Don Santiago Bernabéu y su vinculación con Santa Pola

De todos es conocida la figura de don Santiago, es decir de Santiago Bernabéu, el que fuera mítico presidente del Real Madrid y que llevó el nombre de España por muchos países del mundo, a través de “su equipo”, especialmente en una época en que nuestro país era visto con recelo en distintas naciones, por su régimen autárquico. Fue un auténtico embajador y allá donde iba el Real era recibido en olor de multitudes. Llegaría este club de fútbol, con don Santiago, a la cumbre de su fama, siendo considerado internacionalmente como uno de los mejores equipos del mundo.

Tuvo figuras señeras, como Di Stéfano (“La Saeta Rubia”), Puskas (“Cañoncito Pum”), Gento (“La Galerna del Cantábrico”), Molowny (“El Mangas”, “El señor de los milagros”) y  diversos jugadores extranjeros, como Kopa  y muchos más.

Sobre Luis Molowny hay un hecho muy interesante, respecto a su fichaje. Lo pretendían el Madrid y el Barcelona y, a tal efecto, pensaron ambos clubes mandar unos representantes a Gran Canaria, donde jugaba “El Mangas”. Pero el Barcelona envió a los emisarios por barco, mientras que don Santiago lo hizo, utilizando el avión, mandando a Quincoces para esta misión. Como es natural, Bernabéu se llevó “el gato al agua”, pues el representante madrileño llegaría mucho antes, y así pudo conseguir esa joya para el Madrid. Molowny daría muchos días gloriosos al club merengue.

Molowny, Muñoz, Del Sol (uno de los mejores centrales y “coordinadores” que tuvo nuestra selección), y tantos otros, son nombres que figuran con letras de oro en el frontispicio del mejor fútbol español y mundial. No podemos olvidar la excepcional figura que fue Amancio (“El Brujo”), de triste actualidad por su fallecimiento, a la edad de 83 años.

Pero lo que es menos conocido, es la vinculación que tuvo don Santiago con la provincia de Alicante, y concretamente con Santa Pola, la villa marinera donde don Santiago pasaba los veranos, y ya en los años finales de su vida, se convirtió en residencia permanente en el chalet “El Palmar”. También sintió simpatías por el Hércules, y en un visita de miembros de la junta directiva del equipo lucentino a la villa marinera, consiguieron los dirigentes que fueran cedidos al Hércules por un tiempo importantes jugadores del Madrid. Era la época en que el Hércules militaba en la “división de honor” y la más gloriosa de nuestro centenario club. De este epígrafe  nos ocuparemos con detalle más adelante.

En esta localidad alicantina, don Santiago tenía muchos y muy buenos amigos y gustaba de dar sus paseos a pie junto a su esposa, doña María, así como otros paseos, estos en barca y pescando. Siempre disfrutando del mar santapolero y del clima que tan bien le sentaba por su delicada salud.

Son famosas sus “santiaguinas”, con las que alentaba a  los jugadores madrileños especialmente en los momentos difíciles, para remontar los partidos y de las que trataré en otro lugar del presente trabajo.

De todo ello y muchos aspectos más me ocuparé en este reportaje que hago como homenaje a este gran presidente, uno de los mejores que ha tenido el fútbol español. Persona sencilla y humilde, no obstante su gran valía. Recibió numerosas condecoraciones y muchos honores, pero él siempre los consideró de menor importancia, aunque en todo momento mostró su agradecimiento,  pues sus mayores trofeos eran ser presidente del Real Madrid, ser “embajador” del fútbol español, cultivar la amistad y servir a la sociedad a través de lo que más le gustaba, el fútbol, el deporte, y que la afición sintiera con orgullo los colores que él representaba de manera tan prodigiosa.

Apuntes biográficos

Santiago Bernabéu de Yeste (1895-1978), natural de Almansa, estudió la carrera de Derecho. Fue futbolista, entrenador y presidente del Real Madrid Club de Fútbol.

Ha sido el presidente que más temporadas ha estado al frente del equipo madrileño, al presidirlo durante treinta y cinco años, hasta su muerte. Durante este período, el club ganaría dieciséis ligas españolas, seis copas de España y seis copas de Europa. A lo largo de su dirección, se construyeron el Estadio “Santiago Bernabéu” y la antigua Ciudad Deportiva. El Trofeo de verano del club lleva su nombre. Promovió muchas competiciones, como la Copa de clubes campeones europeos (Ia actual Liga de Campeones de la UEFA). Se le considera el presidente más carismático de la historia del Real Madrid.

