Manzanares debutó con picadores el 30 de mayo de 1970 junto a Antonio Rojas y Pepe Luis Ortuño para lidiar reses de M.ª Teresa Sánchez, de Terrones (Salamanca). Cortó cuatro orejas y un rabo. Curro Verónica –así firmaba sus crónicas en Información José Sanz Moliner, quien fuera vicepresidente de la Asociación de la Prensa de Alicante– ya advirtió la progresión del novillero al señalar que “… su fabulosa actuación me confirmó plenamente en mis convicciones, en mi fe y mi esperanza, y hasta en mis vaticinios sobre su futuro que, muchos aficionados –y me parece lógico– tacharon de imprudencia, por lo menos. No lo reprocho, pero sí me permito dar un consejo: que vean y creerán, como creen ya cuantos ayer acudieron a ver por primera –o 2.ª o 3.ª– a Manzanares”.
Horteguito –”H”, firmó en Primera Página–, sintetizó así su crónica: “Asombraba a todos los aficionados con dos faenas magistrales, reveladoras de la gran figura que ha encontrado el toreo… Baste con decir que los aficionados permanecieron en pie, que los profesionales quedaron asombrados en el callejón y que el novillero dejaba en el albero de la Plaza de España dos faenas totalmente distintas pero que, en conjunto, formaron la mejor actuación, la más inolvidable de cuantas ha vivido el viejo coso alicantino”.
El novillero José Mari Manzanares debutó con picadores en el coso de la Plaza de España el 30 de mayo de 1970
El «dichoso estoque» del 20 de junio
El “dichoso estoque” como escribió Horteguito ajó el triunfo de Manzanares en su segunda comparecencia como novillero. Oreja tras petición y dos vueltas al ruedo conformaron el balance de una actuación que compartió con Curro Fuentes y Pepe Luis Ortuño para lidiar utreros de Hermanos Sánchez Arjona. Destacó el crítico, en su primero, “los naturales enormes, grandiosos, antes de dar el pase de pecho… Entonces fueron los derechazos los que bordaron el toreo mientras en la plaza estallaba la ovación”.
De su segundo subrayó la “faena torera, con empaque, tirando del novillo con suavidad mientras éste punteaba por los dos pitones exageradamente”. Una actuación que finalizó “con un dominador abaniqueo de su muleta hasta reposar, plegada, bajo el brazo en un pinturero desplante”.
«Casta torera» el 5 de julio
“Abundantes en casta, genio y aspereza”, como los definió Curro Verónica, fueron los novillos de Juan Muriel a los que Manzanares se midió el 5 de julio en compañía de Pepe Luis Ortuño y Emilio García “El Lince” –que debutó con picadores–.
Manzanares dio una vuelta al ruedo después de que doblara su primero. Curro Verónica subrayó con el capote “seis verónicas y tres medias primorosas de arte y dominio”. Fue “con pases por bajo muy toreros” como empezó con la muleta para proseguir “por derechazos y redondos corriendo muy bien la mano”. Herido al dar un pase de pecho, “sin arredrarse, se fue al toro y se apretó horrores en unos mandones ayudados por bajo sobre la zurda y en unos naturales que fueron todo un poema de mando, temple y torería”.
El quinto fue “manso, probón, y con mucho sentido”. Al torear en redondo, “se frenó el novillo, tiró un derrote y volteó al diestro”. Concluyó “con doblones de castigo y unos ayudados por bajo”.
Para Horteguito fue “dura y áspera, sin bravura, sacando a relucir mala casta y mucho sentido” la novillada de Muriel. Frente a ella, Manzanares “no se limitó a dar pases, sino que insistió en averiguar cómo y por qué los podría dar ante las dificultades de los novillos, aun a costa de ser cogido”.
Toreó once festejos en Alicante una temporada antes de su alternativa de 1971

La «prodigiosa y mandona» muleta del 12 de julio
Curro Verónica enfatizó sobre la “prodigiosa y mandona” muleta de Manzanares en la tarde del 12 de julio cuando, junto con Pepe Luis Ortuño y “El Lince”, estoqueó novillos de Francisco Escudero a los que cortó cuatro orejas y un rabo. Reseñó el “mando y temple” de la faena a su primero. De la del segundo subrayó “el poderío de su prodigiosa muleta y derrochando mando obligó al toro a seguir, una y otra vez, los vuelos de la muleta sin tropezarla nunca y al ritmo que él impuso”.
Horteguito puso énfasis en el toreo de Manzanares “porque lo que el joven novillero realiza, es algo fuera de serie. Contrasta su elegancia, su dominio, su fácil forma de hacer arte taurino, con la lucha a la brava de los demás toreros”.
Ocho fueron novilladas en terna, un mano a mano, un festejo de tres novilleros con un rejoneador y el Festival de Navidad
Llegan las exigencias el 19 de julio
Las exigencias por parte de la crítica hacia el novillero afloraron el 19 de julio, aunque cortó dos orejas a las reses de Francisco Escudero, cuando se repitió el mismo cartel de la tarde anterior.
