Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Internacional

Argentina y su P.C.P.  (Probable cambio de paradigma)

Javier Milei en un mitin. Fotografía: La Libertad Avanza (Fuente: Wikimedia).

El liberalismo es el respeto irrestricto al proyecto de vida de los demás, basado en el principio de no injerencia o agresión, y en el derecho inalienable a la vida, la libertad y a la propiedad privada. Así nos lo repite Milei incesantemente.

Milei me produce una sensación encontrada y muy bipolar. Su cierre de campaña me dio hasta algo de vergüenza ajena. Su mesianismo asexuado, su canofilia exagerada, sus modos y formas dan siempre ese paso que excede la frontalidad y la valentía, convirtiéndose, algunas veces, en una esperpéntica chabacanería.

En estos tiempos de premuras carentes de reflexión, los aspectos estéticos se vuelven más importantes, aunque no imprescindibles. Y desde luego que hay público que solo se guía por esos factores superficiales, hoy llamados populistas.

Lo peor de todo es que su estrategia proselitista, sin entrar en programas ni dogmas, es exitosa. Parece que la nefasta educación impartida durante los últimos 50 años ha producido una parálisis cerebral colectiva y que sólo los mensajes coloridos, altisonantes y facilones tienen cabida en ese subconsciente colectivo, generador de votos. Y me refiero a todos los partidos y de todas las opciones ideológicas.

Por otra parte, está el voto de la “bronca” (el enojo, la frustración, la miseria y la depresión), que no es un voto “antisistema”, pero que irremediablemente alimenta la hoguera de esas vanidades caudillescas, tan criollas, por cierto.

No es raro si uno toma en cuenta la siembra que todos los gobiernos precedentes supieron realizar, en cuanto a destrucción económica, degradación social, corrupción generalizada y deterioro institucional.

Tener al 50 % de la población bajo la línea de la pobreza, una inflación del 150 % anual y subiendo, así como una moneda nacional que no cumple sus funciones básicas, y menos en cuanto a reserva de valor, provocando la búsqueda permanente de dólares como refugio del poco poder adquisitivo conseguido. Al mismo tiempo, Argentina está con reservas negativas y sólo puede subsistir si se le prorrogan sus múltiples créditos. Tarea harto difícil si tomamos en cuenta el prontuario “defolteador” de la República.

Javier Milei y Santiago Abascal. Fotografía: Vox (Fuente: Wikimedia).

Y aquí aparece Milei, “rara avis” por donde se lo observe. Si lo comparamos con los populistas de derecha más cercanos, observamos que Trump contaba con la estructura del Partido Republicano y es un empresario inescrupuloso. Bolsonaro, si bien tenía una estructura un tanto disgregada, contaba con la poderosa estructura de las iglesias evangélicas y con todo el Ejército de Brasil, ya que es un militar retirado. Vox, desprendimiento ultra del PP que utilizó parte de su aparato y encontró apoyos en el Opus Dei, siendo Abascal un abogado vasco que prefiere el estilo pueblerino resoluto a la reflexión ideológica meditada.

¡Milei es distinto! Surgió de la nada política y pudo lograr la simpatía y el voto de un tercio del pueblo argentino.

Milei es un probo economista que lleva debajo del brazo textos de la escuela económica de Viena como Friedrich Hayek, Fritz Machlup,​ Karl Menger (hijo de Karl Menger),​ Oskar Morgenstern,​ Paul Rosenstein-Rodan​ o Abraham Wald. Posiblemente ninguno de los políticos citados haya leído uno solo de estos autores.

Milei es un estudioso de la Torá, sin por ello estar adscrito a ninguna corriente religiosa.

Y así ha llegado Milei, ponderando la libertad en su máxima expresión de oposición a lo estatal, a la corrupción, a los empresarios prebendarios, a los sindicalistas manipuladores, a los piqueteros creadores del clientelismo político y a los periodistas ensobrados.

