En cierta ocasión, el Presidente del Atlético de Madrid, por aquel entonces D. Vicente Calderón, dijo, muy a su pesar, por lo que se lo recordaron y repitieron en el futuro: «Es que somos el Pupas, pareceremos el Pupas, si algo malo puede pasar nos pasa a nosotros. Todo nos pasa a nosotros».
Más que superada ya esa época por los otrora del Manzanares, en otro nivel a otra escala, yo diría que el Pupas de la Segunda División y ahora de esta Segunda B, es el Hércules.
Parece una realidad y una evidencia: si algo malo nos puede pasar, nos pasa. Pero no solamente en los despachos, no solamente a nivel administrativo, político y financiero, ahí y también en los terrenos de juego.
Cuando todo parece zanjado para estampar la última firma en la compra de las acciones, las costas notariales y de procuradores dan una sorpresa, por ejemplo, y cuando todo parece apuntar a que nos traeremos un exiguo punto de nuestra visita al filial del Villarreal, de tierras castellonenses, entonces nos marcan y nos ganan de la forma más cruel. En el minuto 93, en el tiempo de descuento, cuando más duele, cuando más daño te puede llegar a hacer. No es que un punto sirviera ahora mismo para mucho, porque lo suyo es sumar de tres en tres, pero un empate en Villarreal, hubiese sido esperanzador, alentador, un cambio en el estado de ánimo, y sobre todo un poco de acicate de que este equipo si puede.
Todo lo contrario. Y lo que es peor, nos seguimos desangrando en la estrategia, en las jugadas a balón parado y mal defendidas.
Desde esta redacción nos reafirmamos en lo dicho hace una semana, en el mercado de invierno de cuatro a cinco incorporaciones tiene por delante el secretario técnico Javier Portillo. De no ser así, ya ha quedado demostrado que esta temporada será un vagar, sin pena ni gloria, por mitad de la tabla de esta división de bronce. Mientras el entrenador tiene la puerta de salida un poco más abierta después de lo de ayer, podría caer esta misma semana, y de haber una nueva revalida, un revés el próximo domingo, ya sería como dicen las crónicas de sucesos, mortal de necesidad.
En cualquier caso, si hay por ahí algo malo que pudiera ocurrirnos, seguramente nos terminará afectando. Somos el PUPAS.
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