gobiernos de todo el mundo, sobre todo los de izquierdas, pero que también asumen muchos de derechas. Todos los políticos que yo conozco defienden las leyes de aborto y de la eutanasia, la primera para matar a los bebés antes de nacer y la segunda para quitar la vida a enfermos terminales, casi todos ancianos, a fin de arrebatarles la poca existencia que les queda. Están triunfando los matones y si te atreves a llevarles la contraria, te llaman facha ultraderechista y machista repugnante si eres contrario al aborto. ¿Desde cuándo está mal visto defender la vida? Desde hace siglos y siglos el mandamiento primero de todos es ‘no matarás’. Luego está eso que pocos practican: ‘amarás al prójimo como a ti mismo’.

De estas cosas voy a hablar ahora que estamos a las puertas de la Navidad, una fiesta cristiana para conmemorar la Natividad, el nacimiento del Niño Jesús en Belén de Judá, hace 2024 años, en un portal, realmente una cuadra que, al parecer, formaba parte de una pensión al completo sin habitación para María y José. Menos mal que la mesonera estuvo diligente y llenó de paja nueva, blanquísima, un pesebre, a punto de ser la primera cuna del hijo Dios, nada más y nada menos. Los Evangelios nos dicen que José viajó de Nazaret a Belén cuando María estaba a punto de dar a luz, obligado por el edicto del emperador Augusto para actualizar el padrón del imperio romano. José había nacido en Belén y era descendiente del Rey David, también nacido en esta ciudad de Judá.

El Hijo de Dios, la segunda persona de la Santísima Trinidad, nació de la Virgen María, y se unieron, como en todo alumbramiento humano, natividad y maternidad, dos caras del mismo fabuloso hecho. Un acontecimiento que cambió la historia de la humanidad, hasta el punto que la cronología del mundo se define como ‘antes de Cristo’ (a. C.) y ‘después de Cristo’ (d. C.). Madre de Jesucristo, María es Madre Dios, título que le dieron todos los obispos de la Iglesia reunidos, el año 431, en Éfeso, ciudad turca perteneciente, entonces, al Imperio Romano y donde vivió la Virgen con san Juan Evangelista, el discípulo a quien Jesús confió a su madre desde lo alto del ‘árbol’ de la cruz redentora. Ella es madre de Dios, madre de la Iglesia, madre de todos los cristianos y de todos los hombres de buena voluntad. Por eso la Nochebuena y Navidad (forman un todo) es la gran fiesta. Nace Jesús de María y nos hace hermanos y herederos del Cielo. Es una gran noche, Nochebuena, y un gran día, Navidad.

Los hay que, en lugar de cantar villancicos en torno al belén montado en un lugar de la casa, prefieren ser ‘progresistas’ y regresar al paganismo y cenar festejando el solsticio de invierno, el momento de paso del día más corto del año al día en que habrá un poco más de sol. ‘Para gustos, los colores’, según el dicho popular. Se conforman con poquita cosa. Pero yo no acabo de ver ‘progreso’ en volver al paganismo. Como no veo progreso, ahora que celebramos un nacimiento histórico y una maternidad fabulosa, en defender el aborto y condenar al Ayuntamiento de Alicante por abrir una Oficina de Maternidad para ayudar a las mujeres embarazadas a proseguir con el embarazo hasta dar a luz y continuar con toda clase de ayudas hasta que el bebé cumpla tres años. El obispo de la diócesis Orihuela-Alicante, monseñor Munilla, ha elogiado la iniciativa y promete su ayuda en cuanto sea necesario. La izquierda y la ultraizquierda municipales critican al alcalde Barcala y al obispo. Éste dice “hay más facilidad para disolver la familia y acabar con la vida que para sacarlas adelante”. Comunistas y nacionalistas marxistas sostienen que la citada oficina “es una medida antiaborto encubierta, una herramienta para coartar el derecho a decidir de las mujeres. Consideran que, más allá de prestar apoyo integral, el objetivo de este espacio es disuadir a aquellas jóvenes que están considerando interrumpir su embarazo, algo que califican como un retroceso en derechos reproductivos. Así el grupo municipal socialista lamentó que “las mujeres ya estamos hartas de ser moneda de cambio de la ultraderecha con el Partido Popular”.

