Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Opinión

COVID-19 y Periodismo

Imagen: Gerd Altmann.

Siempre lo es, pero ahora con más motivo. El periodismo se hace imprescindible en estos días de crisis del COVID-19. Un periodismo serio, responsable, ágil, actualizado y con capacidad para responder y explicar con claridad lo que pasa en nuestro entorno. Un periodismo exigente con los poderes públicos, capaz de reclamar respuestas y hacer preguntas para ofrecer a la población información veraz, clara y contrastada. Decía García Márquez que “no es mejor periodista el que primero publica una noticia, sino el que más veces contrasta la información”. Los periodistas de mi entorno lo hacemos, y ahora con mucha más cautela. No hay que generar alarmismo, aunque hay que informar de manera inmediata y al momento de lo que pasa. Por muy duro, preocupante o indignante que resulten algunas informaciones. Si actuamos así nos creerán, y la opinión pública elegirá los medios para informarse –aunque también lo haga por otras vías, es comprensible–.

Somos una de las profesiones más cuestionadas por la opinión pública, y eso está bien. Asumimos la crítica como parte de una fiscalización necesaria.  Ahora es el momento de insistir en que nuestros vecinos elijan informarse a través de nuestras crónicas, noticias, entrevistas y columnas de opinión. El periodismo se hace imprescindible para salir de esta crisis sanitaria con responsabilidad y sin catastrofismos. Con rigor, inmediatez y transparencia informativa. Citando fuentes y compartiendo información responsable.

Es necesario difundir la información que proporcionan las instituciones, verificando con otras fuentes para evitar que nos oculten lo que no les interesa difundir –meteduras de pata, decisiones erróneas o falta de diligencia–. También es imprescindible que denunciemos otros efectos paralelos de esta crisis, producidos por mala fe de algunas personas. Que hagamos pública –por ejemplo– la precariedad con la que trabajan los conductores de autobús de Benidorm –sin medidas de prevención al contagio–. Denunciemos que miles de madrileños irresponsables han venido a hacer el teletrabajo a las playas de Alicante. Hemos de advertir de las estafas en venta de mascarillas en el mercado negro que ya circulan por la capital alicantina. De que a nadie se le ocurra facilitar las claves de su cuenta bancaria por email o teléfono –ahora que los bancos dicen que nos atienden preferentemente online–. Y también tenemos el deber de reclamar a la sociedad que no difunda bulos ni informaciones alarmistas.

Soy un firme defensor del periodismo de proximidad, siempre lo he sido. Creo que en la información de cercanía está el auténtico periodismo. El que practicaban Azorín y Kapuscinski, recorriendo las calles y consultando a las fuentes de primera mano. Ahora más que nunca es necesario reforzar nuestro compromiso. Es momento del buen periodismo. El que indaga, contrasta, explica con rigor y sin alarmismos. Nos encontramos en una situación de alerta. Es un momento delicado. Se producen muertes. Hay miedo, y eso genera ansiedad.

Hay que defender la credibilidad y el rigor por encima de la rapidez o el temor a quedarse fuera de una información que fluye de manera vertiginosa, pero no suficientemente confirmada. Para eso, los periodistas debemos estar atentos durante las veinticuatro horas del día. Somos personal necesario, como el sanitario o el de seguridad. Como los farmacéuticos o los que proporcionan alimentos de primera necesidad. Como el personal docente que hace un seguimiento a distancia a la formación académica de mi hijo, para que él no se crea que son unas vacaciones.

Somos el eslabón de los ciudadanos con la actualidad. Tenemos que escuchar sus aportaciones, sus quejas, sus reivindicaciones y opiniones para canalizarlas de manera responsable y seria. #YoMeQuedoEnCasa. Pido a todo el que pueda que no salga. Yo lo haré en la medida de lo posible, ya que los de mi gremio tenemos que salir para tomar nota, hacer fotos y grabar vídeos para luego poder contar lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. Es un momento apasionante para una buena información veraz y contrastada. El covid-19 nos plantea un gran reto. Es el turno del periodismo de proximidad.

Andrés Maestre Cano

Periodista.

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