Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

El desfile del Orgullo resultó bastante cutre

Desfile del Orgullo 2024 en Madrid. Fuente: Canal de YouTube de "El País".

Iguales, sí, pero no más iguales unos que otros, ni con sindicatos y partidos de izquierda, de extrema izquierda y de derecha buscando afiliados y votos.

Quise ver de cerca el desfile del Orgullo Alicante 2024. Me pareció más multitudinario que el del año pasado, pero bastante más cutre. Lo recorrí de inicio a fin. Un gran río humano con gente de todas las edades, incluso niños de la mano de sus padres. Muchas pancartas. Cerraban el desfile —si no conté mal— cinco autobuses descapotados y mal decorados, así como la misma cantidad de coches tirando de remolques vulgares, repletos, eso sí, de gays y lesbianas que no cesaban de bailar y parecía que se lo pasaban bomba… Muy deficiente el vestuario en general. Llamaban la atención, en la cabecera de la manifestación, algunos “marchadores» semidesnudos, uno de ellos con un tanga que apenas tapaba el escroto y marcaba fielmente el ‘pito’.

La filosofía de los dirigentes LGTBI, condensada este año en lema de la marcha del pasado sábado, día 20, me gustó. ¿A quien no le gusta este lema: “Educación, derechos, paz. Orgullo que transforma”? Es excelente. Lo que produce cierto rechazo es el falso orgullo, el desmadrado y exhibicionista. Lo veo contraproducente. Lo que me encanta es la defensa de los derechos, del respeto y de la dignidad como seres humanos.

Pasa lo mismo que con el feminismo desmadrado; no va a ninguna parte; es más, creo que produce efectos perjudiciales. Sensatez. Sentido común. Respeto a los demás y, por supuesto, respeto a sí mismos. No hay que hacer guerras; hay que construir paz. Si se producen ataques a gays y lesbianas, denuncia judicial al canto y a castigar severamente a los homófobos y machistas. Guerra total a la homofobia y al machismo, pero con inteligencia y generosidad, con estilo, con elegancia mental y física.

¿Número de manifestantes? ¿Quince mil? ¿Veinte mil? Eso dicen los organizadores. Le pregunté a uno de los policías locales que cerraban la marcha y no se atrevió a dar una cifra aproximada, pero sí sonrió mientras me decía que sólo unos pocos de los miles y miles eran gays y lesbianas. Familiares, amigos, conocidos y gente que se apunta a un bombardeo para pasárselo bien sin gastar mucho dinero. Tras los policías, ‘el coche-escoba’ nunca mejor dicho, unas máquinas municipales recogiendo multitud de botes de refresco y botellas de agua. La calzada quedaba limpia al mismo ritmo con que avanzaba la manifestación.

Desfile del Orgullo Madrid 2024. Fuente: Canal de YouTube de «El País».

El final del espectáculo yo no lo vi, pero lo contaba Inforación . Un ‘the end’ calificado de ‘confuso’ por el periódico provincial ya que se produjo un rompan filas desordenado y ni siquiera se leyó el manifiesto de los convocantes, se supone que por falta de acuerdo sobre el fin de fiesta entre las tres fuerzas LGTBI convocantes y el Ayuntamiento. La crónica de la manifestación no aclaraba nada al respecto.

Los colectivos convocantes tendrán queja del Ayuntamiento, pero no la pueden tener de la Generalitat Valenciana, que aportó carroza-autobús y envió nada menos que a la consejera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes, y al director general de Diversidad, Stephan Soriano, para apoyar la manifestación. La consejera resaltó que “el turismo LGTBI es un producto absolutamente fundamental”, mientras Stephan Soriano incidió en apostar por “la diversidad, la igualdad y el Orgull de Comunitat” y recordó que “reivindicar los derechos de las personas LGTBI es fundamental”.

¿Y lo de la paz, palabra que figuraba en el lema de la manifestación? Bien mirado tiene mucho sentido. Convencido como estoy de que la lucha del movimiento LGTBI por la igualdad es de justicia y debe proseguir, deduzco que la incorporación de la palabra ‘paz’ al lema de la marcha del Orgullo está plenamente justificada. Por una razón muy sencilla, porque es evidente que quien trabaja por la justicia lo hace por la paz. Lo que pido o aconsejo a los dirigentes de los movimientos LGTBI es compromiso con los grandes objetivos y eliminación de los exhibicionismos cutres. Y que asuman que la lucha por la igualdad es contraria a las que me parecen, a veces, exigencias de discriminación positiva. Iguales todos, repito, pero no más iguales los LGTBI que el resto de ciudadanos, los ‘hetero’, todos, al fin y al cabo, mortales. Me descubro ante el elegetebismo y el feminismo inteligentes y constructores de país, pero ante el desmadre cutre no me puedo quitar el sombrero.

Iguales, sí, pero no más iguales unos que otros, ni con apoyo de sindicatos y partidos de izquierda, de extrema izquierda y de derecha buscando afiliados y votos. Una vez más se demuestra que hay quienes buscan más los votos que la verdad. Y yo sostengo siempre que son la verdad y la justicia las que nos hacen libres y no los votos.

Ramón Gómez Carrión

Periodista.

2 Comments

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  • Cierto, muy cierto,
    Don Ramón Gómez Carrión
    que la VERDAD y la JUSTICIA nos hacen libres…
    Y sin exhibicionismos que desdicen y manchan la opción en libertad de todo ser humano…
    Todo ser humano merece respeto… Y el resto de argumentos es victimismo falsario…
    Gracias

    Gracias

    • Buenos días Ramón. Tienes toda la razón. Algunos, o muchos, de estos manifestantes o miembros del LTGBI ignoran que lo primero que debe exigirse a todos es respeto a los que no son como ellos.
      Tu descripción de esta manifestaciones justificarían otras mucho más numerosas de heterosexuales con el mismo alarde de exhibicionismo.
      Saludos.
      Fausto Gómez Guillén