Horteguito escribió que “su toreo parece estar hecho de capullos de seda. Muy bonito, muy artístico y muy entalonado. Pero falto de garra, quizás a consecuencia de irse amanerando ante el excesivo mimo a que está sometido”. Añadió el crítico una apostilla, “es una pena que se encasille en Alicante y no salga por esas plazas españolas a luchar, a abrirse paso entre la novillería y adquirir una buena experiencia con toda clase de ganado que le salga por los toriles”.
Casinos Rhoso, en Información, ponderó al alicantino: “Artesanía en sentido peyorativo de bien hacer y, una tras otra, todas las suertes, aunque la de matar le salga lo lógicamente full que tiene que salirle a un chico de 17 años. Esa artesanía de bien hacer le llevó a realizar la mejor faena de la tarde”.
El propio Casinos Rhoso, en las páginas de Hoja del Lunes, valoró la importancia de la “completa, porfiona, bien medida en distancias” faena al quinto y cuestionó que fuera premiado únicamente con una oreja, de las dos que se llevó al esportón.
Salió a hombros en ocho ocasiones
Un «garbanzo negro» el 25 de julio
La fortuna en los sorteos no fue una aliada de Manzanares. El 25 de julio, acartelado con José Luis Galloso y “El Lince” para lidiar novillos de Rodríguez Pacheco Hermanos, supuso un nuevo ejemplo. Si “bravucón y escaso de fuerzas” Cañonero-78, al que cortó las dos orejas, “manso, incierto y probón” fue Sedalito-66, con el que fue ovacionado, según el relato de Curro Verónica.
El argumento de la falta de suerte en las mañanas de corrida también lo utilizó M. H. en Primera Página: “Ya es tradición que Manzanares cargue con el garbanzo negro de la corrida y ayer, como siempre, tuvo que apechugar con el peor novillo de la tarde”. Aún así, “volvió a surgir también ese torero maravilloso de temple y mando, de inteligencia, con que adorna sus actuaciones”. Un pero le puso el cronista a su trasteo ante el quinto, “mostró su habilidad y dominio… pero sin que su actuación fuese lo que merece su ya reconocida maestría ante esta clase de novillos. Nos hubiese gustado ver en Manzanares menos conservadurismo, más entrega en redondear el triunfo”.

«Valor inteligente» el 5 de agosto
Valor sumado a inteligencia. Sintetizada ésta fue la apreciación común de Curro Verónica y Horteguito al enjuiciar la tarde del 5 de agosto para Manzanares cuando se acarteló con José Luis Galloso y Pepe Luis Ortuño y los hermanos Peralta para lidiar un encierro de Barcial –uno de rejones de su mismo hierro para los Hermanos Peralta–. Manzanares logró cuatro orejas y un rabo.
A su primero –escribió Curro Verónica– lo recibió “con cinco verónicas y una media rodilla en tierra, que tuvieron temple y eficacia para frenar a un novillo corretón y sin fijeza”. En la muleta estuvo “centrado y dominador”. Fue un “faenón de mucho mérito” el que le hizo al sexto, “un toro de verdad que punteaba y llegó poco castigado al final” al que instrumentó “unos naturales sencillamente prodigiosos”.
Para Horteguito fue “magistral” la tarde de Manzanares “porque con el capote toreó con un temple sensacional y con la muleta realizó dos faenas en las que el temple, el arte y el mando estuvieron siempre a la orden del dominio del torero que volvió a dejar otra muestra de su señorío taurino”.
Lidió utreros de siete ganaderías diferentes. En dos ocasiones, de M.ª Teresa Sánchez, Francisco Escudero y Rodríguez Pacheco

«Perfección indescriptible» el 13 de agosto
De una “perfección indescriptible” fue, para Curro Verónica, el toreo al natural que Manzanares desarrolló frente al tercer novillo de la tarde del 13 de agosto, cuando compartió cartel con José Luis Galloso y Pepe Luis Ortuño para lidiar utreros de Abdón Alonso. Al primero de su lote le cortó Manzanares las dos orejas y el rabo. Con el sexto fue ovacionado.
El último de la tarde suspendió al torero alicantino por el vientre y tuvo que ser llevado a la enfermería. Al regresar al ruedo en medio de una ovación “comenzó la faena por abajo, ahormando la embestida. Cuando el toro se plantó, quedándose, porfió cerca sin conseguir más que embestidas aisladas”.
Horteguito definió la tarde de Manzanares como “genial”. Al hablar de su toreo a la verónica escribió que “dejó en el ambiente los primeros síntomas de su señorío que, luego, en la faena de muleta alcanzó una proporción gigantesca”. Al definir el momento posterior al percance señaló que “en un alarde de valor, consiguió imponerse al novillo”.
Los alicantinos Pepe Luis Ortuño y Emilio García “El Lince” fueron con quienes más alternó
El 27 de agosto vuelven las críticas
Las críticas propias a quien puede dar más de sí le llegaron a Manzanares el 27 de agosto. Compartió cartel con José Luis Galloso y Emilio García “El Lince” para estoquear una novillada de María Teresa Sánchez, de Terrones (Salamanca). Para Curro Verónica, “más parecía una moruchada que un encierro de reses de lidia con buena casta”. Fue ovacionado en su primero y cortó las dos orejas del segundo de su lote.
