Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Trescientas... y pico

Las hijas de Berta Cáceres

Gervasio Sánchez (Fotografía: Pepe López).

Son aparentemente solo unas decenas de fotografías colgadas en la fría y blanca pared, otros tantos textos cortos, sin florituras, sin artilugios, unos pocos videos, pero tras cada una de esas imágenes emerge una pequeña gran historia que merece ser mirada.

Sus nombres no nos suenan, quizá porque raramente ocupan espacios en los noticieros, aunque algunas veces sus apellidos nos parezcan cercanos, pero las razones por las que están ahí, por las que el autor —el fotoperiodista Gervasio Sánchez— los ha elegido, son seguramente porque todos ellos son héroes, heroínas, silentes en una tierra —Honduras y Guatemala—  donde la vida, al modo como la contara el escritor sudamericano Fernando Vallejo en La Virgen de los sicarios, a veces no vale nada y está a un clic de que alguien decida que le estorbas.

La exposición (*) muestra sobre todo la esperanza de vivir frente a la tragedia y la crudeza del lado más oscuro por la mortífera alianza de los grandes intereses económicos con los mandatarios más corruptos, con las avariciosas élites, esas mismas compañías que a este otro lado del telón se atreven a hablarnos impúdicamente de responsabilidad social corporativa, pagan anuncios en defensa del medioambiente, corporaciones a las que a veces consideramos parte de nosotros.

En ese sentido no hay engaño: la exposición revela, a través de la valiente imagen de sus protagonistas y las subtramas de cada historia, la criminal alianza de muchas de las grandes multinacionales mineras y eléctricas con el matonismo y la extorsión para llevar a cabo sus políticas extractivistas, un mundo que casi preferimos no mirar para no ver. Ellos, ellas, quienes las protagonizan, esas frías fotografías de tonos tierra  colgadas en la blanca y aseada pared, son, casi siempre, el último dique que impide (unas veces ganan la batalla, las más la pierden) el latrocinio y el expolio del pasado y el robo del futuro sabiendo que en la apuesta está la propia vida.

Inauguración de la exposición (Fotografía: Pepe López).

Son, todas ellas, y de simbólica manera, las hijas (también los hijos) de Berta Cáceres, la líder indígena hondureña que pagó con su vida a manos de matones a sueldo la defensa de su tierra, de sus ríos, la defensa de las tumbas de sus antepasados, la defensa de la dignidad. Ella, Berta Cáceres, fue quizás la excepción, porque su asesinato y juicio llegó lejos, muy lejos, fue titular en muchos periódicos de este otro mundo, pero todas y cada una de las decenas de hombres y mujeres aquí retratadas —mayormente mujeres— son definitivamente para nosotros seres en gran medida anónimos.

Casi al finalizar el acto de presentación e inauguración el autor de la exposición y periodista lo explicaba más o menos con estas palabras: “Que nadie se confunda, lo que se ve y se cuenta aquí, en esta exposición, no es porque yo sea antimilitarista, que no lo soy; no es porque sea pacifista, que tampoco lo soy; ni siquiera porque sea feminista, que no es el caso; ni siquiera porque crea en el ecologismo, que tampoco… todas estas personas están aquí porque soy periodista y como periodista creo que sus rostros merecen ser retratados y su historia merece ser contada”.

Gervasio Sánchez durante la inauguración (Fotografía: Pepe López).

De eso va la exposición, de la lucha por la vida, de los derechos humanos, de periodismo con mayúsculas. De pequeñas historias que nos suenan lejanas, pero que no lo son tanto, y que, entrelazadas, hacen que, pese a todo, aún quede espacio para que emerja la dignidad y la esperanza en el ser humano.


(*) La exposición “Activistes per la vida: Guatemala-Honduras” abrió sus puertas el pasado 10 de febrero y permanecerá en la sala de exposiciones de la Plaza Séneca (antigua estación de autobuses) de Alicante hasta el 7 de marzo. Hay visitas guiadas.

Pepe López

Periodista.

Comentar

Click here to post a comment