La soga verde de leyes climáticas daña la competitividad y propicia la fuga de cerebros, inversiones y empresas.
Unidos en lo bueno y en lo malo (Dios quiera que Croacia no nos contamine además con sus venenos endémicos de oligarquías caciquiles…), en la Unión Europea, desde la entrada en vigor de la moneda euro (en España el 1 de enero del 2002), bien sabido es que los antecedentes (truenos previos a la tormenta) son hoy irrefutables: si en Alemania han comenzado a asomar los síntomas de ‘resfriado’ (económico), solo es cuestión de tiempo que en toda la Unión Europea sufriremos una ‘pulmonía’.
Diferentes economistas, de corrientes ideológicas distintas y hasta enfrentadas en sus tesis y criterios, pero todos ellos economistas sensatos de los pocos con objetividad, esto es, por nada contaminados ideológicamente (ni por los hunos llegados de la estepa asiática ni por los “hotros” que bautizó el maestro Don Miguel de Unamuno), casi todos por unanimidad auguran un año 2024 poco halagüeño para la economía, el empleo y bienestar en la denominada “Zona Euro”.
Noticia silenciada, pese a ser alarmante, fue que el pasado mes de enero se desplomaron los pedidos de la industria alemana (cayendo el 37 %), donde el sector automovilístico se desaceleró un 27 %. La industria de Alemania que fue capaz de superar las dos guerras mundiales, luego superó la imposición del Comunismo, la hiperinflación de los años treinta, la división de las dos Alemanias, y su reunificación posterior con unos costes, esa poderosa locomotora alemana “se está viendo asfixiada por la soga verde (normativas enloquecidas e irracionales)”, reprochan expertos economistas.
La ‘soga verde’ (leyes climáticas)
La denominada ‘soga verde’ representada por las leyes climáticas está asfixiando a la economía alemana. Porque es una realidad ya en Alemania el éxodo de empresarios, emprendedores y de trabajadores especializados, más claro, fuga de capitales y de cerebros, unos 180 000 trabajadores cualificados cada año pierde Alemania, según los datos extraoficiales más críticos con las estrategias económicas y políticas gubernamentales.
“El movimiento migratorio, con la alarmante pérdida de talento debido a la fuga de cerebros en Alemania, deja entrever incipientes grietas, muy preocupantes y a solucionar de inmediato, en las políticas europeas”.
La elevada carga fiscal, la burocracia asfixiante y las regulaciones cada vez más intrusivas, sobre todo en sectores clave como el agrícola y el energético, plantean una pregunta fundamental: “¿Es sostenible el modelo social europeo de la redistribución a base de subsidios y elevado gasto público?”, preguntan los economistas.
La fuga de empresas de Alemania es un clima nada propicio para la inversión en los países de la Unión Europea.
Penalizar el éxito económico, “los ricos deben pagar más impuestos”, tergiversadora cantinela que repiten en su demagogia cada día más políticos, plantea el irreconciliable enfretamiento entre justicia social y competitividad que genera creación de empresas y puestos de trabajo, en detrimento casi siempre de las inversiones y del bienestar a través del empleo.
Justicia social y competitividad
La transición energética, hacia un mundo y una atmósfera menos contaminada, como consecuencia de políticas erráticas y radicales, está atacando las inversiones en los países de la Unión Europea, en beneficio del asentamiento empresarial en países más permisivos como lo son China, India, Brasil, México, entre otros.
¿Cómo se equilibra la justicia social con el desarrollo económico y el bienestar para todos? ¿Con impuestos e impuestos que generan éxodo empresarial en la UE?
Con fuentes de energía renovable insuficientes, como demuestra la solución del Gobierno francés, la energía nuclear es la alternativa para ofrecer energía a costes más asumibles por las empresas.
