Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

Fascistas y antifascistas, dos hogueras, Sánchez y Feijóo

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo (Fuente: lamoncloa.gob).
Una foguera grita por las madres que quieren que sus hijos, de mayores, sean antes que nada buenas personas.

Se lo dije a ustedes yo, hace muchos artículos, y puedo presumir de haberme adelantado a una leyenda de la hoguera que se ha llevado este año el primer premio, dentro de la máxima categoría (la especial) de las Hogueras de San Juan de la capital de la provincia. El artista, junto a la figura extraordinaria de un bebé en el vientre materno, escribe, en boca de la madre (se supone), que “no será ingeniero; no será médico; no será deportista; sólo pido que sea buena persona”.

(Abro paréntesis: La Hoguera Diputación-Renfe maxipremiada por el voto de calidad de un improvisado e imprevisto presidente del tribunal, empató a puntos con la del distrito de Florida-Portazgo, sensacional, y debió ser galardonada con la misma distinción eliminando de las bases el que no pueda haber dos o tres superfogueres ganadoras ex equo con la más alta distinción. Aprendan Ayuntamiento y Federación de Hogueras y Barracas, aprendan y copien de los Premios Nobel que se conceden a veces a dos o tres personalidades con méritos equiparables. Modifiquen los foguerers y el consistorio las bases con efectos retroactivos. Ex equo, en esencia, es hacer justicia).

Hoguera Florida Portazgo. Fotografía de Álex Domínguez.

Me gustan las madres que, por encima de todo, quieren que sus hijos sean buenas personas. Y me gustan los políticos que, por encima de todo, son buenas personas. He conocido algunos a lo largo de mi larga vida periodística. Larga, muy larga, pues acabo de cumplir 86 años y me sigue gustando escribir libremente, diciendo verdades que, en el fondo, están perfumadas de pensamiento cristiano, evangélico, tras años y años de empaparme de la Biblia, sobre todo de los evangelios y del magisterio de la Iglesia con sus doctores eximios y las encíclicas y otros documentos papales que tanto contribuyeron y contribuyen al pensamiento y a las demás esencias de la Civilización Occidental.

Muchos pensadores y políticos de izquierdas tomaron del cristianismo las doctrinas revolucionarias de Jesucristo, presentes casi todas ya en los libros del Antiguo Testamento, que permitieron decir al autor del Eclesiastés: “Nada hay nuevo bajo el sol”, en latín, nihil novum sub sole. Pero la revolución de Cristo y de la Iglesia es la de la justicia que lleva a la paz por el amor a los hermanos y nunca por el odio y la violencia; que en eso en nada se parece la revolución cristiana a la revolución rusa o a la china o a la nazi o a otras con apellidos fascistas o supuestamente populares y proletarias.

Un escritor y periodista de nuestros días trae a nuestra memoria una frase brillante de una compañera de profesión fallecida hace unos años, muy famosa y muy controvertida: Oriana Fallaci, italiana, como Mussolini, pero no fascista como él ni nazi como su aliado alemán, Hitler. Oriana pronunció esta sentencia: “Existen dos tipos de fascistas: los fascistas y los antifascistas”.

Hay frases para la eternidad. Ésta es una de ellas. ¿Han visto cómo se ha propagado la especie, por parte de una izquierda caniche (no la izquierda-izquierda sin complejos que defienden o defendían la Hermandad Obrera de Acción Católica, como el socialista socialdemócrata, exalcalde de La Coruña — A Coruña en gallego — exembajador ante la Santa Sede, Francisco Vázquez) de que todo lo que no son ellos, todos los demás, son ‘fascistas’? Pero lleva razón Oriana: ellos, los supuestos antifascistas son igualmente fascistas. Critican a los que ganan dinero trabajando sin descanso y creando puestos de trabajo. Y los insultan salvajemente, pero ellos se forran, se llenan los bolsillos y se matan entre sí para ocupar puestos de concejales o diputados con tal de asegurarse sueldazos de órdago, incluso en ministerios donde no hacen nada, donde no hacen ni ganas de comer, pero dan de comer a muchos amiguetes que tampoco hacen nada. El único empleo que crean es con dinero público y generalmente para nada productivo. Bueno, producen votos para los fascistas antifascistas.

Oriana Fallaci. Fotografía: GianAngelo Pistoia (Fuente: Wikimedia).

“En 1936 (y copio al escritor Sergi Doria) el PSOE, el PCE, el POUM y la CNT-FAI combatían al fascismo, pero ‘su’ República no era la burguesa de 1931 o 1933 sino un tránsito hacia la dictadura del proletariado (PSOE-PCE-POUM) o el comunismo libertario (CNT-FAI)”. La violencia y fraude en las elecciones de febrero de 1936, que dieron lugar al Gobierno (que no al triunfo en las urnas) del Frente Popular, confirman netamente la verdad del redoblado fascismo del antifascismo que se revive con nuestro ‘angelical’ Gobierno Frankestein. Hay sanchistas marxistas (no socialdemócratas), comunistas de IU, comunistas de Podemos, comunistas de Sumar, separatistas catalanes, separatistas vascos y bilduetarras sucesores y amigos de etarras asesinos de cientos de españoles, entre ellos doce socialistas del PSOE. Lo mejor de cada casa. Y quieren dar lecciones de fascismo y el peor franquismo que tienen inoculado en sus entrañas a la vez que acusan de políticos del odio a los demás, odio que vino de la mano de Zapatero (Ley de Memoria Histórica) y de Sánchez (Ley de Memoria Democrática, elaborada con la colaboración de Otegui y su gente de Bildu, todos ‘gente de paz’).

