Los ‘docetistas’ rechazaron el nacimiento físico de ‘Yeshúa’, “un ser espiritual”

Homo Sapiens inventó el simbolismo, sutil expresión emocional nacida en nuestra imaginación humana, y tal vez espiritual, en evolución infinita al compás del progreso cognitivo propiciado por la comunicación, primero gestual y luego verbal, generadora de mayores capacidades cerebrales. Creatividad humana sin límites desde la ancestral era de las cavernas presente todavía hoy en nuestras vida y sociedad actual…

Y así en la evolución simbólica de la humanidad, a partir del nacimiento de Jesús, antes y después de Cristo en la cronología cristiana (a.C. y d. de C., y otras abreviaturas), con él nació un mundo nuevo por su mensaje revolucionario: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por lo que os ultrajan y os persiguen.” (Mateo 5:43-44).

Hasta el nacimiento de Jesús (en Belén o en Nazaret…) la ley del talión​ (del Latín lex talionis), venganza justiciera que justifica el castigo según el agravio causado, es la denominación tradicional de un principio jurídico de justicia retributiva donde la norma imponía el castigo que se identificaba con el crimen cometido, obteniéndose la reciprocidad. El término talión deriva de la palabra latina tallos o tale, que significa «idéntico» o «semejante», de modo que no se refiere a una pena equivalente sino a una pena idéntica. La expresión más conocida de la ley del talión es el pasaje bíblico: «Ojo por ojo, diente por diente, pie por pie».

Entre los cristianos más próximos al tiempo histórico de Jesús de Nazaret surgieron interpretaciones enfrentadas y grupos con teorías y argumentaciones dispares, tal vez fundamentadas en hechos y pruebas hoy desconocidas, teorías perdidas en el olvido del tiempo o por intereses de la Iglesia y del clero oficial, donde merece especial mención el grupo de los docetistas.

Los seguidores (ellos y ellas) de esta corriente cristiana, de los primeros años de nuestra era, negaban el nacimiento físico de Jesús, hecho contradictorio frente a sus firmes convicciones, en el convencimiento radical de que Jesús “era un ser espiritual carente de nacimiento físico” (sin obviar los relatos y descripción de su resurrección, ascensión a los cielos como “ser de luz” y otras afirmaciones hoy sin explicación científica).

Y surgen otras interpretaciones, entre ellas el embarazo de María por una supuesta inseminación artifical: María contestó al ángel Gabriel (luz que iluminó su estancia) “¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?”. Contestó el ángel, “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios”.

Sin obviar la defendida procedencia extraterrestre de Jesús, enviado por “mi Padre el creador” del universo y por recalcar en numerosas ocasiones: “mi reino no es de este mundo…” (¿Reino material o reino espiritual? ¿Terretre o extraterrestre?, son algunas de las interrogantes esgrimidas en las variadas interpretaciones, numerosas sobre el origen divino, celeste o celestial de Jesús, que hasta el día de hoy carecen de argumentos y pruebas de demostración científica… ¿Ciencia o fe?).

Hallarás a continuación uno de los análisis acerca de la cronología del nacimiento de Jesús: https://biteproject.com/cronologia-del-nacimiento-de-jesucristo/

Ten presente que el mundo es diverso, desde la legendaria Torre de Babel, a dios gracias, como evidencian nuestras manifestaciones culturas y religiones, filosóficas y corrientes espirituales, todas respetables desde el albedrío humano, esclavizado en ocasiones por los perturbadores sentidos, albedrío por suerte guiado hacia el valor de la libertad defendida a ultranza por Jesús en los evangelios canónicos.

Según el calendario gregoriano en este 2024 ya en ciernes, el Islam tiene 1444 años de historia. Desfase en años como consecuencia de que los musulmanes cuentan dentro de un año 355 días en vez de los 365 de la cronología de nuestra cultura occidental.

Año Nuevo del 18 de julio en el Islam

¿Sabes cuándo empieza el año para los musulmanes? Con la luna creciente del 18 de julio, los musulmanes de todo el mundo celebran el comienzo del Año Nuevo Islámico, también llamado Año Nuevo Árabe o Hijrī. Para muchos musulmanes, Muharram, el mes sagrado que da comienzo a cada nuevo año, es un momento de luto y reflexión.

