Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Palabreando

Autobuseando

Autobús urbano de Alicante (Fuente: Ayuntamiento de Alicante).

Si mi información no es mala, se decidió suprimir la gratuidad autobusera para los más jóvenes, sin embargo, finalmente, se mantiene esta medida que deja a la peña más joven ir gratis en los autobuses en la ciudad. En el ínterin, más de uno y una llegó a subir al vehículo y hubo de bajar porque no llevaba dinero encima pensando que la medida seguía en vigor. Sí, mucho anuncio en cartelería en la ciudad de eventos de todo tipo, pero en esa cuestión no llegó a los jóvenes la información. A ver, Barcala, que la gente joven no lee los periódicos (de hecho no lee), que hay que ponérselo fácil en carteles de los grandes para que cuando vayan en patinete —aprovecho para reivindicar patinetes para la tercera edad— , puedan leerlos tranquilamente en plan grande que, de lo contrario, no se van a enterar. Aún así, me parece muy mal que en los autobuses rojos haya que pagar y en los azules no; que colores son amores, pero que siendo malvado podría apelar al rollo rojo, izquierda; azul, derecha; «tigres, tigres, leones, leones, todos quieren ser los campeones».

Bueno pues que aún así tampoco hay que pasarse porque esa peña que se queja de que el autobús rojo no es gratis luego te la ves con sus móviles de última generación y pagando con tarjeta, que digo yo que un servidor, a la edad de catorce años, la única tarjeta que tenía era la del gimnasio y pagada por los padres para que le sellaran cada mes que iba, pero que ahora la peña se saca las tarjetas y paga como si hubiera trabajado toda su vida, de modo que pagar un viaje de bus tampoco es para que se les caigan los anillos, que se decía antes.

Lo que sí se caen son los árboles de la Playa de San Juan, de hecho, un servidor la mañana del sábado vio con sus propios ojos cómo en una de las avenidas con nombre de ciudades extranjeras —nunca entenderé porqué en la playa con tanta calle y en la ciudad con tanto artista no se les pusieran nombres a los de aquí, pero esa es otra batalla—. Pues eso que una mujer que transitaba frente al edificio Concorde pues que va y le cae rozando el espinazo una rama de árbol de esas con las que Tarzán habría disfrutado con sus lianas como si no hubiera un mañana, incluso colgado con Jane, la mona Chita y una de esas mochilas de viaje. Que me pongo a pensar y digo yo: ¿Tarzán tenía muda de recambio o siempre usaba la misma? Bueno, esas son preguntas sin respuesta, como el momento baño de Darth Vader. En fin, sigamos, pero ¿qué hay que hacer en ese tipo de situaciones? ¿Alegrarse de que no haya pasado nada peor, llamar a la policía, llamar a los bomberos? Son situaciones en las que el ciudadano de a pie desconoce lo que hay que hacer más que seguir su camino y dar gracias que no le cayera el árbol encima.

Momento bicicleta verano

La respuesta es no. Está claro que los que más controlan las bicis son los alumnos y las alumnas del Escuela Europea que todas las mañanas, y sin importar la edad, te los y las ves circulando por el carril bici de la playa en dirección a sus aulas respetando todo tipo de señalizaciones, que para eso están. Otra cosa son los ciclistas, bueno, los pseudo ciclistas. Sí, esos que se saltan los semáforos, los que se cruzan por los pasos de cebra, los que piden derechos y respeto y se saltan todos los deberes.

Carril bici en Elche (Ayuntamiento de Elche).

Sí, está claro que se inventó el carril bici para cuatro porque los profesionales, y los que van de guay en la bici, aseguran que el carril bici no es para ellos, no; es para el oso Yogui y Bubú, porque aun estando un pedazo de carril, ellos por la carretera, porque yo lo valgo, porque soy profesional y paso de todo y tanta inversión que se hizo en la zona de la antigua fábrica del aluminio para llegar en bicicleta a la OAMI, ahora EUIPO, para que circulen cuatro, y si no, siéntense una mañana a verlo. Es como esos bancos que se sacan de repente como los de la antigua isleta en la Playa de la Albufereta, al lado de Troncos y el lavadero de coches. Pero vamos a ver, ¿quién se va a sentar ahí a pie de carretera a ver pasar coches? ¿Y separados? Pero es que uno ya no creo que ha perdido la razón lógica, es como los parques públicos que ponen los toboganes de acero. Pero vamos a ver, que el sol quema el culo, así de sencillo. Antes, en nuestra época sí, porque era tan sencillo como disfrutar, pero ahora no, que ahora estamos en la generación de cristal y todo es un drama, una tragedia. Antes todo era de hierro y si te quemabas por las tardes de verano ya te las apañabas. Que ahora no, que ahora los niños y las niñas no pueden si quiera tener la opción de pensar en alternativas, porque ya están los padres y las madres para poner el grito en el cielo en ese tipo de cosas. Luego van mal en la escuela, pero eso da igual porque como promocionan y existe el oficio de youtuber pues no pasa nada, pero que se quejan de que el tobogán quema, pues claro, si es verano, ha quemado toda la vida y nunca ha pasado nada. Ahora al psicólogo por algún tipo de trauma porque, bueno, como la vida está tan loca, que cantaba Ricky Martin, pues eso.

Por cierto que se están empezando a detectar síntomas de sordera y acuífenos en la gente joven que utiliza todo el tiempo los auriculares para escuchar eso que escuchan que no sé si lo es por el sonido o por el tipo de música. Apostaría que es por lo segundo con mucha maldad.

También decir que se están empezando, y no es coña, a ver los primeros trastornos físicos debidos al peso de los cascos que utiliza la peña con los móviles con deformaciones del casco cerebral. Pero que bueno, uno no va a entrar en ese terreno, tan sólo me lo han comentado profesionales. De todos modos hay quien tan sólo emplea el cerebro como planta artificial. Habría que poner a la gente a pensar, sobre todo a los jóvenes y hasta a lo mejor, entre tanta desidia habemus potencial.

Y digo yo, si se obligara en lugar del bonobús al librobús, es decir, que si subes con algún libro, venga va, de la lista del ayuntamiento, fuera gratis, quizá alguno o alguna se lo leería por aburrimiento, o porque se les ha terminado la batería o porque, sencillamente, hay palabras de esas bonitas, como las olas del mar que te borran lo escrito en la arena pero que estoy seguro que se las quedan de recuerdo para que escribas más y hasta alguien se engancharía a ese modo de leer en un trayecto. Bonobús Literario con algún código de esos que se pasan para que quede constancia, como cuando compras, rollo código de barras dentro de la «biblioayuntamiento» (Barcala, me merezco ese patinete que rozo ya la tercera edad).

Recomendación musical: 100 000 bolas de cristal, de los Zigarros.

Recomendación literaria: Cuatro por cuatro, de Noelia Vicente Selfa.

En fin, que ustedes lo lean, lo pasen y lo paseen bien.

Bruno Francés Giménez

Escritor de serie B.

2 Comments

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  • Leerte los lunes es la mejor manera de empezar a disfrutar cada semana. Un fuerte brazo y no presumas de acercamiento a la tercera edad.

    • Gracias siempre por el detalle de comentar el artículo, pero ya me voy haciendo mayor. Un abrazo muy fuerte maestro.