Los ideales ambientalistas, de los ecologistas alemanas (Los Verdes), ganaron mucho peso político durante los últimos cuarenta años hasta conducir a Alemania a un callejón sin salida, debido al irracional y demagogo sectarismo de las políticas medioambientales. Porque las soluciones simplistas son siempre negativas.
Diversificar las fuentes de energía es garantizar el suministro sostenible y a precios asequibles para las empresas. Por ello, resulta hoy necesario en todos los países de la Unión Europea armonizar la urgencia climática, discutible en numerosos aspectos, con la disponibilidad energética para producir bienes y servicios, origen del bienestar social de todo país.
Déficit comercial de 1000 millones
A nadie se le escapa, salvo a quien vive en la demagogia y la tergiversación política e irresponsable permanente, que el giro en la balanza comercial en Alemania es alarmante tanto para el país teutón como para la UE.
Porque Alemania ha bajado radicalmente de rondar el 9 % de superávit, en su balanza comercial exterior, a un déficit de 1000 millones en el 2023.
“Las ocurrencias verdes”, durante décadas, han perjudicado hasta colocar en peligro al sector de la exportación pujante en Alemania gracias a sus industrias manufactureras (automoción, laboratorios de productos médicos, etcétera…) que requieren de fuentes de energía intensivas.
Alemania no cuenta con un sector servicios o centros financieros, de igual peso en su economía ni al compás que sus tradicionales y competitivas industrias manufactureras de exportación, como pueda existir en otros países europeos.
“Alemania y la Unión Europea deben reorientar sus estrategias económicas. Diversificar sus sectores de crecimiento y competitividad, a la vez que mantener su compromiso político con la sostenibilidad y la transición energética”.
Según la Federación de Empresas Alemanas, numerosas empresas alemanas estudian la deslocalización por la presión de los precios de la electricidad y del gas que están minando su competitividad. Y como consecuencia de ello tanto la viabilidad económica empresarial como la transición verde están en grave peligro.
La Ley de Reducción de la Inflación (USA), con subvenciones, busca incentivar a la industria verde y ha comenzado a atraer inversiones europeas.
Las consecuencias de una crisis en Alemania en la Unión Europa quedan de manifiesto con los siguientes datos: El 10 % de las industrias manufactureras europeas son alemanas. Es más, generan el 30 % del Valor Añadido Bruto de la Unión Europea y superan la quinta parte de Alemania. El Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania, el cuarto más importante del mundo, se contrajo un 0,3 % el 2023.
39 % de trabajo a media jornada
Igual que está ocurriendo en España, el mercado laboral en Alemania indica mayores cifras de empleados (46 millones en el 2023). Sin embargo, existen permanentemente más dos millones de vacantes no ocupadas.
“Otro factor a tener en consideración es que la asistencia social en Alemania supera ya los 500 euros mensuales desincentivando el empleo”, sostienen muchos economistas liberales. Al tiempo que hacen hincapié en un hecho laboral: el 39 % de empleos es ya a media jornada en Alemania. Sobre todo, mujeres que desean conciliar mejor trabajo y familia. Y así las empresas se enfrentan a graves problemas para encontrar personal.
¿Vale la pena trabajar si la asistencia social supera la ayuda de 500 euros al mes?
“¿Es sostenible el modelo de la redistribución con subsidios sociales y elevado gasto público?”, cuestionan muchos economistas.
En Alemania, del millón y medio de universitarios que había matriculados en los años noventa, se ha pasado a más de tres millones y medio.
Por último, los economistas consideran que la recesión, la inflación de los precios y el aumento de los precios energéticos, junto con más empleo a media jornada, y al mismo tiempo mayor número de desempleados que requieren subsidios, es una situación que consideran insostenible.
¿Por qué no se premia el esfuerzo? ¿La conciliación familiar es una excusa para recibir más por menos? ¿La solución es la formación tecnológica para el futuro?
España, el geriátrico de Europa
Que España es y será el geriátrico de Europa, destino de las jubilaciones que cobran millones de europeos, es un hecho muy beneficioso para nuestro país.
