Lola Peña (diputada Cortes Valencianas) y Begoña Méndez (colegio El Valle), no conseguían cuadrar fechas para traer al Aula de la Mujer a la periodista y escritora Nieves Herrero a Alicante, y aunque su agenda no ha cambiado, ha sido el horror de la DANA, su sensibilidad hacia las víctimas de la catástrofe y sus ganas de ayudar los que han logrado que la Periodista del año 2023 (reconocimiento de la Asociación de la Prensa de Madrid), lo dejara todo y tardara menos de un segundo en decir que sí.
El pasado jueves llegó Herrero a nuestra ciudad para un desayuno con el objetivo de recaudar fondos y lo consiguió, ¡vaya si lo consiguió!, como consiguió emocionar y emocionarse con las experiencias de los comerciantes de Benetússer que asistieron junto con la concejala de su Ayuntamiento, Laura Chuliá, y la directora de Cáritas Torrent a un acto en el que, por deseo expreso de la escritora, de lo que menos se habló fue de su libro, recientemente publicado, Luna roja (Ediciones B).
Así, entre el patrocinio del restaurante Teselas del Real Liceo Casino de Alicante que donó íntegramente el precio de los más de 100 desayunos que se sirvieron (2660 euros); los 22 150 euros para Cáritas de Torrent recaudado por los colegios El Valle, que han donado 1500 euros más a los comerciantes; y los 4150 euros del Rotary Lucentum, las iniciativas promovidas por Peña y Méndez han obtenido algo más de 30 000 euros. «El Periodismo tiene que servir para ayudar, creo profundamente en ello» , comentó Herrero. Y de Periodismo precisamente hablamos.
Marisa Ayesta.- ¿Le queda a Nieves Herrero algo que hacer todavía profesionalmente, afrontar algún reto?
Nieves Herrero.- ¡Tantas cosas! Me queda esa novela que todavía no está escrita, esa entrevista que todavía no he hecho. Siempre tengo el reto de algo nuevo y quiero estar allí. No pierdo ni la ilusión ni los ojos de alguien que empieza. Mantengo esa sensación del comienzo con la conciencia de que el trayecto es largo y de que no hay metas, solo camino.
M.A.- Entre los asociados de la APPA tenemos muchos jóvenes que están terminando la carrera o entrando en el mundo laboral y a veces lo hacen con el pesimismo de que va a costar encontrar trabajo, que va a ser difícil dedicarse al periodismo. ¿Qué les puede decir desde la perspectiva que le da más de cuatro décadas de ejercicio?
N.H.- A la gente joven le recordaría lo que sé: que si tienes vocación, nada ni nadie puede pararte. Desde que yo dije que quería dedicarme a esto, encontré si no oposición, al menos asombro en mi familia y no dejaba de oír lo mismo que se oye hoy «que no hay trabajo». Y aunque parece que siempre vamos a peor, sin embargo hoy en día hay más plataformas que nunca para comunicar. Siempre hay alguien que te ve y te escucha. Siempre hemos estado mal, siempre ha habido reducciones de plantilla, y los que hemos marcado la diferencia hemos sido cada uno de nosotros. Hay que ponerse metas no parar.
M.A.- Como no paras tú…
N.H.- No paro. Ayer (por el jueves) cuando iba tan justa de tiempo hacia la estación de tren pensaba que iba a tener que hacer a mi marido traerme en coche, porque parecía que con el tráfico que había no íbamos a llegar; en cuanto termine el desayuno vuelvo a Madrid a mi trabajo y por la tarde a una entrevista en el programa de Ana Rosa. Sí es cierto que duermo muy poco, porque soy muy consciente de que el tiempo que tenemos se nos escapa de las manos y que nos limita.
M.A.- ¿Cree que el Periodismo está en una crisis reputacional con tantas noticias falsas, bulos…?
N.H.- ¿Y qué profesión no lo está? ¿Los políticos? ¿Los médicos? Siempre hay alguien que hace mal su trabajo y nos empaña a todos y siempre hay alguien que lo hace bien y da brillo. Hay que luchar por hacerlo bien. Y hay que acostumbrarse también a tirar hacia delante con esas mochilas que nos cuelgan. Y para ello, nada mejor que fijarnos en nuestros mayores, que lo tenían todo en contra, una Guerra Civil y una posguerra y se arremangaron y tiraron hacia delante, siempre hacia delante.
M.A.- Es un buen consejo para nuestros vecinos afectados por la DANA.
N.H.- Me siento muy unida a esta tierra valenciana. Por mi padre, alicantino, y por el resto de miembros de esa rama de la familia. La naturaleza nos ha recordado otra vez que no pregunta, que no pide permiso, y cada uno de nosotros somos responsables de ayudarnos unos a otros y de no perder la ilusión de seguir hacia delante. Vamos a salir más fuertes. Y, desde luego, ya lo estamos demostrando, vamos a salir más solidarios. Es impresionante cómo se ha movido gente de toda España, cada uno en la medida de sus posibilidades.
M.A.- El Aula de la Mujer además de solidaria, es una iniciativa cultural, sin embargo, no quieres hablar de tu libro.
N.H.- No. He venido aquí a ayudar, no a hacer negocio. No he traído libros para vender.
Nos permitimos, sin embargo, recomendar su última novela, Luna roja, que vio la luz hace tan solo dos semanas, y en la que siguiendo su tónica, Herrero rescata una protagonista femenina «del olvido del paso del tiempo» esta vez con la figura de la periodista Margot Sanz quien se verá envuelta en el suspense de crímenes por resolver en el ambiente de la alta sociedad española de los años 50. Un homenaje a la novela negra y su década dorada. ¡No se la pierdan!
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