Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

Javier Clemente, Pedro Sánchez y una democracia sin valores

Izquierda: Javier Clemente en 2008. Fotografía: Ratiywoods (Fuente: Wikimedia) / Derecha: Pedro Sánchez (Fuente: Perfil de @ElHuffPost en Twitter).

Para perdonar y olvidar a los etarras tiene que haber arrepentimiento y petición de perdón. Una democracia sin valores es una democracia que va hacia su destrucción.

El que fuera jugador del Athletic de Bilbao, entrenador de diversos clubs de fútbol nacionales y extranjeros, ahora entrenador de la selección de Libia, el siempre polémico y polemista Javier Clemente tiene la virtud de decir siempre lo que piensa moleste a quien moleste. Como es un parlanchín empedernido y opina sobre todo lo divino y humano es natural que se meta, a veces, en camisas de once varas y cometa errores y hasta contradicciones. La memoria le puede fallar, aunque no tanto como les falla a Pedro Sánchez la ‘memoria democrática’ y a Zapatero la ‘memoria histórica’.

Clemente es partidario de la desmemoria en un asunto tan importante y delicado como el terrorismo de ETA y el sufrimiento de las víctimas. Entrevistado en una emisora de radio de gran audiencia, sus declaraciones han sido difundidas lógicamente por otros medios de comunicación. Su tesis fundamental es que hay que enterrar el terrorismo: que las víctimas tienen todo el derecho de ser apoyadas y consoladas, pero que hay que olvidar por siempre jamás a los etarras para, en adelante, centrarnos en vivir en paz. 

Clemente está con Sánchez a la hora de blanquear a ETA y a los etarras, pero se supone que contradice a Sánchez y su ley de memoria democrática ya que el sanchismo-comunismo no olvida (no creo que perdone tampoco) el franquismo.

Para perdonar y olvidar a los etarras tendría que haber arrepentimiento y petición de perdón. No se pueden olvidar los asesinatos terroristas cuando se sigue ensalzando a sus autores o tolerando, como el Gobierno de Sánchez y Marlasca (sin ‘k’ como le corresponde por parte de madre) los agasajos a criminales.

Pedro Sánchez se alía con bilduetarras que homenajean a asesinos de más de 800 inocentes y con nacionalistas e independentistas. Así no se construye la paz ni tampoco la justicia. No es hombre de justicia quien no cesa, junto con sus cogobernantes comunistas, de atacar al Poder Judicial.

Clemente tiene una gran ventaja y un gran valor sobre Sánchez. Clemente da la cara y dice su verdad; habla con el corazón y apuesta por perdón y olvido para que todos vivamos mejor. Sánchez, el presidente más mentiroso que haya dado un país democrático occidental; ‘el mayor imbécil moral’ (así calificado, con argumentos) por el reiterado candidato a Premio Nobel de Literatura, Javier Marías); el mayor traidor de la historia después de Judas y Bellido Dolfos, no parece querer la paz, ni trabajar por la justicia. Le importa un bledo la ética.

Presume de gobernar democráticamente, como resultado de las urnas. Pero su Gobierno está sostenido por antidemócratas. Hay más: “Una democracia sin valores es una democracia que va hacia su destrucción”. Es un aserto textual del Papa emérito Benedicto XVI. Lo han repetido muchos intelectuales antes que yo y es una gran verdad: hay partidos y líderes dictadores que llegan al poder como resultado de unas elecciones democráticas, pero que utilizan el poder del pueblo para acabar con las libertades y hasta con elecciones limpias, como hicieron el nazismo y el comunismo en varios países.

“Una democracia sin valores es una democracia que va hacia su destrucción”

Papa emérito Benedicto XVI

¿Recuerdan aquel soneto del inmortal Quevedo “érase un hombre a una nariz pegado”? Algo parecido se podría decir de Sánchez: “érase un presidente a la Moncloa pegado”. Hace todo lo que hace para estar en Moncloa. Y ha montado un tinglado propagandístico de dimensiones planetarias. Acaba de presumir en el Congreso de los Diputados de ser un ejemplo mundial de gobernantes y de estar transformando España en el paraíso terrenal. Pero en los grandes países de Occidente le ningunean y le tienen por presidente de poco fiar, aliado con los comunistas dictatoriales condenados por el Parlamento Europeo. Se proclama en el pasado Congreso del PSOE celebrado en Valencia como socialdemócrata pero se abraza al comunismo para estar en Moncloa y (des)gobernar. Y se ha ganado el apoyo incondicional de Ximo Puig, quien se le adelantó pactando con comunistas de Podemos y con catalanistas independentistas de Compromís para presidir la Generalitat Valenciana.

El Libro de la Sabiduría de la Biblia comienza así:

“Amad la justicia los que gobernáis; pensad rectamente del Señor y buscadle con sencillez de corazón… Porque el Santo Espíritu de la disciplina huye del engaño y se aleja de los pensamientos insensatos y al sobrevenir la iniquidad se aleja. Porque la sabiduría es un espíritu amador del hombre y no dejará impune al de blasfemos labios… Guardaos, pues, de murmuraciones inútiles: preservaos de la lengua mal hablada, porque la lengua mentirosa no quedará impune y la boca embustera da muerte al alma”.

Tengan en cuenta esto los gobernantes y especialmente los reyes, aunque los monarcas de ahora no sean absolutistas como los de antaño, pues ahora reinan pero no gobiernan. A los anteriores a Jesucristo les dice el autor sagrado:

“Oíd, pues, reyes y entended… Aplicad el oído los que imperáis sobre las muchedumbres y los que os engreís sobre la multitud de las naciones. Porque el poder os fue dado por el Señor y la soberanía por el Altísimo que examinará vuestras obras y escudriñará vuestros pensamientos. Porque siendo ministros de su reino no juzgasteis rectamente y no guardasteis la ley. Ni según la voluntad de Dios caminasteis, terrible y repentina vendrá sobre vosotros porque de los que mandan se habrá de hacer severo juicio. Pues el pequeño hallará misericordia, pero los poderosos serán poderosamente atormentados… A vosotros, pues, reyes se dirigen mis palabras para que aprendáis la sabiduría y no pequéis”.

Aconsejo a los gobernantes sociocomunistas y a la oposición que aspira a gobernar que lean la Biblia, un libro apasionante, mucho más recomendable que las novelitas o memorias de famosillos de la política, de la telebasura y de las grandes cadenas televisivas o radiofónicas. En los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento vais a encontrar caminos de hermandad para conducir a los españoles por sendas de verdad y justicia y así conseguir una España para todos los españoles, cada día más libres, más iguales y más fraternos.

Ramón Gómez Carrión

Periodista.

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