Nos promete eliminar de cuajo el sempiterno problema argentino del déficit fiscal y, de paso, nos marca el camino de la libertad económica llegando a sugerir la eliminación del banco central. Resultaría tedioso detallar en este contexto el plan económico de fases que propone y que está perfectamente redactado y a disposición de cualquiera. Entre tanto, las otras dos opciones políticas no han manifestado plan ninguno, más que baratas frases hechas para darle al pueblo, como en la antigua Roma, “pan y circo”.

También Milei es distinto de sus pares electos como candidatos. Él es un economista, escritor, profesor de universidad, divulgador económico y exitoso youtuber que jamás ha vivido de un puesto estatal… Y carece de estructura partidaria alguna.

Veamos a sus competidores:

Si bien yo creo en la evolución ideológica, sobre todo en base a los cambios del marco referencial ideológico mundial, me cuesta asumir cambios tan radicales como los que se aprecian en los otros candidatos.

Patricia Bullrich. Fotografía: Ministerio de Seguridad de Argentina (Fuente: Wikimedia).

Patricia Bullrich: Nace en el seno de una familia patricia de la alta burguesía porteña. Su apellido y el de su madre, Puyerredón, ya nos habla de su cuna selecta y valores inculcados durante su infancia. Política bragada en muchas lides y con cierto espíritu migratorio en cuanto a ideologías se refiere. Se forma como un cuadro montonero, (organización terrorista de los 70), se va al exilio, luego vuelve y se reincorpora al peronismo, pero termina trabajando para la política de Menen. Más tarde se incorpora como ministra al gobierno de la UCR del presidente De la Rúa, como cuota de su aliado “la Alianza” (centro-izquierda). Crea un partido propio que se funde en el partido propuesto por Macri (Cambiemos/Juntos por el Cambio). Exministra de Interior del gobierno de Macri, ahora representa el ala más conservadora de ese movimiento. Como candidata cuenta con el aparto de su propio partido y con la estructura de territorialidad aportada por la Unión Cívica Radical, en coalición con el partido de Macri.

Sergio Massa. Fotografía: Palácio do Planalto de Brasilia (Fuente: Wikimedia).

Sergio Massa: de familia de clase media de la provincia de Buenos Aires, Sergio comienza, desde temprana edad, a militar en la Unión del Centro Democrático (UcEdE), partido fundado por lvaro Alsogaray de ideología liberal-conservadora. Este partido se fusiona con el peronismo de Menen y es la puerta de entrada de Massa en el justicialismo. Se escinde varias veces y retorna. Es electo intendente de Tigre (alcalde). Es el más crítico con Cristina Kirchner, para terminar siendo designado su nuevo delfín para las elecciones presidenciales. Cuenta con todo el aparto del peronismo.

Javier Milei. Fotografía: La Libertad Avanza (Fuente: Wikimedia).

Javier Milei: De familia de clase media porteña, juega al fútbol en Chacarita, estudia Economía, jamás milita en ningún partido. Desde joven se adscribe a la ideología liberal en su versión minarquista. No cuenta con estructura partidaria. Es lo que se dice un outsider.

A priori, y si de “casta” política se hablase, Milei es un plebeyo. Un arribista. Si a esto sumamos todas las fuerzas que los candidatos mencionados han defendido, vemos que todos y cada uno de ellos han fracasado. Entonces me pregunto… ¿Hay una alternativa desconocida, empática, seductora y con un plan económico concreto y una hoja de ruta para el país? ¿Por qué no dar una oportunidad y votar a esta opción?

Entiéndase bien, la Argentina es un paciente terminal en manos de médicos incompetentes y, como mínimo, desaprensivos. Y al borde de la cama aparece un científico loco con una medicina que, jura, te va a curar. ¿No lo intentaría usted?