Como resumen sentenció que “… a un torero como Manzanares, de tanta clase, se le puede exigir más que a otros (y ésta es la cruz de la moneda de su arte), le resulta fácil estar bien. Y lo estuvo claro… Con facilidad para hacer fácil lo difícil. Cierto, pero… un poco más de calor no le hubiera sobrado precisamente”.
Más breve fue Horteguito en sus apreciaciones en las que valoró más la faena al quinto, “al que muleteó con arte y temple, después de haber dominado al novillo y conseguir con él series de muletazos extraordinarios”.
Fue asistido en la enfermería de dos percances, uno de carácter leve y otro reservado, por el doctor Vicente Reyes Mas
Un novillo «manso y peligroso» el 19 de septiembre
Coincidieron Curro Verónica y Horteguito al calificar al primero de Manzanares del 19 de agosto en el mano a mano que le midió con Pepe Luis Ortuño. Ovacionado con el segundo y el cuarto, le cortó las dos orejas al sexto.
Ante ese “manso y peligroso”, para Curro Verónica, y “manso, tardo, peligroso y difícil”, según Horteguito, el alicantino “estuvo en plan dominador, sin perderle la cara”, como escribió Horteguito. Al cuarto lo toreó “magistralmente” antes de pasar a la enfermería de donde salió conmocionado. Con el sexto llegó “lo bueno, lo extraordinario. Arte y dominio se conjugaron para formar una faena grande, con la variedad de un toreo afiligranado que entusiasmó al público”.
Un trasteo “eficaz y sin perderle la cara” le hizo Manzanares a su primero, al que antes había veroniqueado con “buen arte” a juicio de Curro Verónica. Al cuarto lo veroniqueó “superior”. Ya en el sexto, repuesto del percance, basó su faena de muleta “sobre la zurda, con varias tandas de naturales que fueron un alarde de temple, mando y compostura”.
Los críticos taurinos Curro Verónica –quien fue vicepresidente de la Asociación de la Prensa–, Horteguito y Casinos Rhoso escribieron las crónicas en Información, Primera Página y Hoja del Lunes

Detalles en el Festival de Navidad del 13 de diciembre
El novillo de Torrestrella que le correspondió en el Festival Pro-Campaña de Navidad del 13 de diciembre apenas se prestó. De ahí que sólo se pudieran apreciar detalles del concepto de Manzanares en un festejo benéfico que compartió con Litri, Victoriano de la Serna, José Fuentes, Ricardo de Fabra y Pepe Luis Ortuño.
“Nos quedamos con ganas de ver a Manzanares –reseñó– porque el toro que le tocó en suerte –si a eso se le puede llamar suerte– tras recibir el puyazo, se quedó arrastrando los cuartos traseros, aplomado y sin ganas de embestir”.
Curro Verónica, en Hoja del Lunes, explicó al referirse al utrero de Álvaro Domecq que “salió baldado, tan renqueante de la mano derecha que se caía cada dos por tres, incluso sin que el torero le apretase. Por añadidura, andaba escaso de fuerzas”. En la muleta, “todo con buen gusto, pero sin hondura porque el toro no daba para más”. Aun así, cortó una oreja.
Los carteles
- 30 de mayo. Novillos de María Sánchez de Terrones. Antonio Rojas, Pepe Luis Ortuño y José Mari Manzanares, que se presenta con picadores.
- 20 de junio. Novillos de Sánchez Arjona. Curro Fuentes, Pepe Luis Ortuño y José Mari Manzanares.
- 5 de julio. Novillos de Juan Muriel. Pepe Luis Ortuño, José Mari Manzanares y “El Lince”.
- 12 de julio. Novillos de Francisco Escudero. Pepe Luis Ortuño, José Mari Manzanares y “El Lince”.
- 19 de julio. Novillos de Francisco Escudero. Pepe Luis Ortuño, José Mari Manzanares y “El Lince”.
- 25 de julio. Novillos de Rodríguez Pacheco. José Luis Galloso, José Mari Manzanares y “El Lince”.
- 5 de agosto. Un novillo de Barcial para los rejoneadores Ángel y Rafael Peralta. Seis en lidia ordinaria. José Luis Galloso, Pepe Luis Ortuño y José Mari Manzanares.
- 13 de agosto. Novillos de Abdón Alonso. José Luis Galloso, Pepe Luis Ortuño y José Mari Manzanares.
- 27 de agosto. Novillos de María Sánchez, de Terrones. José Luis Galloso, José Mari Manzanares, “El Lince”.
- 19 de septiembre. Novillos de Rodríguez Pacheco. Pepe Luis Ortuño y José Mari Manzanares –mano a mano–.
- 13 de diciembre. (Festival Pro-Campaña de Navidad). Novillos de Álvaro Domecq. Miguel Báez “Litri”, Victoriano de la Serna, José Fuentes, Ricardo de Fabra, Pepe Luis Ortuño y José Mari Manzanares.
Nota: Este artículo se publicó por primera vez en el Anuario 2020 de la Asociación de Periodistas de la provincia de Alicante.
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