Hay un movimiento del PSOE socialdemócrata que quiere reconducir las cosas. Qué buen momento para que, salga lo que salga de las próximas elecciones del 23J, se produzca un tsunami de sensatez y vayamos a un Gobierno de coalición, casi de salvación nacional, con aires de futuro en paz, Gobierno de coalición centro derecha-centro izquierda, PP-PSOE, PSOE-PP, ‘tanto monta monta tanto Isabel como Fernando’. Un Gobierno que representaría al 90 % de los españoles. Una España real, una España centrada, una España para prosperar en economía, cultura y, sobre todo, hermandad, capaz de dar solución a todos los problemas reales (no a los inventados) paso a paso. Es el momento de acabar definitivamente con las dos Españas.

Espero que Antonio Machado no se esté riendo de mí a carcajadas. Hay que traer sus restos a España. Era un hombre bueno, además de un genio enorme, un monstruo de la poesía, como Lope de Vega, como Quevedo o San Juan de la Cruz. Republicano grande y bueno. Un buen hombre que, como Francisco Vázquez, añoraba a Dios. Recuerdo aquellos sus versos íntimos y solemnes:

 “Anoche, cuando dormía,
soñé, bendita ilusión,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón”.

También escribió estos tan citados:

“Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón”.

Yo me pregunto y les pregunto: ¿quedan políticos capaces de hacer las paces; de traer la paz?

Posdata

Sánchez y Feijóo, dos hormigas muy diferentes. Vimos a esas hormiguitas, presidente y aspirante a serlo, en comparecencias por separado en ‘El Hormiguero’. Yo vi a Pedro muy a la defensiva hasta cuando atacaba a los medios de comunicación que le parecen hostiles en lugar de críticos. Estuvo todo el tiempo tenso, con mandíbula apretada, nervioso y malhumorado, como gallito en corral ajeno. Es verdad que los tertulianos del Hormiguero y el conductor del programa, Pablo Motos, le han cantado las cuarenta en algunas ocasiones, pero no es menos cierto que se habían declarado votantes del PSOE y de Sánchez (críticos con el sanchismo, pero votantes de Sánchez y el PSOE). Pedro criticó que se identificara al sanchismo con ‘maldades, mentiras y manipulaciones’ y Alberto lo aprovechó para decirle que nadie lo había definido mejor que el propio Sánchez. Ahí le dio la puntilla. Como le soltó un espadazo en todo lo alto cuando afeó que Sánchez le echara en cara pactar con un partido constitucional como Vox mientras él gobierna aliado con separatistas, bilduetarras y comunistas, todos ellos separatistas que defienden romper España. Frente a un Sánchez ‘chulesco’ y rompedor de España, se vio a un Feijóo con más de doce años con mayoría absoluta “uniendo a los gallegos y deseando gobernar España, no para romperla, sino para unir a los españoles”.

Pero que nadie cante victoria hasta la noche del 23J. Les espadas está en todo lo alto. Sánchez, el traidor a sus compañeros asesinados por ETA, tiene aún 20 días para quitarse de encima el otro sambenito de malvado, mentiroso y manipulador.

Ramón Gómez Carrión

Periodista.

7 Comments

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  • D. Ramón es muy sencillo: Al igual que se nos exige a los españoles de a pie, tener «titulitis» o experiencia en un trabajo, a los aspirantes a político se debería exigir lo mismo y una vez se llegue al ayuntamiento, diputación, comunidad autónoma, congreso o senado; su remuneración debería ser la misma que tenía en su trabajo anterior más los desplazamientos a partir de una distancia prudente, 30 km de su domicilio por ejemplo. Que un concejal o alcalde de un pueblo de 2000 habitantes esté remunerado con 2800€ por catorce pagas, será legal pero para mí no es ni decente ni ético. Por lo demás y mientras no se se termine con le matraca del «….y tu más» lo tenemos complicado. Un saludo.

    • Nos falta la ética. Nos falta esa asignatura fundamental para un ser humano que debería ser obligatoria desde la Enseñanza Primaria a la Universidad. Nos falta (temo que nos faltará siempre) la moral natural. Ante la inmoralidad de los que nos gobiernan, ¿qué esperar de los súbditos? Ante la inmoralidad de los padres, ¿qué vamos a pedir a los hijos? Estamos haciendo un mundo inmoral, acaso amoral, que es peor que inmoral. Un abrazo, Jesús. Me gusta tu nombre. Me recuerda el de alguien que fue ejemplo de ética y más cosas.

  • Querido Ramon
    Por tu boca habla la sabiduría, has hecho un buen repaso de lo que debe ser un buen político y solo nos queda esperar que quien gane las elecciones pueda ser merecedor de ese título
    Un abrazo