Ley valenciana de diversidad y apoyo a las familias

En las Cortes valencianas se está preparando una ley de familia. Llevamos más de 20 años pidiendo una ley de familia y éste es el anteproyecto que ha preparado el Botànic.

No es el deseado por mí, ya que hasta 44 veces se habla de diversidad y tan solo una de maternidad, pero como será la primera vez que tengamos una ley, solo espero que, si se aprueba, no corra la misma suerte que aquella otra presentada en la Cortes, que emanó del pueblo a través de una ILP (Iniciativa Legislativa Popular), con más de 86.000 firmas que avalaban ciudadanos de toda la Comunidad Valenciana, pero que no llegó a desarrollarse porque tuvimos elecciones, cambió el Gobierno entrando el tripartito y fue derogada por la señora Oltra: la ley de la maternidad.

Las leyes, creo, se pueden modificar, reformar y cambiar, no hace falta derogar. Ahora, con esta propuesta que se está tramitando por primera vez, se pone negro sobre blanco, una ley para apoyar a la familia. Siguiendo un concepto del preámbulo de este anteproyecto, se podría hablar de una “ley líquida”, para que se adapte a las circunstancias reales de la familia en la Comunidad Valenciana.

Nuestra Constitución, en el artículo 39, nos dice: “Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia”. Y en el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana, su artículo 10.3, expone: “En todo caso, la actuación de la Generalitat se centrará primordialmente en los siguientes ámbitos: defensa integral de la familia; los derechos de las situaciones de unión legalizadas; protección específica y tutela social del menor; la no discriminación y derechos de las personas con discapacidad y sus familias”. Como se puede ver, hablamos de proteger algo que ya existe con sus diferentes circunstancias, como una entidad viva, que es la familia.

La familia aporta un valor insustituible al conjunto del Estado y más concretamente a la Comunidad Valenciana, es por ello que debemos tener un reconocimiento social, económico y jurídico, de forma equitativa a las circunstancias que se dan en una familia, en nuestro caso por ser numerosa, es decir, por tener más hijos que la media. En la Comunidad Valenciana somos más de 78.000 familias con título reconocido y en la provincia de Alicante somos 29.080 familias.

La familia es el núcleo necesario de socialización para transmitir los valores, que luego se reflejarán en la sociedad, como la equidad, la educación, la solidaridad intergeneracional, la igualdad y la cohesión social.

Pero todos los hijos cuentan, uno, dos, tres o más. Nosotros somos “numerosas” porque nuestros hijos nos hacen tener esta característica, pero allá donde haya un niño/a se debe apoyar y ayudar, por eso la importancia de una ley que recoja las circunstancias de cada familia para tener una ayuda concreta.

Creo que todas las familias, con sus diferentes características, deben ser protegidas pero, para llegar a una equidad adecuada, hay que legislar para la familia según su circunstancia. No sirve el café para todos, las ayudas deben ser acordes a las necesidades de cada familia, numerosas, acogedoras, familias con personas en situación de dependencia, discapacitados, etc.

Para ello, la creación de un Observatorio de la Familia, que también fue derogado, es una medida importante a la hora de chequear a las familias y pedir a nuestros gobernantes que se consiga una transferencia de competencias a nuestra autonomía, en cuanto a las Políticas Sociales. No vaya a ser que en la Comunidad Valenciana se apruebe una ley de familia y que a nivel nacional se apruebe otra y deje sin contenido ni eficacia a la valenciana, por ser la nacional de superior rango, como se va a dar el caso, si se aprueban las dos leyes.

En el Proyecto de ley estatal la denominación de Familias Numerosas desaparece y en el anteproyecto de la Comunidad Valenciana se mantiene, a esto me refería antes. El ser Familias Numerosas es la circunstancia que nos define, porque tenemos tres o más hijos, por otro lado tan necesarios para la sociedad y por ello, en este anteproyecto se podrían establecer algunas ventajas y beneficios específicos atendiendo a nuestra singularidad.

Destacar un apoyo a la maternidad, para que no esté penalizado tener hijos. En otros países de nuestro entorno ya se han puesto programas en marcha con la conciliación laboral y familiar, fomentando la natalidad para paliar, en lo posible, el invierno demográfico en el que vivimos, por ejemplo, con el impulso de una prestación universal por las personas descendientes a cargo, como existe en diferentes países europeos, como medida de apoyo compensatoria por los gastos derivados del mantenimiento y educación.

No todo es economía, también necesitamos un apoyo social. El día 15 de mayo es el Día Internacional de las Familias, visualicemos en toda nuestra comunidad con actividades familiares que la familia sí importa y el 28 de mayo vayamos a votar.

Benito Zuazu, coordinador de ASAFAN.