Y por ello, ya en esta Hoja del Lunes, de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante, expuse recientemente cuatro premisas entrelazadas: Primero, más de 85 millones de visitantes extranjeros recibió España en el 2023. Segundo, por el primer hecho es imprescindible asegurar el abastecimiento de agua en las zonas turísticas (por el abastecimiento actual y para atraer más a jubilados extranjeros mayoritariamente compradores de viviendas). Tercero, el turismo es el generador de millonarios ingresos en impuestos para el Estado. Cuarto, los ingresos estatales gracias al turismo y a otros de sus sectores vinculados nos sirven para el mantenimiento del bienestar y servicios públicos en toda España.
Espero que cuando termines de leerme tal vez pienses o consideres, más o menos como pienso y considero hoy yo, que gestor inepto (sospecho aquí del político a destituir de inmediato) es quién en su sectarismo ideológico, descerebrado (sin discusión posible en mente cuerda), es aquel político incapaz, enloquecidamente en demencia, que cuestiona el desarrollo de la industria ligada al sector turístico en España, incluidos los dos archipiélagos (Canarias y Baleares). Industria de servicios merecedora, sin titubeos ni cobardía, de caudales de agua suficiente en todo el litoral Mediterráneo, tras superar España durante el 2023 los 85 millones de visitantes extranjeros.
Pero nadie los destituye. Desbarran, disparate va, disparate viene, siempre, ayer, hoy y mañana. Eso sí, por desgracia, en ineptitud demente prosiguen engordándose el bolsillo, su bolsillo, con el sueldo estatal. Y hasta, en descaro sin vergüenza, se aprueban para sí mismos sueldos vitalicios. Pero por cobardía, necedad política suicida o ceguera ególatra, nadie cuestiona ni un ápice a la inepta o el inepto bocazas en demente permanente, en demagogia tergiversadora, sin argumentos a respetar, por sus propuestas u opiniones nada respetables.
Con sus propuestas (por justificar el sueldo ante al coro de estómagos agradecidos) ni se percatan de que frenarían el desarrollo, el bienestar y empleo (puestos de trabajo, por si alguien rechaza escuchar o entenderme) en numerosos sectores ligados al turismo, fuentes de ingresos a través de los impuestos, directos e indirectos, además de las aportaciones a través de las nóminas de los trabajadores que recauda la Seguridad Social. Recaudaciones con las que el Estado mantiene, para nuestra desgracia el sueldo de la demente caterva de ineptas e ineptos tergiversadores y sectarios, y por suerte para el mantenimiento de todos los servicios públicos en toda España, sí, en toda España.
108 000 millones dejaron en España los extranjeros
Según las cifras oficiales del INE publicadas el pasado viernes 02 de febrero, más de 85 millones de turistas visitaron España durante el reciente año 2023, superando las llegadas de visitantes extranjeros del 2019, anteriores a las nefastas consecuencias de la pandemia de la Covid durante el 2020, con cierre de aeropuertos, ahora con un incremento el pasado año del gasto de los turistas extranjeros por encima de los 108 000 millones de euros. Sí, más de 108 000 millones de euros dejaron en España, aunque le pese a algún Gobierno extranjero (sus capitales, pensiones y jubilaciones llegan a nuestro país a raudales para nuestra economía y nuestro bienestar) y también le pese, para su desgracia, a algunos españoles en la envidia permanente.
Ya en el 2022, los extranjeros compraron en España más viviendas que jamás lo hicieron personas procedentes de otros países y realizaron inversiones sorprendentes, por su alta cuantía económica en el sector inmobiliario, entre otras circunstancias, según los expertos, por la creciente inestabilidad política e inseguridad en otras regiones y países del Mediterráneo. Y así durante el 2022, superada la limitación de movimientos internacionales decretada por la pandemia de Covid, los extranjeros que recalaron en nuestro país firmaron un total de 88.858 compraventas de casas situadas en diferentes comunidades autónomas. Un 45 % más de compraventas sobre las 60.900 registradas el 2021, según las estadísticas oficiales en los colegios de Registradores de la Propiedad.
