¿Y luego, qué?

Apropiándome de una frase extraída de una intensa campaña publicitaria actual, encuentro varios asuntos a los que aplicar la interrogante, sin que –como en los anuncios– consiga elucubrar respuestas coherentes ni siquiera aproximadas.

Banco Sabadell

Juan Ramón Gil, director general de Contenidos del diario Información, se marcó el domingo 30 de agosto un puntazo al anunciar –y es de suponer que sus fuentes son de alto nivel– que el BS trasladará su sede social a Madrid “donde ya tiene la central operativa”. Conviene recordar que sigue –o seguía– manteniendo alguna estructura central o territorial en su edificio de la avenida de Oscar Esplá, en el que se encuentra, incluso, algún proveedor que les presta servicios en alguna de sus plantas. El posible “traslado” de sede hace emerger al menos un par de preguntas: ¿desmontará totalmente los servicios que aún mantiene en Alicante y con ello procederá a trasladar o a amortizar puestos de empleados en nuestra ciudad? y ¿cuál será el futuro del edificio si es que llegara a vaciarse? En este sentido cabe recordar que es uno de los tres que la dirección de la CAM endosó al fondo de pensiones de empleados (con el de Barcelona y el de Valencia, si no yerro), realquilándolos a continuación. Y el de Valencia, vaciado hace unos años ya se arrendó y ahora es un hotel, destino para el que el de Alicante no creo tenga opciones por su estructura.

Cine Ideal

Y hablando de hoteles, el jueves pasado se anuncia la protección de este histórico edificio “para torpedear que se convierta en hotel”, frase que copio del titular en el mismo medio. Y las preguntas surgen golpe a golpe: ¿y qué destino piensan los ediles que se podrá dar a ese inmueble? o ¿no sería posible conservar los elementos más preciados (fachada, accesos…) y buscarle salida digna al edificio antes de que se caiga de viejo? Si el ayuntamiento tiene algún plan para el “luego, qué”, sería interesante conocerlo. No es que quiera constituirme en defensor del empresario que lo adquirió, es que es conveniente darle un uso que propicie un mayor impulso a esa zona. Mantenerlo tabicado no es la respuesta. Hay que buscar soluciones y todos los actores deberían ceder en sus pretensiones.

Oficina de Turismo

Diario Información, 19 de marzo de 2019: “Polémica por el impacto visual de la nueva oficina de turismo”. Y sigo: “Nos obligaron a hacer la estructura desmontable porque no cumplía el Plan del Puerto”, Mari Carmen de España, concejala de Turismo (PP). Y al día siguiente; “Guanyar denunciará en Fiscalía las obras de la oficina de Turismo”, su edil Miguel Ángel Pavón veía indicio de un “presunto delito urbanístico”. Y al siguiente: El PP negociará con el Puerto para cambiar la Oficina de Turismo a nueva ubicación”.  No vale la pena seguir. La oficina ahí está, y ahora resulta que la dotación eléctrica ya es insuficiente antes de su inauguración; mientras, enfrente, está el antiguo Hotel Palas cuyos bajos se podrían haber adecuado para esta función mucho más fácilmente.

Plaza de Luceros

Julio, 17. Sigo en Información: “Las filtraciones de agua obligan a parar y vaciar la fuente de Luceros. El bipartito sigue firme en disparar las mascletaes”.Y el 26: “El Ayuntamiento lleva a la Junta de Gobierno del martes el proyecto para restaurar la fuente, arreglar las piezas con desperfectos y actualizar su iluminación”, y finalmente el 29: “La intervención integral se prolongará seis meses para reparar los desperfectos del monumento, impermeabilizar el vaso y limpiar el conjunto”. ¿Y luego, qué? Pues “restaurará Luceros para que la fuente pueda acoger las mascletaes”.

Por fin una respuesta. Pero… ¿contratarán un seguro? No creo que haya compañía dispuesta, por el “luego, qué”.