VICENTE CLIMENT GISBERT, periodista y escritor. Autor de «Los últimos días de la primera RTVV»
Bajo el cinematográfico nombre de “Los últimos días de la primera RTVV”, el periodista Vicente Climent ha publicado un libro donde relata las últimas tres semanas de vida del ente público contadas día a día desde dentro, en la redacción donde él fue director de informativos de Ràdio 9 hasta su cierre. “Como un guión cinematográfico”, señala Vicente, “con las experiencias que vivimos aquellos días”.
Después de casi tres años desde que las emisiones de Ràdio 9 y Canal 9 se fueran a negro en aquel 29 de noviembre de 2013, un libro ve la luz donde se cuentan los días, casi agónicos, desde que se decretó el cierre hasta su efectividad. Vicente Climent era el responsable de informativos de Ràdio 9 entonces, y en “Los últimos días de la primera RTVV” cuenta las experiencias vividas en esas semanas.
—¿Por qué has decido escribir este libro, cuál ha sido el motivo que te ha llevado a hacerlo?
Fue una experiencia tan traumática, se vivieron tantas cosas, que pensé que valía la pena darlas a conocer. Han pasado tres años desde el cierre, pero el ERE se aprobó un año antes, con un goteo incesante de gente que se iba desde aquel 18 de diciembre de 2012 en que empezaron a llegar los correos electrónicos donde te decían si te ibas o te quedabas. Fue un desgaste tremendo, algunos compañeros necesitaron tratamiento psicológico.
—¿Es un ejercicio de catarsis, quizás?
— No tanto de catarsis personal como sí de reivindicación. Con el libro intento mostrar la historia de la RTVV como no ha sido contada hasta ahora, a la vez que reivindico la radio, donde se trabaja de forma distinta a la televisión. Cuando se cerró el ente, siempre se habló de Canal 9, muy poco o nada de Ràdio 9, donde se hicieron muy bien las cosas, y eso es lo que quiero reivindicar: el trabajo y la profesionalidad de todos mis compañeros en esos días.
—Una de las características del libro es la forma en que lo narras, con capítulos cronológicos en una cuenta atrás agónica…
—El libro relata las últimas tres semanas de RTVV, pero contextualizadas. Dedico unos capítulos previos a explicar cómo era la situación antes del cierre, con todos los vicios y las malas prácticas que se realizaron incluidos. Después narro de manera diferente cómo se vivieron las tres últimas semanas desde que se decretó el cierre, minuto a minuto, como un guión cinematográfico, pero objetivado al máximo con citas que apuntalan lo que digo. Es muy entretenido, se lee rápido.
—Sin duda se debieron vivir situaciones límites, tensiones, crisis…
—Tengo mis notas de aquellos días, cuando todos mis superiores iban dimitiendo y las responsabilidades recaían sobre mí. Mientras el descabezamiento de poder se iba produciendo, el jefe de programas, el de deportes y yo, de informativos, íbamos tomando decisiones en medio de un choque brutal entre dos placas tectónicas de poder, con un alto grado de politización tanto externa como interna. En esos momentos tratamos de mantener la profesionalidad y es lo que cuento, cómo fue el trabajo de redacción en esos días, cómo elaboramos los especiales, cómo fuimos cambiando la parrilla de programación según los acontecimientos…Todo ello gracias a los pequeños héroes anónimos de los trabajadores de Ràdio 9 que hicieron su trabajo hasta el último momento, donde se hizo caso al sentido común y a la profesionalidad.
Me pareció importante que se supieran esas experiencias, sobre todo de cara a la nueva RTVV que se está gestando, con el fin de que no se cometan los mismos errores.
—¿Por ejemplo?…
—Dentro de la plantilla había mucho trabajador politizado, lo cuento en el libro, con claras afinidades políticas con militancia incluida, tanto de izquierdas como de derechas. Era un lío trabajar con la mayor objetividad posible, por eso tengo esperanzas de que el presidente Puig tome nota y no repita errores, quiero pensar que lo van a hacer bien, a la espera de lo que diga la Audiencia Nacional.
A lo largo de la charla, Vicente se muestra categórico y pasional, sin duda rememorando aquellos momentos que forman parte de la historia reciente de nuestra profesión, una etapa dura sin duda. Pero mira el horizonte con optimismo, quiere creer que la nueva RTVV será distinta, mejor gestionada y libre de presiones políticas.
—¿Cómo ves el horizonte de la nueva RTVV?
—Es una situación complicada. Hay un proceso judicial abierto por dos sindicatos que pide se declare nulo el segundo ERE, el del cierre, que se resolverá en noviembre de este año. Si esto sucede, en Navidad podrían estar de nuevo readmitidos los 1.600 trabajadores. Hay dos informes relevantes que señalan que puede salir adelante, aunque desde la Generalitat dicen que no. Mientras, esta semana se aprueba la ley de apertura de la nueva RTVV.
—¿Cuál crees sería la mejor formar de empezar de nuevo?
—No sé cuál es el mejor método para crear la nueva RTVV, pero creo que habría que objetivar el proceso de selección de personal. Hay que levantar su prestigio y audiencia y para ello deben estar los mejores, profesionales con talento que no aburran a las ovejas, y eso no siempre se detecta en una oposición, habría que evaluar de otra manera. Por otro lado, al frente debe haber gente neutral, al margen de la camarilla de partidos, sin sistemas de cuotas, que haya gente de la que se pueda fiar por su profesionalidad, con operatividad, que puedan resolver los problemas con las manos libres sin tener que preguntar para tomar decisiones.
“Los últimos días de la primera RTVV”, de 205 páginas y con un coste de 18 euros, se puede adquirir bajo pedido a la editorial Di Valentis, bajo el sello Simuria, a través del correo electrónico info@simuria.com . Se envía a domicilio sin gastos de envío y está previsto que en unos meses se pueda adquirir en librerías de Alicante.
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