“Sin agua asegurada: nadie compra casa”
Un experto nos aseguraba que son “mayoritariamente jubilados extranjeros, atraídos por nuestro sol y por nuestro clima”, quienes además “poseen un poder adquisitivo mucha mayor que nuestros jubilados nacionales”. Compradores que se están inclinando en los últimos años “hacia la compra de viviendas en nuestras costas, hasta donde atraen a sus familiares, hijos y nietos, que los visitan y consumen aquí durante los períodos vacacionales y festivos en sus países hoy de residencia”. Y tal vez en el futuro “estos familiares directos de los jubilados, muy seguramente, heredarán o comprarán nuevas viviendas en España”.
Eso sí, antes de comprar, siempre preguntan en las inmobiliarias “si en la urbanización del municipio donde desean comprar la vivienda en España, está asegurado todo el año el abastecimiento de agua potable”. Porque el agente inmobiliario concluía: “Sin agua asegurada: nadie compra casa en España”.
En la pujanza creciente de la llegada de compradores extranjeros de viviendas, más en las zonas turísticas del litoral Mediterráneo y los archipiélagos (Baleares y Canarias), se ha constatado que el montante medio de las inversiones continúa aumentando “hasta cotas no vistas antes, con progresivos aumentos de hasta no menos de 500.000 euros de inversión”. Y ahí están para verificar los datos anteriores las estadísticas oficiales porque el 2022 este colectivo, de extranjeros con poder adquisitivo alto, firmó 8.975 compraventas, esto es, un 63,5% más que durante el ejercicio del 2021.
Extranjeros compran el 45 % de las casas en 2022
Y todavía, en su demencia sectaria, algunos ineptos e ineptas se permiten poner palos en las ruedas de nuestra industria turística e inmobiliaria ligada al sector turístico, cuando cuestionan, entre otras circunstancias imprescindibles, la llegada de agua a todo el litoral Mediterráneo.
Sin obviar la necesidad de suministros de agua para el pujante y competitivo sector agrícola de exportación, con riego por goteo en numerosas zonas e invernaderos en otras, implantado desde hace años también en la mayoría de provincias, de Sur a Norte, en la costa andaluza, murciana, levantina y valenciana.
Frente a la demencia sectaria de algunos políticos, el Boletín Oficial del Estado (BOE), de 30 de enero de 2024, publicó la siguiente normativa sobre el Trasvase Tajo-Segura, Seguridad Social y Medio Ambiente: “Trasvase Tajo-Segura (Orden TED/52/2024, de 29 de enero, por la que se autoriza un trasvase desde los embalse de Entrepañas-Buendía, a través del acueducto Tajo-Segura, de 20 hm3 para el mes de enero de 2024”.
Porque sabido es, salvo para quien vive en la ineptitud interesada o sectaria, la necesaria seguridad y estabilidad para todo comprador o inversor, aquí donde el turismo y el sector inmobiliario (en 2022 el 45 % de las compras de viviendas fueron por extranjeros que a España trajeron capitales, ahorros o jubilaciones, desde sus países de origen).
Y casi en la totalidad de los casos gestionados por un experto del sector inmobiliario, en el Sur de la provincia de Alicante, “sin tener que solicitar préstamos bancarios ni firmar hipotecas en España. Porque estos compradores suelen disponer de suficientes ahorros, planes de pensiones o fondos de inversión en su país de procedencia, que retiran para realizar la compra de su vivienda en nuestra costa”.
Y así el sector turístico es una fuente segura, hoy en día en España, generadora de ingresos para el Estado, a través de los impuestos, que son necesarios para mantener y mejorar los servicios públicos en todo el territorio nacional. Vale (cervantino).
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