Universidad & metaverso

La mejora del sistema educativo debe ser para todos los profesionales docentes, mentores, etc., una verdadera obsesión, debemos saber que tenemos la obligación de mejorar la capacidad de adquirir conocimientos y adaptar la enseñanza al futuro real de la sociedad en todas sus facetas.

He escuchado cientos de veces cómo los profesionales de la enseñanza superior dicen que cada vez llega el alumnado peor preparado o con nivel más bajo. Lo cierto es que el modelo educativo que han trabajado estaba diseñado para sus padres, cuando no para sus abuelos. Fue fruto del modelo de «enseñanza estándar» que se creó para alimentar la sociedad que nació tras la revolución industrial, útil para el momento, antediluviana hoy. No es que tengan menos conocimientos, solamente es que no se les quedan porque se los transmiten en un idioma diferente al suyo y lo olvidan.

Despertar el interés es la clave y hay que crear entornos atractivos, visuales, interactivos, donde los estudiantes de hoy puedan encontrar o descubrir ese interés por conocer y saber explicar aquello que les interesa y les sirve para su mundo y el que viene, que será el suyo. ¿Por qué no poder elegir una clase de física o astronomía con Stephen Hawking? O escuchar la voz de García Márquez leyendo Relato de un náufrago. O que el Dr. Cavadas nos explique una operación de cirugía reconstructiva, o que Pérez Reverte sea el que cuente y analice la guerra de los Balcanes.

Parece interesante… el metaverso puede abrir el conocimiento de manera escalable y casi infinita y, sobre todo, innovando e incorporando los avances a las materias que el mundo de las ciencias logra con la investigación y el trabajo. Además atrae al público objetivo universitario y permite una accesibilidad total, entre otras importantes ventajas.

Muchos especialistas, como Andrés Pedreño, exrector de la UA, recomienda abordar el potencial del metaverso con la mente abierta. “Los alumnos jóvenes van a estar encantados de participar en desarrollos y propuestas educativas en entornos «metaversianos». Debemos ser valientes y completar nuestras universidades online y presenciales con herramientas creativas, innovadoras que entusiasmen a nuestras nuevas generaciones de jóvenes que son 100 % digitales”.

La Universidad en el metaverso será una realidad, es más, será la realidad pronto, y tendrá también espacios físicos donde conocerse, compartir y funcionar en equipos como preparación al mundo laboral avanzado. La Universidad no perderá su esencia fundacional, una herencia medieval cuando se aprendió a expandir el conocimiento más allá de los muros de palacios y monasterios, pero tendrá, como tiene en su esencia, una absoluta progresión que le permita sumar y transmitir y poner en práctica todo lo que mejore, aclare, descubra, sirva para intentar pasar una realidad mejor a las gentes del futuro y al planeta en general. No es utópico, estamos viéndolo ya. La cultura y la educación como transmisión del conocimiento es la clave y la batalla.