Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

Los votos pueden hacer gobiernos, pero no verdades

Pedro Sánchez en su intervención en la ONU el pasado 21 de septiembre. Fotografía de Ministerio de Presidencia (Fuente: Pool Moncloa).
A Hitler y al nazismo lo hicieron los votos, pero no creo que eso lo defiendan Pedro Primero y Yolanda Segunda. El Tribunal Constitucional tampoco puede cambiar la Constitución con votos.

Me entraron ganas de llorar cuando leí este título en un periódico: “La Moncloa busca juristas que defiendan la amnistía y encuentra apenas media docena”. ¿Acaso la justicia de una resolución depende del número de juristas? Una vez más se pretende que la realidad de las cosas, su verdad, esté en función de los votos. Tengo muy claro que los votos pueden hacer gobiernos, pero con ellos no se construye la verdad. Y esto vale lo mismo para gobernar España que para dirigir la Real Federación Española de Fútbol. Con los votos se implantó el nazismo en Alemania y el fascismo en Italia. Pero no creo que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz (me gustaría no tener que meterlos en el mismo lote, pero él se lo ha buscado) defiendan la legitimidad de nazis y fascistas. ¿O sí?

La pregunta a Pedro Primero y a Yolanda Segunda tiene más enjundia de lo que parece. Estamos en la Unión Europea. Y su Parlamento, en septiembre de 2019, aprobó, por mayoría absoluta aplastante, una resolución que condenaba los regímenes nazis y comunistas por igualmente criminales y genocidios. ¿Cómo es posible que España sea el único de los 27 países de la Unión que tiene al comunismo en el Gobierno? A ver, me lo explique, señor Sánchez; explíquemelo excelentísima presidenta de la UE, Úrsula von der Leyen, también conocida como Von der Sánchez?

Spain is different, el eslogan de Fraga Iribarne para captar el turismo internacional, tuvo enorme éxito y lo han copiado en Bruselas, la capital de la UE, para humillarnos dando ‘asilo político` a un fugado de la Justicia de España al que Pedro Primero y Yolanda Segunda (vicepresidenta segunda que está haciendo el juego sucio al Primero con Puigdemont) van a amnistiar dejando en ridículo, no al Supremo y al juez Llarena, sino a la nación entera. “¿No queríais a Puigdemont?”, nos gritarán. “Pues ahí os lo lleva el Gobierno Frankestein que habéis hecho con socialistas marxistas sanchistas y con comunistas varios de numerosos mini partidos que suman votos para nuevamente gobernar”.

Uno de los carteles más populares de la campaña «Spain is different».

Nos lo van a traer libre y con honores de molt. Se van a ciscar en el Tribunal Supremo con una amnistía que rechazan todos los dirigentes del PSOE de los últimos 40 años (Felipe González, Alfonso Guerra, Almunia, Sevilla, Belloch, Lambán, Page —creo—, Nicolás Redondo) y que rechazaban hasta anteayer el mismísimo Pedro I El Mentiroso, Carmen Calvo, Grande Marlaska, María Jesús Montero y el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, que está haciendo el ridículo con el inhabilitado (por la FIFA, no por él) presidente de la Federación de Fútbol, Luis Rubiales, incapaz éste de dimitir con dignidad (lo ha hecho sin pedir perdón) e incapaces Iceta y su jefe de poner orden en la Federación.

Casi seguro que a Rubiales se lo van a cargar antes o después también en los juzgados. Pero vete tú a saber. También prometió Sánchez traer a Puigdemont de Bruselas para juzgarlo y ahora lo van a amnistiar (o eso dicen) para que llegue a Barcelona y se pasee por las Ramblas en carroza dorada y tirada por caballos blancos, estilo reyes del Reino Unido. ¿O se va a conformar Puigdemont con encabezar la lista de Junts para las próximas elecciones catalanas y cambiar el título de ‘golpista fugado’ por el de Molt Honorable, que le seguían dando sus visitantes (acaso también Yolandita ‘la Dulce’) en Bruselas?

Posdata

GOBIERNO FRANKESTEIN Y FRENTE POPULAR. ¿Pero alguien en su sano juicio puede admitir que asunto de enorme trascendencia para un país se decida por un puñado de votos comprados (o vendidos) por una amnistía absolutamente inmoral y sin ni siquiera una contraprestación de renuncia a cualquier tipo de consulta o referéndum de independencia? Los más sofistas entre los socialistas sanchistas, como Zapatero y el ex Molt Honorable Montilla, insisten en que hay que bajarse los pantalones para que haya ‘convivencia’ (ni siquiera pronuncian la palabra concordia) en Cataluña.

El político José Montilla en imagen de 2010 (Fuente: Pool Moncloa).

