Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Debatiendo

Permisividad no es libertad

Fotografía de Candiix (Fuente: Pixabay).

Un evidente materialismo impone hoy su dominio sobre todos nosotros de muchas formas diferentes y con una agresividad que no perdona a nadie. Los principios más sagrados que, hace ochenta años, fueron guía segura para el comportamiento de los individuos y de la sociedad, han sido completamente eliminados y sustituidos por falsas promesas acerca de la libertad y de la justa prioridad en la satisfacción de bienes de todo tipo que debiera ofrecernos un régimen auténticamente democrático.

Hoy muchas personas están dominadas por el consumismo y la identidad del hombre, a menudo, se define con lo que cada uno posee y no según lo que realmente es. La prosperidad y los resultados del progreso técnico, accesibles a estratos cada vez más amplios de la sociedad, es causa de que nos hayamos convencido de que tenemos derecho a todo y de que seamos siempre más egoístas en nuestras aspiraciones de bienestar.

Cada cual pretende plena libertad en todos los sectores del comportamiento humano y nuevos modelos de moralidad se van proponiendo en nombre de una pretendida libertad que no es sino permisividad, exceso grave de tolerancia, libertad sin orden ni responsabilidad, anarquía, desconcierto y barullo.

Cuando las raíces que forman los valores éticos de una nación se pudren, cuando el sentido de la responsabilidad personal se diluye en la falsedad corrosiva de la permisividad, entonces se empiezan a justificar las injusticias, la violencia en todas las formas, desde la descalificación y el insulto hasta la agresión física e incluso la supresión del supuesto adversario que obstaculiza nuestras ansias de poder. El resultado final lo estamos experimentando; es la manipulación de todos por parte de unos pocos drogados de ansias de poder.

El resultado final lo estamos experimentando: es la manipulación de todos por parte de unos drogados de ansias de poder y que realmente viven para conseguirlo si no lo tienen, o para mantenerlo si efectivamente lo consiguieron ya. El desafío que está entre nosotros lo constituye la tentación de aceptar como verdadera libertad lo que en realidad es sólo una nueva forma de esclavitud y de atentado contra nuestra dignidad de seres humanos. No es difícil observar cómo en el mundo actual a pesar de su belleza y grandeza, a pesar de las conquistas de la ciencia y de la tecnología, con crisis o sin ella, todos estamos ansiosos, de más verdad, de más amor y de más alegría.

José Ochoa Gil

José Ochoa Gil es abogado y colaborador de “La Verdad” y el seminario “Valle de Elda”, y en Alicante con la revista trimestral “Punto de Encuentro”, editada por CEAM Parque Galicia.

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