Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Haciendo amigos

La mierda de los caballos llegará al segundo piso de las casas

MUBAG (Fuente: Picatoste).

Los expertos y científicos de mitad del XIX pronosticaron algo tan lógico como matemáticamente demostrable en un estudio de futuro de expansión, en los albores de la industrialización. Con el crecimiento previsible, la mierda de los caballos invadiría la mayoría de las ciudades hasta hacerlas inhabitables. Era en ese momento de palo de hockey, en el que la población empezaba un crecimiento exponencial en todo el mundo. La gente pasó de mil millones de personas, más o menos mantenidas, a las cifras que hoy tenemos en una progresión constante y exponencial. Eric J. Hobsbawm lo explicó fácil: cuantos más hijos tenías, más sueldos entraban.

Ese mundo de transición lo vemos bien reflejado en el paso del arte pictórico a la fotografía. En breve se inaugurará la exposición «Instantes» en el Mubag, ese lugar que se ha convertido en el «museo» de Alicante. «Instantes» muestra los cuadros de Didier Petit de Meurville, un vicecónsul francés que pasó unos años en esta tierra y que pintó con maestría los paisajes románticos de un mundo casi medieval que se escapaba como arena fina entre los dedos. Esas pinturas de Alicante, Elche y Crevillent se exhiben junto a fotografías de unos años después, cuando ya la industria, los tranvías, el tren y el tráfico de coches (que sustituyeron a los caballos) empezaban a adueñarse de la vida urbana. Esa comparación se completa con el trabajo fotográfico póstumo del alicantino Carlos Balsalobre, que apenas hace un mes montaba y preparaba sus recientes fotografías instantáneas de texturas de lo que queda de aquellos instantes pretéritos. DEP. No se la pierdan.

Pero fallaron aquellos expertos de los caballos; no supieron ver la nueva realidad. La sensación de hoy es que nos está pasando algo muy parecido con la IA, esa inteligencia artificial que veneramos y tememos a partes iguales. Parece que los más avanzados en su conocimiento temen que se contagien del comportamiento humano, de nuestras luces y también de nuestras sombras y que así sepan y usen estrategias, mientan, nos apoyen o contradigan según su pensamiento mimético avance en SU conocimiento de nosotros.

Fuente: Picatoste.

Por lo tanto, nosotros estaríamos indefensos y desnudos ante algo con un conocimiento superior, algo que nos engañará en cuanto pueda, es decir, que nos intentará agradar como sea. Intentará hacerse imprescindible y empezará a poner sus condiciones, a cobrarnos por ello, a convencernos, a obligarnos a actuar de determinada manera y todo ello copiándonos, sabiendo cómo nos pueden aborregar, dominar, arruinar o hacernos triunfar y, encima, el beneficio no será para nadie en concreto.

Pensar en ello es paranoide, pero cuando la IA copie emociones, creatividad o iniciativas, dejará de servirnos y comenzará, según muchos, con su propia «Skynet», la empresa de Terminator.

Nuestro joven emprendedor local, Andrés Pedreño, señala aspectos positivos y de progreso de esta realidad que es ya la IA y estoy de acuerdo con él, pero tengo claro que lo que es seguro, sí o sí, es que la humanidad ha perdido el control y el dominio del conocimiento.

Cual monje medieval entrando en la biblioteca de Saint Galle y comprendiendo que una vida no da para saber apenas nada, hoy pinchamos ChatGPT o DeepSeek con la garantía de que «eso» hace cosas en microsegundos que tú ni sabes cómo empezar.

Si algo ha distinguido al Homo sapiens es su capacidad de adaptación a los cambios y la de utilizar los recursos a su alcance como mejor le venga, para lo bueno y para lo malo. Por ello creo que la batalla está perdida si es que se ha declarado alguna guerra sorda y muda, de momento incruenta y, desde luego, apasionante de hombres contra máquinas.

La otra guerra es la del control de la herramienta; una batalla que USA y China libran en la nube y que, como señala Pedreño, Europa contempla cómodamente sentada y haciendo lo que mejor sabe hacer; poner normas y multas. Europa no es que no esté en el partido, es que ni ha sido convocado, ni sabe jugar y al parecer ni le importa. Pero, es más, es la que ha pagado las entradas y contempla protestando las decisiones y jugadas de los demás. Qué espectáculo.

Haciendo amigos.

Pedro Picatoste

Empresario e historiador.

2 Comments

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  • Europa, en el limbo, sí. ¿Y España? Un Gobierno que resucita a Franco y no es capaz de traer a Puigdemont ni echando mano de la IA con ayuda del ‘joven emprendedor’ Andrés Pedreño.
    Gran artículo, Pedro.