Tuvo numerosas distinciones

Pero Bernabéu, además de esa faceta deportiva, fue una persona muy cultivada, teniendo una preparación muy completa que comenzó con sus estudios de Primaria, su realización del Bachillerato —que cursó en el Instituto “Cardenal Cisneros”—, y los estudios de Derecho en la Universidad Central, si bien nunca llegó a  ejercer como abogado. De pequeño, adoraba la música. Después, sintió la vocación por la Medicina, pero su padre le convenció para que estudiara Derecho, cosa que nuestro hombre llevó a cabo de manera obediente. Música, Medicina y Derecho fueron disciplinas que albergó en su mente, antes de su dedicación al deporte, siendo un gran jugador de fútbol, y a punto estuvo de ser seleccionado para jugar representando al equipo nacional español.

Contrajo matrimonio en el año 1940 con María Valenciano, con la que no tuvo descendencia, y llegaría a asumir un puesto como funcionario de Hacienda antes de ser presidente del club de sus amores.

Su completa formación en valores, así como en materias intelectuales de altura, y la “formación de base” que le proporcionó su familia, sin duda fueron factores que influyeron en su trayectoria. Pero ese sentido común, “el menos común de todos los sentidos”, sería la principal fuente de inspiración y lo que le llevaría a muy importantes consecuciones. Es ese “don” solo al alcance de muy pocas personas: sabía conectar con la gente y su carisma era indiscutible.

Sobre las “Santiaguinas”

Este es el relato de don Santiago y su actitud ante lo casi imposible, cuando el equipo estaba en situación comprometida por la dinámica que hasta ese momento llevaba el partido y él impulsaba el ánimo. Son famosas sus “santiaguinas”. ¿Qué son las “santiaguinas”? Consistían en elevar la moral de los jugadores, especialmente en los momentos difíciles, haciéndoles ver que tenían que defender el espíritu del madridismo. No sabemos cómo se las arreglaba, pero cuando entraba en el vestuario y les “lanzaba” unas palabras de aliento, con su estilo propio, el equipo se transformaba y así logró que el Madrid remontara muchas veces encuentros a priori casi perdidos. Don Santiago, de este modo, se convertía en el jugador número doce y los jugadores en la segunda parte estaban transformados por las palabras milagrosas de su presidente. ¡Qué bien harían muchos presidentes en imitar las “santiaguinas”, que galvanizaban al equipo, lo transformaban y hacían renacer en los jugadores el espíritu deportivo y de superación hasta límites insospechados!

El carácter de don Santiago

Bernabéu tenía un carácter sencillo y era, como digo, una persona humilde y llana. Conectaba muy bien con la gente. El barco de don Santiago, con el que daba gratísimos paseos marítimos, se llamaba “La Saeta”, en honor a Alfredo Di Stéfano pero, como es sabido, Bernabéu tuvo un gran disgusto cuando Di Stéfano abandonó el Madrid y, por esta razón, cambió el nombre de su embarcación que pasó a denominarse “Marizapalo”.

Unos años antes de su fallecimiento, don Santiago tuvo una recaída y su estado de salud llegó a ser muy grave. Un amigo suyo, Antonio Martínez Pardo, le salvó de la muerte pues, enterado de la enfermedad, le llevó en su coche desde Santa Pola a Madrid donde fue ingresado de urgencia en la UCI del Hospital San Camilo. Atendido rápidamente por los facultativos, lograron, no sin dificultades, su curación. Siempre agradecería nuestro hombre este gesto.

A Bernabéu le encantó Santa Pola y se compró un piso en la calle Victoria, anterior a su  instalación más permanente en un chalet de las, entonces, afueras. Estuvo veraneando durante unos años en la calle Victoria, junto a su esposa doña María Valenciano, hasta la construcción de su chalet, que llegaría a ser uno de los “emblemas” de Santa Pola.

Estos son algunos datos del que fuera presidente del Real Madrid en su época más gloriosa. Don Santiago era un santapolero más. Pero no, él era eso y mucho más. Era un santapolero insigne y eminente, querido por todos los habitantes de esa entrañable villa marinera de la provincia de Alicante. Gustaba tratar con la gente sencilla del pueblo.

Cómo entró en contacto con Santa Pola

En la publicación Aquí, David Rubio, tras haber hablado con Paco Juan, una auténtica enciclopedia del fútbol santapolero, afirma que acaso don Santiago fuera la persona que más hizo por el notable desarrollo turístico de Santa Pola en el siglo XX. La localidad se volcaría con el presidente y, como vemos, le dedicó una de las principales avenidas.