¿Por qué los musulmanes no celebran la Navidad? Una de las razones por las que los creyentes del islam no festejan cada 25 de diciembre es porque no consideran que esa sea la fecha de nacimiento de Jesús. De acuerdo a los musulmanes, no hay evidencia histórica ni testimonios que respalden dicha información.

¿Sabes cómo se cuentan los años en el islam? El calendario musulmán se basa en ciclos lunares de 30 años (360 lunaciones, de la milenaria tradición sumeria). Los 30 años del ciclo se dividen en 19 años de 354 días y 11 años de 355 días. Los años de 354 días se llaman años simples y se dividen en seis meses de 30 días y otros seis meses de 29 días.

Por ejemplo, el 31 de agosto de este 2023 correspondió al inicio del año musulmán 1444 y este año por comenzar con el Año Nuevo en nuestro 1 de enero, para nosotros 2024, el inicio del 1444 corresponderá con el 20 de agosto, y así sucesivamente.

Año Nuevo Chino, 12 de febrero 2024

El Año Nuevo Chino (Fiesta de la Primavera) es la denominación del festival anual que celebra el comienzo del Año Nuevo en el calendario tradicional chino, el domingo 12 de febrero en el 2024, y que termina con celebraciones hasta el 26 de febrero. Será el 2024 el Año del Dragón de Madera, uno de los símbolos más poderosos de la astrología milenaria china por su energía, fuerza y poder.

El inicio de las celebraciones de la Fiesta de la Primavera es fijada el día de la luna nueva más próximo al día equidistante entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera del hemisferio Norte. Los actos comienzan el primer día del primer mes luna y terminan el día 15 del Festival de los faroles. La elección de esta fecha se fundamenta en los 12 ciclos lunares con un total de unos 354 días…

¿Jesús nació el 24 de diciembre o en verano?

La Iglesia sostiene que Jesús (Cristo) nació a medianoche del día de Nochebuena, del 24 al 25 de diciembre (Navidad) del año cero. Pero muchos investigadores e historiadores se han preguntado: “¿Qué hubo en el origen histórico de esa fecha?”.

Y aunque se podría analizar, desde diferentes perspectivas y circunstancias (climáticas, sociales…) la narración del evangelio canónico de Lucas (con el visto bueno de la Iglesia oficial) sobre el nacimiento de Jesús, la hora fijada en medianoche, al igual que aconteció con el año cero, la creencia más extendida es que representa el hecho incuestionable de que Jesús dividió la historia e inició una nueva era marcada por el poder transformador del anuncio del evangelio.

¿Qué intención tenía la Iglesia en sus orígenes para fijar una fecha de nacimiento de Jesús? ¿Por qué comenzaron a celebrarlo? Lucas ningún dato aporta sobre el año ni el mes ni el día en el que nació Jesús.

El periodista e investigador J.J. Benítez sostiene que Jesús nació en verano: “Yo celebro el 21 de agosto el nacimiento de Jesús”, por considerar que nació en época seca. Porque los viajes donde supuestamente nació Jesús eran realizados en época estival. “En Belén no se saca el ganado al raso en invierno (por el frío) desde octubre y noviembre hasta marzo o abril”, sostiene el periodista.

‘Yeshua bar Yosef’ o ‘Yeshua ha-notsri’, predicador galileo

De la lectura de los evangelios, el nombre de Jesús de Nazaret, hijo de José, queda claramente identificado como Yeshua. Según la etimología popular del pueblo hebreo, el nombre quiere decir «Yahvé salva». Según la tradición oral fue su padre quien se lo había puesto el día de su circuncisión. Un nombre muy corriente y por ese motivo hubo que añadirle más identificación a quien lo llevaba. Según los evangelios, la gente lo llamaba Yeshúa bar Yosef, «Jesús, el hijo de José», si bien en otras partes le llamaban Yeshúa ha-notsrí, «Jesús el de Nazaret».

La historia y las tradiciones judías y cristianas indican que la formación del pueblo hebreo data del segundo milenio a.C., alrededor del año 1800. Pero la ubicación de los primeros hebreros resulta compliciada por sostenerse en transmisiones orales, de generación en generación. Porque la Biblia no fue concebida para ser un mero texto de historia con argumentos y presupuestos científicos sino un testimonio colectivo transcendental en el que los creyentes, judíos y cristianos, atesoran desde hace más de dos milenios lo que consideran ser revelación y palabra de Dios.

