Döstädning

Libros, ropa, utensilios de cocina repetidos… hay cosas de nuestra casa que sólo nos importan a nosotros y a nadie más. ¿Y qué podemos decir de los secretos? ¿De los diarios personales y de aquellas fotografías o cartas guardadas dentro de una caja en el fondo de un armario? ¿Qué pasará con todas nuestras pertenencias una vez hayamos muerto? ¿Cómo podemos evitar discusiones entre nuestros herederos o, mejor aún, cómo les podemos hacer la vida más fácil y evitarles el trance de vaciar nuestra casa cuando hayamos muerto?

Recuerdo a ese conferenciante que explicaba que si te mueres y te queda dinero has hecho mal las cuentas. Contaba sobre ese abuelo anciano que invitó a toda su familia, hijos, nietos y biznietos a un gran viaje conjunto y comentó lo dichoso que era al verlos a todos tan felices. El hijo pequeño le señaló que no se engañara, que lo había pagado todo el abuelito y que era normal que estuvieran tan contentos. Pero él le dijo que lo que se gastaba en ese viaje era la herencia que ya no iba a dejar…

Había hecho bien las cuentas.

Tal vez tenga que ver con esta cosa nueva del döstädning. Esta moda entra desde Suecia con fuerza y viene para quedarse, como se dice habitualmente. Viene a ser hacer limpieza antes de morir, dejarlo todo listo y lo más expedito posible. Hay que tener en cuenta que en el norte se tienen menos cosas que en el sur. Será por los impuestos o por el precio de las casas pero es cierto que, según los estudios de aseguradoras, en el sur acumulamos más; entre lo que heredamos, lo que compramos y lo que nos regalan dejamos un montón de residuos de propiedad privada que, a su vez, acumulan los siguientes acumuladores.

Mi amigo que fue Mariano Albero tenía la manía de limpiar todos los armarios cada año porque decía que había allí cosas de las que no se acordaba, cosas…

Me veo haciendo döstädning pronto, aunque espero que me falte tiempo para reunirme con la parca, creo que tenemos demasiado de todo menos de dinero, será que como es el excremento del diablo, según Santa Teresa; de alguna forma no lo queremos tanto como pensamos. Si solo quieres dinero, dinero tendrás, es una maldición muy efectiva.

«Conmigo no valen los trucos, solo el dinero…» (Star Wars).

«Para bien o para mal en los siglos venideros ganarán los financieros, se impondrá el capital…» (Jácara).

Money money… (Cabaret).

De verdad, piénsenlo, si tienes para vivir como quieres, ¿para qué más?

El döstädning hay que hacerlo primero en nuestros cerebros y luego en nuestras casas.

Postdata

El narcisismo de la semana pasada no gustó a todos pero lo cierto es que no lo pretendo. «Haciendo amigos» supone eso. Pero no voy contra ningún grupo ni ideología, solo escribo lo que pienso y además cambio de opinión a menudo. Lo escrito responde sólo al momento en el que lo hago. Pero hoy lo he vuelto a leer y sigo pensando igual. Siempre me quedo corto, porque nadie puede escribir con entera libertad y eso me da pena y coraje. Escribir es de valientes.