José Ignacio Munilla en 2011. Fotografía de la Diócesis de Valladolid (Fuente: Wikimedia).

El periódico provincial de más tirada titulaba la crónica sobre la Oficina de Maternidad, el apoyo del obispo y las reacciones de los grupos políticos capitalinos de la oposición, de esta manera: “El obispo Munilla ‘da la bienvenida’ a la oficina ‘antiaborto’ de Barcala”. Falso de toda falsedad. El mismo diario y en la misma crónica, dice que se trata de una Oficina de Maternidad. No es lo mismo. Es para toda embarazada que precise ayuda para llevar el embarazo, alumbramiento y primeros tres años posparto. El título, además de falso, asume el lenguaje de los políticos proaborto, defensores, hasta con relativo éxito, de la cultura de la muerte frente a la cultura de la vida.

Los políticos comunistas y nacionalistas marxistas hablan de que combatir el aborto es “un retroceso en derechos reproductivos”. ¿Desde cuándo el matar un bebé en el vientre de su madre es un derecho reproductivo? ¿Hay algo más cruel y anti reproductivo? ¿Cómo puede ser reproductivo acabar con una vida inocente? ¿No entienden que si sus madres hubieran abortado ellos no estarían diciendo tamaña barbaridad? No es sólo un ataque a la moral humana; es un ataque a la inteligencia.

Vuelvo a repetir que no soy político y me he definido otras veces como socialdemócrata cristiano sin partido, en busca de la libertad y de la verdad. Soy seguidor del Jesucristo que dijo que nos amemos los unos a los otros y que a los que escandalizan a los niños más les hubiera valido atarse una piedra al cuello y arrojarse al mar. ¿Qué pensará el Niño Jesús de los que matan niños en el seno de sus madres? Les deseo que reflexionen y cambien. Muchos que se dicen católicos defienden el derecho al aborto, entre ellos un tal Joe Biden, que acaba de indultar al sinvergüenza de su hijo. La vida no es cosa de partidos. Todos los niños tienen derecho a nacer.

Nunca es tarde para cambiar, para arrepentirse. Este es un buen tiempo para ello. Estamos a las puertas del nacimiento del Hijo de María, que seguirá naciendo cada Nochebuena hasta el fin de los tiempos. Para todos, sin excepción: ¡Feliz Navidad!

Ramón Gómez Carrión

Periodista.

3 Comments

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  • Contempla, maestro don Ramón Gómez Carrión,
    la imagen de María embarazada, Virgen de la Esperanza, hasta el mediodía del día de Nochebuena expuesta por las monjas en la iglesia del monasterio de San Juan de La Penitencia en Orihuela… y de paso, casi justo enfrente, vusita la casa (hoy centro de estudios) donde nació el poeta y hombre íntegro Miguel Hernández Gilabert, siendo bebé acunado allí por su madre (me lo imagino como cierto), sí, acunado al ritmo del tañir de la campana del claustro monacal orcelitano, en cuya iglesia reposa también la talla de El Cristo Yacente de Salzillo y en una pared El Cristo de Zalamea del que soy devoto humilde…
    Joyas conservadas, historia orcelitana.
    Feliz día cada día…
    Pedro Jesús Silvestre

    • Me encanta tu ‘guasap’ sobre la Virgen Embarazada, Nuestra Señora de la Esperanza y todo lo relacionado con los Cristos de Salzillo y de Zalamea (Zalamea me trae el recuerdo de una obra de Calderón de la Barca), Pedro Jesús Silvestre (felicidades anticipadas por tu cumpleaños el día 31, San Silvestre) siempre me sorprendes… gratamente. Feliz Navidad. Un abrazo cerca ya del portal de Belén.