¿Qué convivencia defiende Montilla, un catalanista converso que quiere ser a la vez catalanista y españolista, pero no entiende que los separatistas no renuncian a ‘volver a hacerlo’, sino que reiteran constantemente que lo harán de nuevo? A este Montilla, de origen andaluz, le ocurre lo que a Companys, al que los extremistas separatistas acusaban de ser poco catalanista. Cuando proclamó la República Catalana en 1934 presumía de catalán. El Gobierno de la República, con Lerroux al frente, lo metió en la cárcel. El Frente Popular, en 1936, lo repuso de presidente de la Generalitat. Algún mal pensado podría pensar que el Gobierno en funciones está tramando una operación similar a aquella y que un nuevo Gobierno Frankestein sería lo más parecido a otro Frente Popular. Que Dios no lo permita, diría mi tía Engracia que en gloria está, seguro, porque era la mujer más santa de mi pueblo. Pero de Dios y de lo que permite hablaremos otro día.

Adenda

¿DESCEREBRADOS (SOE) Y ‘ANTIGUOS’ (PSOE)? No pregunto, sino que afirmo: Sánchez, Yolanda, Montero, Iceta y demás, ministros así como todos los dictadores dirigentes del Sanchismo Obrero Español (SOE), son unos descerebrados que se han cargado al Partido Socialista Obrero Español (PSOE). La pandemia del virus ‘descer’ se ha expandido de forma incontrolada (?) y tanto los expertos del comité encabezado por Tezanos ‘el Manipulador’ como los inexpertos coinciden en que es irreversible. No hay quien pare a Sánchez, que ha encontrado votos debajo de las piedras de la Justicia y debajo de la Unión Europea. Allí están los votos de Puigdemont. ¿Se parará ante la Justicia y la UE? No se lo cree nadie, porque el Tribunal Constitucional está controlado por los Conde-Pumpido y demás magistrados sanchistas que en vez de defender la Constitución se transforman en ‘nuevos padres’ de un Tribunal Constituyente’, absolutamente ilegal y digno (por indigno) de ser llevado, si delinque, ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Los votos del TC no pueden reformar la Constitución. Para esto existe un proceso previsto en el texto constitucional, que no puede saltarse de ninguna manera. Si el Gobierno y sus secuaces parlamentarios persisten en la ignominia contra la Constitución (y contra España) la respuesta de la oposición y de todas las instituciones con derecho a defender la unidad de la nación española tiene que ser inmediata. Una cosa es ser respetuoso con todas las opiniones, incluso con las de los nacionalistas, y otra someterse a la humillación de unas minorías que sólo se envalentonan ante un ‘Mi Persona’ que quiere gobernar “vendiendo a España” por un puñado de votos, como han denunciado, entre otros muchos veteranos socialistas, Felipe González y Alfonso Guerra, cuyas palabras ha calificado de “antiguas” el inútil y desprestigiado ministro de Deportes, Miquel Iceta.

Alfonso Guerra en imagen de 2011. Fotografía de la UNED (Fuente: Wikimedia).

Pero las palabras están calentitas, recién salidas del horno y quemando en la conciencia (si es que la tienen) de Sánchez, sus ministros todos y demás militantes sanchistas, que no socialistas, empezando por el inmoral Tezanos, el de las ignominiosas encuestas del CIS, que antes era independiente, como la Fiscalía General del Estado, y ahora está, como ella, al servicio exclusivo de Pedro I el Mentiroso, el Tragaldabas y el Traidor. Con esos apelativos ‘gloriosos’ pasará a la Historia de España, vuelva o no a ser presidente del Gobierno de la nación o de lo quede de ella.

Punto final

No estoy a favor ni en contra de ningún partido, sino en contra de decisiones que yo creo van contra la Constitución y, por tanto, contra España y los españoles, en ejercicio de la libertad de expresión y buscando empedernidamente la verdad que nos hace libres frente a todos los mentirosos que nos quieren hacer esclavos, sean de la formación política que sea. La verdad está por encima incluso de los amigos. Recordemos a Aristóteles cuando le reprochaban disentir de algunas ideas del sabio Platón: “Mi amigo es Platón, pero más amiga la verdad”. Por eso confieso mi gran, mi total fidelidad, a Jesucristo, que es Dios y dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Argüirá alguien que también dijo “amad a los otros como a vosotros mismos, incluso a los enemigos”. Pues también lo acepto y lo sigo, aunque a veces no lo parezca. Las apariencias engañan.

Ramón Gómez Carrión

Periodista.

2 Comments

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  • Cuántas verdades las tuyas entre tantas mentiras ajenas y servilismo apesebrado por intereses espurios o mutilación en el rencor del pasado … Yo voté al PSOE dos veces en el 2019 pero las mentiras y su ‘podemización’ que se desenmascaró inmediatamente me obligan a ser responsable en las urnas (en el respeto a quienes son cómplices en su cobardía) como cómplices lo fue el pueblo alemán salvo contados héroes alemanes en el olvido hoy que se jugaron la vida y la perdieron por defender la libertad e igualdad en una Alemania cobarde…
    Un abrazo…