Todos los grupos con representación parlamentaria, excepto el PP, coincidían en la necesidad de adelantar las elecciones. El adelanto no es en este caso la cabecera del histórico rotativo político salmantino, sino los posibles titulares de las primeras tras el debate.
El Partido Popular como partido en el gobierno pretendía, como ha repetido Mariano Rajoy, completar los cuatro años de legislatura. Ciudadanos quiere adelantar las elecciones sí o sí, y cuanto antes mejor. Sus razones patrióticas están claras: la primera es que los sondeos -y determinados medios- lo sitúan con viento de cola a toda vela, y lógicamente quieren verlo plasmado en las urnas. En segundo lugar, ellos ya habían iniciado su propia campaña, con himno letrado por Marta Sánchez incluido, bajo la inspiración de la fundación aznarista (FAES) y las declaraciones del propio expresidente. Por último, pero no por ello menos importante, históricamente es sabido que quien gana las municipales, gana las generales posteriores. Ciudadanos (C’s) aunque tenga los recursos, no tiene la implantacion, la infraestructura, ni la militancia para estar presente en los ayuntamientos pequeños y medianos de nuestro país, por lo que obtendría bastantes menos votos. Su interés es ganar las generales, y desde ahí construir ese infraestructura para las municipales. Y aún después de la moción de censura siguen con la misma letanía, tan a contrapié les ha pillado. Han entrado en bucle.
Estas razones aconsejaban a Rajoy no convocar elecciones, ni dimitir. El Partido Popular (PP) pretendía que las municipales se celebraran primero; difícil, porque los demás preconizaban el adelanto. La principal argamasa que unía al PP es el poder, y es la que ha limitado los efectos de las tentaciones a las que Aznar sometía a sus antiguos correligionarios. Mariano Rajoy no quería elecciones de ninguna forma y menos antes de las municipales. Si convocaba elecciones inmediatas podía encontrarse con que más de uno cambie de barco atraído por los cantos de sirena; si va a elecciones descabalgado del poder el tema se agravaría sustancialmente. Ahora tendrá que redefinir el liderazgo en su partido, a través de un Congreso, supervisar que no se divida y minimizar las tentaciones de abandonos. Aznar ya se ha ofrecido para apadrinar la operación de relanzar al centro derecha ”desde su posición”; además de condenar la corrupción, aunque la mayoría de las fechorías de la “Gurtel” ocurrieron con él de presidente; y la mayoría de los condenados estuvieron invitados en la boda del El Escorial. Coincidencias. Con razón Rajoy se ha lamentado de algunas deslealtades.
El adelanto electoral estando en el poder central del Estado es un plus innegable. En cualquier caso, el PSOE estará en mejor situación porque puede sacar, aunque sea por decreto -ley urgente, treinta días- algunas leyes sociales y de RTVE, que el Congreso aprobó y el PP aparcó. Pedro Sánchez ha ganado la moción de censura, el debate le permite reforzar su imagen, y compensar su no presencia -dimitió por no votar a Rajoy- en el Congreso. El rebufo del propio debate mejora su situación, y el obligado posicionamiento de otros partidos, también.
Los nacionalistas más que votar a Sánchez, probablemente habrán votado contra Rajoy y el Partido Popular, incluso aunque al PNV se le queden en el aire más de quinientos millones de los presupuestos, que intentarán en todo caso recuperar con Sánchez en la Moncloa. En general, todos los partidos nacionalistas tienen una base sólida asentada en los municipios mas pequeños.
La inteligente actuación de Pablo Iglesias, en esta ocasión, casi ha hecho olvidar la historia del chalet y su famoso referéndum. Digo inteligente por el apoyo inicial sin condiciones a la moción de censura- que rectifica el anterior “no”-, y sobre todo por la oferta a C’s de presentar otra moción conjunta para adelantar elecciones. Ambos, como partidos emergentes, están interesados en el adelanto por su menor grado de implantación en los pequeños municipios, pero además colocó a C’s en la tesitura de hablar con su “va de retro”, o desdecirse sobre su voluntad de adelantar las generales.
Por cierto, Albert Rivera y Saenz de Santamaría han sido elegidos a dedo para asistir a la reunión del llamado “gobierno del mundo en la sombra”, el Club Beilderberg, en Turín del 7 al 10 de junio, con Juan Luis Cebrian y Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander (Del Foro de Davos a los Beilderberg, INFORMACION 27-I-2018) y la élite mundial. No nos consta si irá la reina Sofía, que asiste desde 2001.
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