Ciudades maleducadas

Se ha publicado el resultado de una encuesta realmente curiosa. Es verdad que el número de encuestados ha sido, a mi entender, escaso: unos 1.500 ciudadanos. El objetivo era determinar qué ciudades eran las más maleducadas. O mejor dicho, aquellas en las que sus habitantes eran los peor educados para convivir socialmente.

Los temas sobre los que versaban las preguntas eran sobre el uso del móvil en público, ser ruidosos, no respetar el espacio personal, ser descorteses, no saludar, saltarse las colas, etcétera. Y en los resultados aparece, en tercer lugar, la “ciudad” Alicante-Elche, tras Santa Cruz de Tenerife y Granada, y por delante de San Sebastián y Bilbao.

Partiendo de la base de que el número de encuestados es ínfimo y por tanto no deberíamos aceptar de base los resultados, hemos de constatar también otros ítems de mala educación ciudadana, al parecer no considerados (mis comentarios se refieren a la población de Alicante):

• Defecaciones de perros en aceras. Por cierto, se ha publicado que en Alicante en los últimos seis meses no se ha multado a nadie por este concepto. ¡Inaudito!
• Pegatinas de “servicios” en farolas, postes de semáforos y cualquier otro mobiliario público, tales como “cuidadores”, “eliminadores de goteras”, pintores y otros oficios. Curiosamente, hace unos días me tropecé con dos operarios limpiando los restos de estos “anuncios” en el entorno de Las Cigarreras.
• Octavillas en los parabrisas de los vehículos aparcados. Que si te compran el coche, que sonrías que ya se van (precampaña del Partido Popular, dando ejemplo)…, y con ellas los propietarios acaban haciendo bolas y tirándolas al suelo (otra maleducancia).
• Sonoridad de las terrazas. Tampoco se incluye y, en este caso, hay vecinos que tendrían mucho que decir, tanto en la calle Castaños como en el barrio de Santa Cruz.
• Basuras en torno a los contenedores. Tampoco se encuesta y cualquiera puede constatarlo a poco que se de un paseíto por la ciudad.

Afortunadamente para nosotros, como quiera que se cita “Alicante-Elche”, sin distinguir en qué medida cada cual, los capitalinos podemos echar la culpa a los ilicitanos y viceversa. Así, podemos seguir mirando hacia otro lado. Que es lo que hacen los concejales del equipo de Barcala.