Antonio Server

Cuando un médico se jubila siempre parece que se pierde algo importante. Es el momento en el que alguien deja de velar y trabajar por la salud de sus pacientes. En este mundo preapocalíptico que estamos creando, la experiencia y el saber son despreciados y aquello que no emane de un joven becario afincado en el garaje de sus progenitores no vale para nada.

Sin embargo, con la jubilación de Antonio Server se pierde mucho. Bueno él no, él descansará, comprará cuadros, viajará por el mundo, adquirirá biblias y montará en una Harley muy bien ganada tras años de esfuerzo y ayuda a los demás. Pero el resto perderemos mucho. Un referente en el Hospital General, en la clínica Vistahermosa, un sabio consejo sobre a qué especialista ir, una solución a cualquier urgencia, un consejo de salud con excelente ojo clínico y un montón de cosas más. Estar con Antonio también es saber que solo habla él, que no te deja meter baza porque es de los que saben más de lo que pueden decir, y yo esto, lejos de rechazarlo, lo agradezco.

Se nos jubila Antonio y perderá la Sanidad Pública un organizador de primera y lo es por conocimientos y experiencia, pero sobre todo por corazón. Todos tenemos nuestro médico y con la edad nuestro cuadro médico más bien. Antonio es el médico de muchos alicantinos. No quiero entrar hoy en tema de la eficiencia del sistema porque no toca, pero para mí es una sorpresa encontrar tanta dedicación y buen hacer donde también se puede uno ocultar y escapar del esfuerzo y la ayuda y no hacer lo que hacen muy pocos, currar por los demás sin horarios ni turnos y sin protestar ni alardear. Pero por hacer amigos voy a decir algo para mí evidente: los hospitales públicos con gestión privada funcionan mejor, por mucho que se empeñen hasta algunos de sus más destacados usuarios/as y encima lo aprovechan para sacar dos tristes titulares en prensa. Ya ves.

Pero vuelvo a Antonio. Anécdotas mil; recuerdo, por ejemplo, cuando íbamos a la clínica para que naciera Mateíto y nos dijo «no te preocupes, a la chica de recepción le dices que de parte del doctor Server te de una habitación individual y buena y que yo me pasaré más tarde a veros». Allí nos plantamos y delante de nosotros, en Recepción, encontramos a un señor (entiendo el futuro abuelo de la criatura), con otra joven embarazada (entiendo su hija, aunque nunca se sabe) que le dijo muy serio a la joven de Recepción: «el doctor Server me ha dicho que le diga que me de una habitación individual y que luego pasará el a vernos y comprobarlo». Cuando nos tocó a nosotros la chica de Recepción nos miró y sólo le pude decir: «venimos a ingresar para un parto». No me sentía capaz de colocarle el mismo discurso, además de que hubiera pensado que lo había oído y quería beneficiarme del mismo privilegio 🙂

Es que, como me dijo otro gran médico, Emilio Ruiz de la Cuesta, «¿quién, en Alicante, no es amigo de Antonio Server?». Pero la verdad es que Antonio siempre ayuda. Me comentó la posibilidad de que diéramos clases a niños y jóvenes de Oncología que, sin pelo, les daba corte ir a academias o volver al «insti» o al cole. Me pareció una gran idea que él promocionó. También destacaré que hizo un reportaje fotográfico espectacular sobre cómo se vivió la pandemia en el hospital creando un testimonio gráfico de enorme valor y allí estuvo cada día de ese periodo; no todos pueden decir eso…

Siempre discutiendo con gestores y políticos, con sus colegas y compañeros y siempre con buen rollo, siempre haciendo favores y nunca pidiendo nada, tanto es así que una vez me pidió un diseño de marca para una empresa y nunca he hecho nada tan feliz. Era devolverle el 0,001 de lo que él siempre nos da solo con decírselo. Perdemos un gestor del hospital de lo mejor, pero ganamos un jubilata de oro.

Enhorabuena a Antonio y a Marina, que tendrá que aguantarlo más… ¡Paciencia! Porque, como le dejen la vida y los años, tenemos doctor Server para todo y para rato, y para ayudar en lo que le pidas. Así sea. Un abrazo.

P.D.: Antonio ha pedido una prórroga para esa merecida jubilación y la tiene concedida, por lo que le tenemos un año más trabajando por todos, enhorabuena si es que quieres, que seguro que sí.