Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Haciendo amigos

Prefiero pensar lo que digo que decir lo que pienso

Me encontré con Paco Muntaner en Supercor, poco antes de que me desplumaran en la caja tras una alegre compra de primero de mes.

Paco es de aquellos pioneros de la publicidad alicantina, más bien del paso entre las viejas glorias y aquel puñado de empresas que dieron el paso a un cambio en las formas y en el fondo de la comunicación. Hablo de Ernesto Ortiz de Zárate, del recordado Joaquín López Baeza con Juan Gran, y de otros que cambiaron inteligentemente de sector como Carlos Bosch.

No me gusta la falsa modestia y tengo que meterme en ese grupo ya que GENTE es mi empresa y es la primera y única de la Comunitat Valenciana con premios internacionales en Cannes, New York y en el iberoamericano, entonces en San Sebastián. Mal que le pese a algunos envidiosos, eso no lo cambia nadie y GENTE supuso y es un antes y un después en el panorama de la publicidad, por eso y por muchas cosas más que algún día contaré. Haciendo amigos.

Paquito Muntaner me comentó que tiene y mantiene un archivo audiovisual de la publicidad de los comercios de Alicante desde los años 60, y me pareció tan interesante que le propuse montar un documental de ese material, no inédito, pero sí de tratamiento inédito como muestra de un trabajo, el de los publicitarios, que está en vías de extinción.

Me dirán que no, pero les aseguro que aquel trabajo de los madmen de Alicante ya solo existe a retales y que el saber en comunicación ahora está en manos extrañas. ¿Suena viejuno? Puede, pero esas empresas pioneras que se pateaban las calles, que peleaban por sus ideas y que ofrecían un 360º de verdad fueron sustituidas por una legión sectorial de hordas de especialistas en pequeñeces y comprensores de poco o nada.

Igual que un ingeniero español sabe de todo, de la máquina completa, un ingeniero alemán sabe de enchufes, otro de cables y otro de conexiones. El sector publicitario está en esas mismas, hay especialistas en tantas cosas que los que saben de todo están hasta mal vistos (hablo de comunicación).

Este quejío viene porque veo perplejo cómo ahora te dicen lo que hay que hacer para vender más o tener más éxito los que hablan de oídas o los que dicen saber manejar el Chat gpt. Y mientras, llevo meses corrigiendo y humanizando textos de esa maravillosa máquina infernal que aterroriza y ayuda a partes iguales.

De estudiante tenía un truco infalible para hacer trabajos. Abría una Larousse y seguía sus esquemas en definiciones y textos; ahora la enciclopedia es la IA. Pero hay que transformar, crear y hacer el trabajo que todavía podemos hacer los humanos. Los textos, el arte de un buen diseño, la experiencia y las ideas estratégicas es lo que queda y también la organización de eventos.

Perdimos los medios, las producciones cinematográficas, las locuciones, parte de los diseños y, sobre, todo el marketing. Antes éramos los especialistas de marketing de las empresas, hoy cada empresa de medio pelo tiene una prima licenciada o un concuñado graduado en el tema que se pasa la vida subiendo a redes noticias internas de discutible interés y trabajando siempre el mismo producto.

Pero a llorar a los Paules. Es verdad que licitaciones y concursos tienen cada vez más importancia y menos beneficio, y que tramitas 3 millones de euros a los medios por 3000, pero es lo que hay, y si no te gusta, dedícate a hacer bungalós que es lo que deja chipilines.

Podría contar y hacer amigos con miles de anécdotas de esta maravillosa profesión, pero prefiero pensar lo que digo y no decir todo lo que pienso. Pero igual un día de estos voy y lo largo. Haciendo amigos.

Pedro Picatoste

Empresario e historiador.

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