Creo que este es otro factor de voto más allá de la bronca. Por supuesto hemos de contemplar sus votantes liberales y en general gente adscripta a los intereses de un capitalismo bien entendido. Las perspectivas no son fáciles ya que la voluntad popular decidió fragmentarse en tres opciones, dos de corte liberal-conservador y una supuestamente nacional y popular.

El sistema electoral argentino es único en su mecánica. Primero están las primarias, que acabamos de atravesar, y donde se eligen a los candidatos de cada partido. En la práctica es un test de las perspectivas de voto de candidatos y siglas.

Pues Milei supo, con más de un 30 % de los sufragios, ganar tanto como candidato a presidente, así como “marca” o sigla electoral con “La Libertad Avanza”. Ahora vienen las elecciones y creo que la posibilidad de ser elegido en primera vuelta se le esconde a todos los candidatos. No creo que ningún partido sea capaz de agregar muchos más votos, a pesar de convocar a indecisos, emigrantes y voto exterior. Cierto es que el triunfo y la sorpresa son condicionantes para una gran avalancha de votos que ahora empiezan a creer en la posibilidad real de conseguir el poder.

Mapa de las elecciones primarias en Argentina. Autor: Sargen220 (Fuente: Wikimedia).

Por otra parte, está el miedo de desinformados, pusilánimes, vacilantes y en general toda clase de temerosos a los cambios. No se puede negar que nos surgen mil preguntas hacia el cómo se harán tan capitales reformas.

Es probable, por otro lado, que haya “balotage” (segunda vuelta), ya que ninguna opción podría alcanzar la mayoría simple prescripta en la Constitución.

Para la segunda vuelta sólo quedan los dos partidos más votados. Si los resultados de las primarias se trasladasen a las votaciones reales, Milei competiría con Bullrich, y Massa con todo el peronismo kischnerista detrás, se quedaría fuera. Sin opciones.

La poco probable opción de que Milei quede tercero en las elecciones generales provocaría que se enfrentaran Bullrich con Massa. En ese caso Milei le aportaría, con toda seguridad, la mayoría de sus votantes a Bullrich quien ganaría con un holgado 60 %.

Siendo así, la única probabilidad para Massa de aspirar a la presidencia es enfrentarse a Milei en el “balotage”. En este caso, los votantes de Juntos por el Cambio que se han dividido en vista de sus luchas internas, podrían cambiar la orientación de sus votos. El candidato perdedor con Bullrich, Larreta, gobernador de la ciudad de Buenos Aires, y de una clara adscripción social-demócrata, podría verse tentado a desviar parte de sus votantes hacia su amigo personal y casi correligionario, Sergio Massa. Se trata de un 10 % nada despreciable.

Por último, y como partidario de la construcción de un mundo multipolar, no me queda claro dónde quiere insertarse la República en el concierto internacional. Si es por el oficialismo se ha pedido la entrada a los BRICS. Sin embargo, Sergio Massa no se pierde ninguna fiesta en la Embajada de Estados Unidos. Bullrich es claramente atlantista y pro americana. Milei también dijo querer llevase bien con EEUU, pero también desea establecer una alianza estratégica con Israel.  Argentina debería tomar ejemplo de Brasil, que sigue sus intereses nacionales independientemente del gobierno y partido de turno.

Por tanto, en las elecciones argentinas nada está claro aún, pero indudablemente se acerca un cambio de paradigma.

Sergio Sachnovsky Raevsky

Argentino-ruso-español. Economista. Experto en política internacional.

1 Comment

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  • Gracias por tu aportación detallada y sobresaliente que me ilustra hacia un mayor conocimiento y la reflexión… Sin duda que si tuviese que votar yo voto, al menos una vez, a un plebeyo estudioso economista, con afán de superación y contagioso optimismo, quien ha planificado un cambio económico por fases (deseo que lo consiga por el bienestar y la libertad en Argentina) donde destacan las reducciones cuantiosas del gasto público y de las administraciones, más una reducción drástica del gasto político, imprescindibles asimismo en España… Gracias