Los hebreos creen en un Dios, un solo Dios, mientras que en la Antigüedad el mundo que los rodeaba era politeísta, fetichista e idólatra. La tradición, en este caso hebrea e islámica, ha preservado una significativa leyenda acerca de que Abraham rechazaba a los ídolos, circunstancia que lo condujo a la destrucción de los mismos.

Los hebreos creen en Yahvé (o Jehová). Por respeto, evitan mencionar o por lo general escribir su nombre propio. Suelen referirse a Dios como Ha-Shem (“El Nombre” [de Dios]) o Barúj Ha-Shem (Bendito [es/sea] el Nombre [de Dios]). Los hebreos emplean además expresiones como Elohím (literalmente “Dioses” pero significando “Dios de Dioses”), El-Elión (“Dios Supremo” o “El Altísimo”), El-Shadái (“Dios Todopoderoso”) y El Ha-Rajamím (“Dios Misericordioso”). Y le asignan también muchos otros nombres y, entre ellos, frecuente es hallar el de Adón (“Señor”), Adonái (“Mi Señor”) como también Eli (“Mi Dios”) y Eloheinu (“Nuestro Dios”).

¿Qué sabemos sobre el nacimiento del predicador galileo Yeshua bar Yosef?

De las pocas informaciones históricas que tenemos, al respecto del predicador galileto Yeshua bar Yosef o Yeshua ha-notsri (en los textos de los evangelios canónicos con el visto bueno de la Iglesia, los evangelios de Mateo y Lucas), en primer lugar debe tenerse en cuenta que fueron escritos aproximadamente entre el año 80 y el 90 del siglo I d. de Cristo. Esto es, unos 50 años después de la muerte de Jesús y unos 80 años después de los hechos narrados sobre su nacimiento.

Los textos más antiguos del Nuevo Testamento, las Siete Cartas de Pablo consideradas auténticas (Tesalonicenses, Gálatas, Filipenses, Filemón, Carta 1 y 2 a los Corintios y la Carta a los Romanos), así como el evangelio de Marcos, el más antiguo, ninguna información concluyente aporta al respecto del nacimiento del predicador galileo.

Unas de las versiones interpretativas que intenta justificar el desinterés de Marcos y Pablo de Tarso, acerca del nacimiento de su maestro, expone el hecho de que los primeros cristianos estaban más inclinados hacia el mensaje de Jesús de la llegada inminente del reino de Dios. Pero cuando ese reino no llegó, y comenzaron a morir quienes habían conocido personalmente a Jesús, entonces surgió la necesidad de dejar por escrito todo lo que se sabía sobre él con la finalidad de transmitirlo a las siguientes generaciones…

Herodes, el Mesías y el Censo de Quirino

Los relatos de los denominados ‘Evangelios de la Infancia’ (Mateo, capítulos 1 y 2; Lucas, capítulos 1 al 3) nos ofrecen dos guías cronológicas: la primera en Lucas 1.5 y en Mateo 2.1 donde se afirma que Jesús nació en tiempos del rey Herodes El Grande (rey de Judea, Galilea, Samari e Idumea entre el 37 a.C. y 4 a.C. como vasallo de Roma), y la segunda guía en Lucas 2.1-2 donde se relaciona con el Censo de Quirino (en tiempos del emperador romano Augusto) realizado en la provincia romana de Siria. Censo del que también tenemos referencias a través de Flavio Josefo, afamado historiador judío del siglo I d.C quien, tanto en su obra Antigüedades de los judíos XVIII y XVIII como en su Guerra Judía VII, menciona el censo y destaca su carácter sin precedentes en la región.

Una de las corrientes de investigación sostiene que la mención del Censo de Quirino, vertida por Lucas, tal vez fuese un recurso empleado por el evangelista, con la pretensión de justificar la presencia de José y María lejos de su lugar de residencia en Galilea y a la vez apoyar el relato del viaje a Belén, con el objetivo último de avalar el cumplimiento de las palabras del profeta Miqueas quien auguró que el Mesías habría de nacer en la ciugad natal del rey David. Cierto es que Quirino sólo fue gobernador de la provincia romada de Siria (donde estaba ya incluida Judea) en el año 6 de nuestra era.

Por lo tanto la contradicción histórica es evidente, por las referencias históricas en los evangelios de Lucas y Mateo sobre Herodes El Grande y su reinado (del 37 a.C al 4 a.C.) y el viaje de José y María incluidos en el Censo de Quirino (elaborado el 6 d.C). Vale.