En la conexión entre Filipinas y España perdura la heroicidad de los soldados españoles durante el asedio de 337 días por parte de los insurrectos tagalos filipinos en la iglesia del pueblo de Baler, situado en la isla filipina de Luzón. En esta contienda, Enrique de las Morenas fue el comandante del bando español que se consagró para siempre en la memoria nacional como “los últimos de Filipinas”.
No obstante, también se debe recalcar que los españoles fuimos pioneros en Asia al crear la primera universidad. La Pontificia y Real Universidad de Santo Tomás, Universidad Católica de Filipinas o simplemente Universidad de Santo Tomás, propiedad de la Orden de los Dominicos situada en Manila (Filipinas).
En estos artículos de “Caminando con la historia” nos gustaría ser justos y veraces, y para ello tenemos que mencionar que antes de la Universidad de Santo Tomás hubo otra institución llamada “San Ignacio”, fundada por los jesuitas (siempre competidores de los dominicos), la primera en obtener bula papal y real en 1590, veintiún años antes que la administrada por los dominicos (1611). Desgraciadamente, en el siglo XVIII, con la expulsión de los jesuitas, esta cerró sus puertas, quedando la Pontificia y Real Universidad de Santo Tomás, Universidad Católica de Filipinas, con el título honorífico de universidad más antigua de Asia que todavía tiene sus puertas abiertas.
La Universidad de Santo Tomás fue fundada por el español Miguel de Benavides y Añoza, tercer arzobispo de Manila, y estaba situada dentro de la ciudad amurallada de Manila. Originalmente fue un seminario para sacerdotes, de ahí el nombre Santo Tomás de Aquino, dominico por excelencia. El título de «real» fue otorgado por el rey español Carlos III en 1785 y «pontificia» por el papa León XIII, ya en el siglo XX, concretamente en 1902.
En 1927, después de muchas remodelaciones y la ampliación del campus gracias a los dominicos, se inauguró el edificio principal de la universidad, siendo el primero con protección contra terremotos de toda Filipinas. Además, en ese mismo año se aceptó el ingreso de mujeres como estudiantes en la facultad.
Durante la ocupación japonesa de Manila en la Segunda Guerra Mundial, la universidad cerró sus puertas desde 1942 a 1945, ya que sus nuevos invitados convirtieron el campus en un campo de concentración de civiles, extranjeros y prisioneros de guerra.
A día de hoy, la universidad cuenta con aproximadamente 38.000 estudiantes. De 50.000 solicitudes de ingreso, admite cada año solamente a 10.000 nuevos alumnos. Estudiantado que cuatro siglos atrás, y por el hecho de nacer en el territorio filipino-español, era considerado español de pleno derecho.
No podemos terminar sin decir, a modo de ejemplo, que el Imperio español, con sus luces y sus sombras, daba un tratamiento a los territorios de ultramar como si de una parte del “país” se tratara, es decir, españoles. En todos los virreinatos de la Nueva España, a diferencia de otros imperios coloniales de la época, la monarquía española mostraba un profundo celo por instaurar una base legal a sus dominios y una prosperidad a todos los efectos de los nuevos territorios.
Un ejemplo de cultura lo podemos encontrar en las ya mencionadas universidades, que si bien en el caso de Manila sabréis que en las Filipinas una buena parte de la población es musulmana, especialmente en Mindanao. La universidad hacía que estas instituciones pudieran introducir el catolicismo y la fe católica en la juventud del pueblo filipino, facilitando así su conversión y no aplicando las normas de la Santa Inquisición, que eran un escollo importante en la época. Otro ejemplo claro es el caso inglés colonial y, por ende, económico, donde todos los buques de la armada inglesa eran construidos en Inglaterra sin favorecer de ninguna forma la industria de sus zonas coloniales, a diferencia de las españolas, donde los barcos que cubrían la ruta de Filipinas a México “el llamado Galeón de Filipinas” eran construidos en la costa del Pacífico de México, ampliando claramente una política de integración.
No os perdáis, si viajáis a Manila, pasear por los jardines históricos universitarios de Santo Tomás y comprobareis parte del legado español en Filipinas.
Visitor Rating: 5 Stars
Visitor Rating: 5 Stars