Cayo Petronio fue un escritor y político romano del siglo primero, amigo de Nerón, como el filósofo Séneca o el poeta Lucano. Como ellos cayó en desgracia y tuvo que suicidarse para evitar que lo ‘suicidara’ el emperador a través de los sicarios de Tigelino, el poderoso jefe de la guardia pretoriana, celoso de la influencia de esos escritores en el joven augusto. Acusado de estar implicado en la conjura de Pisón y condenado a muerte, optó por el suicidio en medio de una fiesta con amigos, que terminó con una supuesta carta a Nerón, misiva que es una de las páginas más celebradas de la famosa novela ‘¿Quo vadis?’ del Premio Nobel polaco Henryk Sienkiewicz (léanla en internet si no tienen el libro a mano),
No me extrañaría que la ministra Nadia Calviño se convirtiera en víctima del neroniano Pedro Sánchez, rodeado de aduladores y aduladoras, ellos y ellas, ministros y ministras, miembros y miembras del Gobierno más nefasto de la historia de España, Gobierno doble de absoluta doblez. Salga o no del Ejecutivo, Calviño podría escribir su particular carta petroniana, llena de reproches al fatuo presidente insomne, mentiroso compulsivo.
Por si no fueran bastantes las vergonzosas humillaciones a que es sometido por los independentistas catalanes y vascos ahora se somete al yugo más vil y cobarde: pactar con Bildu. No hace tanto que juró por su honor, públicamente, que nunca pactaría con los herederos de los etarras asesinos de cientos de ciudadanos inocentes, entre ellos algunos socialistas vascos. Pues va y pacta para vergüenza y oprobio de un país que se creía sano y fuerte y que se deja azotar por independentistas y filoetarras mucho peores que la pandemia del coronavirus.
Y no pacta cualquier tontería, sino la reforma laboral sin contar con Calviño ni con otros ministros implicados en asunto tan trascendental y pasando de sindicatos y patronal. Calviño califica el pacto de “absurdo y contraproducente” a la vez que “generador de inseguridad jurídica”. El presidente de la patronal se enfada, pero Sánchez lanza la consigna que repiten sus ministros: el representante de los empresarios es un patriota y entenderá los motivos sublimes que tienen el PSOE y Podemos para pactar con los bilduetarras. No hay rueda de prensa en la que a cualquier pregunta comprometida no responda con consignas políticas ideologizadas y que confluyen siempre en que el Gobierno todo (también las manifestaciones del 8-M) lo hace por el bien de España y de los españoles y no como el PP, que no es un partido de Estado (!!!). Culpa al PP en lugar de a ERC que le hizo ganar la moción de censura y la investidura. Cinismo en estado puro. Miseria intelectual.
A Sánchez habrían de echarle del Gobierno sus propios compañeros del PSOE ya que no tiene la decencia de dimitir. Deben echarle no solo por incompetente, sino por mentiroso compulsivo, como deberían echar a Tezanos, igualmente por mentiroso y cínico apologista de Sánchez. Un partido con más de cien años de historia ha tenido momentos negros, como la Iglesia y otras instituciones, pero lo de ahora es de juzgado de guardia. Miente Sanchez; miente Ábalos; miente Carmen Calvo; miente Marlaska, miente Illa.
Miente hasta el lucero del alba. Y cuando salen las cacerolas pacíficamente a la calle (hay que condenar, sin embargo, tajantemente los escraches) amenazan con sacar a las fuerzas de seguridad no sin antes azuzar a grupos de activistas para atacar a ciudadanos que pacífica y ordenadamente suenan las cacerolas. PSOE y Podemos, maestros en escraches, amenazan con crear disturbios y justificar la salida de las fuerzas del orden. PSOE y Podemos van a llevar a España al caos. La están llevando ya y no paran. Piden unidad para acabar con la crisis, pero un día sí y otro también se dedican a destruir los cimientos de la convivencia en el país. Esto es una vergüenza inconmensurable. No se les pueden perdonar los muchos errores, porque no admiten que se equivocan. No tienen propósito de enmienda. Van de mal en peor. No es posible ser más nefastos. Ni más cínicos. Terminarán por irse de Europa para poder conseguir su sueño: equipararnos con la Venezuela chavista y ‘madura’ del inmaduro Maduro.
Es deseable el fin del desgobierno del Gobierno de coalición sociocomunista. Eso lo ve hasta un ciego y lo grita hasta un mudo. Las piedras hablan. Urge un Gobierno de salvación nacional. Sería la única salida digna para un presidente que dobla la cerviz y reverencia a bilduetarras, comunistas e independentistas de todo signo, lo mismo catalanistas que euskaldunos.
Sánchez siempre trata de ganar tiempo para ocultar su incompetencia, Crea comités de expertos; comisiones de reconstrucción; mesa bilateral (despreciando a las demás autonomías) con la Generalitat de Cataluña, en la que la otra parte ya le ha asegurado que solo quiere autodeterminación, independencia y amnistía para los políticos presos a los que siempre llaman presos políticos
Ya está bien, ya está be; mos ha fotut. Sánchez no tiene un examigo Petronio que le escriba, pero Calviño le ha propinado un golpe certero en donde más duele, que no es en el cerebro precisamente.
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