¿Cómo conoció don Santiago Santa Pola? A principios de los años cincuenta, pasó por el pueblo por primera vez. Hizo una parada durante un viaje en el que tenía que resolver diversos asuntos relacionados con la entidad deportiva que dirigía. Fue una visita inesperada, pues pensaba solamente descansar en la localidad y luego proseguir el viaje. Pensó pasar la noche en el antiguo Hotel Miramar, pero el hotel estaba a tope. Uno de los camareros, Juan Bautista, se ofreció, vistas las circunstancias, a alojarle en su domicilio. Este gesto siempre lo agradecería Bernabéu y así se inició entre ellos una gran amistad.

Juan Bautista abrió posteriormente el célebre restaurante que lleva por nombre su apodo, especializado en platos marineros, y que don Santiago y su esposa frecuentarían.

Santa Pola y el deporte

Esta pequeña pero entrañable localidad es una verdadera población volcada en el deporte, especialmente el deporte popular, y sus competiciones son numerosas y bien conocidas en toda España. No solamente la media maratón, que convoca cada año a miles de participantes, ya que también se celebran pruebas de ciclismo, ferias del corredor, pruebas de carreras infantiles, competiciones de natación,  conferencias sobre temas deportivos, entregas de trofeos a deportistas destacados y todo un conjunto de acontecimientos y hechos que pueden hacer merecedora la villa de auténtica “ciudad del deporte”. Santa Pola y el deporte forman un binomio indiscutible e indiscutido. El Club deportivo Santa Pola es promotor de muchos eventos de gran trascendencia. En este contexto se inscribe, además, su relación con un residente de lujo durante mucho tiempo, con don Santiago Bernabéu.

Yo, modestamente, corrí durante doce años consecutivos, desde 2004 a 2015, la media maratón de Santa Pola, prácticamente a partir de mi jubilación, y cuando con el gran pelotón pasaba por delante del chalet que durante varios años fue residencia de don Santiago, me venía a la mente la figura de este personaje insigne, que todo santapolero admira e incluso venera.

Poco antes de llegar a la mitad del recorrido de ida, y también en el trayecto de vuelta, se pasaba, y se sigue pasando, por la Avenida de Santiago Bernabéu (en esta “vuelta”, antes de llegar a la avenida de Fernando Pérez Ojeda). En la Carrera del Amanecer y otras pruebas relativamente cortas, igualmente se pasa por la avenida mencionada. Esta avenida es zona de llegada de la Carrera del Mediterráneo, que enlaza las localidades de Alicante y Santa Pola.

He de decir que finalicé todos mis medias maratones santapoleros, obteniendo varias veces el denominado “Premio a la superación” y en una ocasión quedé tercero nacional en mi categoría de más de setenta años, si bien hubo un malentendido que no empaña mi satisfacción por llegar a meta en esta prueba. Mi madre, Teresa, anciana ya, me acompañó en mis primeras medias maratones, hasta el año 2006 en que por su delicada salud no pudo asistir. Siempre estará en mi recuerdo esa persona maravillosa a la que cuidé con todo el cariño posible, pero que falleció con 96 años. En las restantes medias de la localidad, seguro que me animaba desde el Cielo.

Sus amigos de Santa Pola

Entre los numerosos amigos de don Santiago hay muchos que son de Santa Pola o bien son residentes en la villa marinera. Tal es el caso del popular Batiste (Juan Bautista Juan Torres), el que fundara un célebre restaurante especializado en platos marineros. Manolo Maciá, Faraón, Insurreta, Antonio Martínez Pardo… tantos y tantos amigos. Martínez Pardo tiene la Casa-museo Bernabéu, en Aspe, con recuerdos del mítico presidente. Muchas veces el presidente llevaba a sus amigos en su barca, a pescar, en las aguas de la localidad.

Don Santiago y el Hércules de Alicante

En una de las épocas más brillantes del Hércules de Alicante, cuando militaba en primera división, una comisión de la junta directiva fue a visitar a don Santiago en su chalet de Santa Pola y pidió refuerzos. Don Santiago cedió a nuestro club varios importantes jugadores para que reforzaran el equipo. Este hecho es una muestra más de la simpatía y el cariño que por lo alicantino tenía Bernabéu. Volvieron a Alicante los directivos con el objetivo logrado. Y esos jugadores contribuyeron eficazmente a que el Hércules estuviera unos años en la primera división del fútbol nacional.

