Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Haciendo amigos

La comuna de Guardamar

Fuente: Turismo Guardamar

La idea surgió para partir la semana, dejar y detener el estrés diario y hacer un Kit kat. La conforman un grupo de amigos que se autodenominaron “hombres como los de antes” , un slogan hoy poco marketiniano, y que decidieron juntarse los miércoles, en el ecuador de los días laborales, y tener una comida juntos con productos km 0 y potenciar la gastronomía de la Vega Baja. La idea fue tan buena que llevan desde 2007 sin fallar, y son más de 25 en este grupo plural y variopinto donde no hay distinciones en la mesa del banquete y donde cada cual tiene su delantal, con su nombre, con el objetivo de que nadie se manche y le peguen luego la bronca al volver a casa. Las diferencias las tienes que buscar en los coches aparcados que van desde lo más singular a lo más normal. Cuando alguno ya no puede volver, ponen su delantal en un cuadro y sigue allí con ellos para siempre…

Lo bueno viene cuando llegas y te preguntan: «¿y tú quien eres?», como si el disimulo y las buenas costumbres no fueran con ellos, y es que en realidad hay cosas a las que les damos tantas vueltas que perdemos la verdad, la sencillez y la claridad. Los preámbulos no son el fuerte de la Vega Baja y es magnífico que así sea. Una vez comprobaron todos que mis ancestros, el Pere Landrea y la tía Perilla tenían los suficientes galones patrios, todo vuelve a la normalidad y soy uno más de ellos. Y te lo dan todo.

Ya he dicho por aquí que mi abuelo Pedro era jornalero de los del puente de Rojales y que limpiaba los aljibes de Gasparito y no sé si he dicho que mi abuela Manuela era la mejor cocinera del humilde barrio de Lo Torre, junto al monte Calvario y por tanto, dada la competencia, la mejor del hemisferio norte, en el sur.

Empieza el festín. Según el día puedes encontrar: guisao de pulpo, cucarrones, pelotas, arroz con conejo, olla viuda, patatas al horno con pimienta (cuyo truco es la patata autóctona) y lo mejor de la Vega: almojábana, tortada de almendra y merengue (épica). Todo esto es lo fijo. Lo demás son aportaciones que cada uno quiera llevar al banquete: vino de la mata, sobrasadas, embutidos, ensaladas, melones, sandías, naranjas… según cada uno en su tiempo de esplendor. Son amigos y gente muy interesante, yo creo que solo en esa tierra hay gente así. Como el Agustinillo, el Niño del puro, Paco el Alcalde, el Chinito, Manolo el Cónsul, Tío Xuano, el Gato, el Rabanissa, Labraor, Manolón, Arsenio… y más.

Al invitado le ponen el delantal de invitado y le hacen la foto obligada y protocolaria bajo los cuernos del ciervo que domina la sala, como tiene que ser. Buen ambiente, un sitio donde se aprende mucho, buena gente sin doblez. En realidad es un “microclima y ecosistema humano con fauna y flora y alguna persona” como ellos mismos se definen.
Da gusto salir de la rutina y romper la semana con gente así,  gracias.

La comuna de Guardamar, intenten ser invitados.

Pedro Picatoste

Empresario e historiador.

Comentar

Click here to post a comment