Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Pisando área

Cervantes, liberado días antes de salir hacia la esclavitud en Constantinopla

Cervantes imaginando "El Quijote". Pintura de Mariano de la Roca y Delgado del Museo del Prado (Fuente: Wikimedia).

Cautivo cinco años, fue rescatado en 1580 por fray Juan Gil con los 300 ducados de su familia y 200 que recaudó entre mercaderes cristianos: sin su liberación, ¿no existiría el Quijote?

Por experiencia propia, sé que de lo que mejor se escribe es de lo que se vive y siente. Y si la vida, como un terremoto, te pasa por dentro, nada mejor para azuzar la creación literaria. Don Miguel de Cervantes (Alcalá de Henares, 29 de septiembre de 1547-Madrid, 22 de abril de 1616) vivió, observó y escuchó, sintió risas y lágrimas, y también fue protagonista de aventuras y desventuras como el osado y valiente hidalgo de La Mancha.

Al término de la batalla de Lepanto —sigo con las interpretaciones del investigador Martín de Riquer en la ejemplar Nueva aproximación al Quijote (Teide. Primera edición de 1960)—, y tras evitar la muerte de puro milagro, Cervantes fue hospitalizado en Messina hasta marzo de 1572. Repuesto de sus heridas, junto con su hermano Rodrigo ejerció el oficio de soldado en el Tercio de Lope de Figueroa por el Mediterráneo, circunstancia que le valió el conocimiento de otras culturas y costumbres populares (en Messina, Palermo, Nápoles…). Andanzas con amoríos y aventuras que, desde su condición de miliar, le permitieron conocer a fondo la mentalidad italiana.

Cumplidos los 28 años Miguel, junto con su hermano Rodrigo de Cervantes, se embarcó en Nápoles rumbo a España con cartas de recomendación de don Juan de Austria a Felipe II y otra del duque de Sessa que acreditaban su valor como soldado y con la finalidad de que fuese premiado con un oficio digno a su llegada a la península. Pero todo lo contrario: las recomendaciones (a la vista de los turcos tratantes de esclavos) fueron su mayor condena.

Cervantes en Lepanto pintado por Augusto Ferrer-Dalmau (Fuente: Wikimedia).

Cinco años esclavo en Argel

Avistaba ya Cervantes en la galera Sol las costas del Ampurdán (Figueres, Roses, Palalmós…) cuando una flotilla turca, al mando del corsario Arnauti Mamí, tras un ligero combate, hizo presos a los hermanos Cervantes, entre otros, para desde allí navegar hasta Argel. Miguel fue adjudicado, en calidad de esclavo, a Dali Mamí. Al hallar en poder de Cervantes las cartas de recomendación de don Juan de Austria y del duque de Sesse supusieron los turcos que por él se podía obtener un cuantioso rescate que con el tiempo dificultó su liberación. Quiso fugarse hasta en cuatro ocasiones (1576, 1577, 1578 y el último en abril de 1579), pero todas fracasaron.

Cervantes escribió dos sonetos en su estado de esclavitud en Argel. En el primero alude a su cautiverio:

“Del siempre verde lauro coronado
seréis, si yo no soy mal adivino,
si ya vuestra fortuna y cruel destino
os saca de tan triste y bajo estado
pues, libre de cadenas vuestra mano…”.

Y el segundo empieza con una triste referencia a la desdichada acción militar:

“Si ansí como de nuestro mal se canta
en esta verdadera, clara historia,
se oyera de cristianos la victoria,
¡cuál fuera el futuro desta rica planta?”.

Los padres de Cervantes hicieron cuanto pudieron y más, hasta quedar en la miseria, por liberar a sus dos hijos de la esclavitud en Argel. Y así vendieron parte de sus bienes y solicitaron préstamos hasta reunir cierta cantidad de ducados. Sin embargo, con la suma recaudado tan sólo se podía rescatar a uno de sus hijos. Miguel prefirió beneficiar a su hermano Rodrigo.

El azar y El Quijote

Poca gente sabe que Miguel de Cervantes, tras cinco años de cautiverio y cuatro intentos de fuga en Argel, como castigo iba a ser embarcado hacia el mercado de esclavos de Constantinopla. Pero a finales de mayo llegaron a Argel los padres trinitarios fray Juan Gil y fray Antonio de la Bella para tramitar la libertad de varios cautivos. Sólo disponían de los 300 ducados que había recaudado la familia, mientras que los turcos exigían 500. Y así las cosas, a la desesperada, fray Juan se dedicó a recolectar dinero entre mercaderes cristianos la cantidad que faltaba.

Cervantes quedó liberado y se evitó que fuese embarcado hacia el mercado de esclavos de Constantinopla, el 19 de septiembre de 1580. Fecha crucial, providencial, pues sin la liberación, tal vez El Quijote jamás hubiera nacido de la imaginación del insigne y genial escritor universal. Vale (cervantino).

Pedro J. Bernabeu

Pedro J. Bernabeu, periodista (FAPE) nº14.386, 02/03/1988; Asociación Española de la Prensa Deportiva (AEPD), n.º035-A (Alicante); director y locutor SER Deportivos-Radio Orihuela 1987-1997; redactor y redactor jefe diario ‘La Verdad’ Orihuela-Vega Baja-Torrevieja, 1987-2007; conferencias en la UMH Elche y Cátedra Fernando de Loazes en Orihuela-Universidad de Alicante: ‘Periodismo local: malabarismos en la cuerda floja’; entrenador de fútbol nivel III colegiado nº7255 RFEF-FFCV; músico desde 1969, clarinete y saxo tenor; escritor de novela ‘Krisis con K’ y ‘Krisis with a k’ 2015 en krisisconk.com y poemarios ‘Luna’ y ‘Sirenas’, febrero 2022; cinco proyectos de metodología en Amazon Libros con tareas de entrenamiento de formación y competición, entre ellos ‘Fútbol de la calle: Improvisación entrenada y Anarquía inteligente en equipo’, junio 2022; profesor de Secundaria (Historia y Geografía Física) CAP, Universidad de Alicante (1983). Distinciones: Medalla de Plata (RFEF-Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana, temporada 1989-1990); ‘Lancero’ del ‘Pelotón de Los Torpes’ (Centuria Romana de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Orihuela, procesión nocturna Domingo de Ramos 2005); Glosador de El Oriol y la Reconquista de Orihuela (Exaltación Festera, 01-julio-2005; Teatro Circo); Número 1 promoción 2017-2020, (entrenador de Fútbol Superior-nivel 3 profesional).

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