Al margen de lo que pudiera pasar en la siguiente jornada, basta celebrar algo para que se estropee al momento, lo que es cierto es que algo ha cambiado en el Hércules y ya de manera definitiva. El equipo está ganando partidos que anteriormente, en aquella otra dinámica, no habría ganado, ni se habría sabido reponer. Un ejemplo es la victoria de este pasado fin de semana, en jornada sabatina, frente al filial valencianista.
El 1-2 así lo confirma. Y todo ello luchando contra viento y marea. Error puntual del portero, después sobradamente enmendado, expulsión injusta y un aluvión de bajas para el próximo partido. Sea como fuere, ni el más optimista lo hubiera dicho: en alrededor de mes y medio, desde la llegada de Claudio, ahora mismo el equipo está en promoción y cerca de tercero y segundo, aunque lejos del líder Mallorca. De llegar a flirtear con los puestos de descenso, al grupo de privilegiados. Es evidente que en este caso el cambio de entrenador, si ha servido para algo pese a ser los jugadores los mismos, indica que algo se estaría haciendo mal, o algo se hace ahora mejor.
El próximo domingo otro nuevo envite, en este caso la tarde del domingo contra el Atco. Saguntino. Claudio Barragán se deberá inventar una nueva alineación y hacer encaje de bolillos, pues son demasiadas las bajas por lesión, y por amonestación.
En todo caso, ahora ya podemos decir que ALGO HA CAMBIADO.
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