El Madrid cedería al equipo alicantino los jugadores Marsal, Roth y Durá. Marsal tenía un juego brillante y era todo un artista del drible; Roth era un sólido centrocampista y el periodo 1953-54 fue su primera temporada en el Hércules, pasando la temporada siguiente al Alavés; y Durán fue un jugador sólido y efectivo, muy valioso para nuestro equipo. Consolidarían un bloque que, en conjunto, entusiasmaba a la sufrida afición de nuestra ciudad.

Sus años finales

Como queda patente por lo expuesto, siempre le gustó Santa Pola. Pero, sintiéndose ya algo mayor y con la salud delicada, decidió que su chalet, que en principio solo usaba en temporadas veraniegas, fuera su residencia permanente. Y en “El Palmar” residiría y albergaría un sinnúmero de recuerdos. Era “el chalet de don Santiago” y como sabemos el Ayuntamiento se volcó con nuestro personaje dedicándole monumentos, una avenida, una playa de calas y distinciones varias. Era un santapolero más, o mejor aún, un santapolero de lo más ilustre.

Distinciones recibidas

Muchos son, como decimos, los reconocimientos y las distinciones que recibió don Santiago Bernabéu y que él aceptó, pese a su carácter modesto, pues los interpretó como un muestra del cariño hacia su persona, pero no era muy amante de los honores, pues no era un personaje muy dado a los actos de grandeza. Tenía la humildad y sencillez de los grandes hombres. Santa Pola le reconoció con una avenida con su nombre y una playa de calas que ostentó igualmente el nombre de “Santiago Bernabéu”.

Es imposible reseñar en unas pocas líneas todas las distinciones recibidas. Dejando aparte los honores que le dispensó Santa Pola, debemos reseñar, al menos, estos reconocimientos:

• Medalla de Oro y Brillantes de la Real Federación Española de Fútbol.
• Medalla al Mérito del Fútbol.
• Incluido en 2014 en el Salón de la Fama.
• Medalla de Oro al Mérito Deportivo, que le entregó personalmente el Rey Juan Carlos.
• Decano del Fútbol, otorgado por la FIFA, a título póstumo.

El nuevo Estadio Santiago Bernabéu, que viene a ser el sustituto del otro, mítico, está conceptuado como uno de los mejores del mundo y  dotado de todos los adelantos de la técnica arquitectónica aplicada a los estadios. Nada tendrá que envidiar a los más famosos estadios internacionales.

Estudiosos de su figura

Varios son los estudios e investigaciones sobre don Santiago, en general, y sobre su relación con Santa Pola, en particular. Pero en este último aspecto hay menos datos y existen puntos poco conocidos, o al menos no muy divulgados, no obstante hay que reflejar claramente la personalidad, la bonhomía y el carácter de este personaje admirable y singular.

Todos los diarios deportivos españoles contienen muchas referencias y alusiones sobre don Santiago. Entre los estudiosos de su figura, destaquemos a  D. Rubio, Paco Juan, J. Martín, J. García Candau, M. González, J. Burgos, V. Ramos, C. Forjanes, X. García, J. Finestres… E innumerables datos en la página web del Real Madrid.

Resumen y conclusiones

Como resumen de todo lo escrito, se puede decir que don Santiago Bernabéu era un ferviente admirador de Santa Pola, y buena prueba es que en sus años finales incluso fijaría allí su residencia, y sus plácidos días en su embarcación por las aguas de esta bella localidad eran proverbiales. Frecuentaba sus restaurantes y siempre estaba rodeado de amigos santapoleros. Incluso no ocultó sus simpatías por equipos como nuestro Hércules, cediéndole jugadores de nombradía cuando nuestro equipo representativo militaba en la Primera división del fútbol nacional. Promocionó al máximo la villa marinera y era considerado por el pueblo como un santapolero más, aunque de gran altura y fama. Junto a su esposa, caminaba por los paseos junto a las playas y todo ello contribuiría a incrementar el conocimiento de la población marinera, su turismo y la gastronomía. Así pues, un capítulo muy interesante de la biografía y trayectoria de Bernabéu es su vinculación a Santa Pola, a nuestro Hércules —indirectamente— y en cierto modo a lo alicantino, sin menoscabo de su indiscutible madridismo. La avenida con su nombre es centro neurálgico del recorrido de la célebre media maratón de Santa Pola y de otros acontecimientos y competiciones de running, duatlón y pruebas de corto recorrido. Las distinciones que recibió por parte del Ayuntamiento fueron numerosas y ciertamente  bien merecidas.